El último día completo por Cozumel nos volvió a traer lluvia casi todo el día y tuvimos que apartar la idea de ir a la playa en esas circunstancias, por lo que nos dedicamos a pasear por San Miguel, dormir un ratillo de siesta y dejar las bolsas preparadas para el día siguiente. Por la noche, recordando las sesiones de cine que haciamos en la autocaravana en Nueva Zelanda, vimos Las Brujas de Zarragamurdi con la que nos reimos un montón; la mayor diferencia con los tiempos entre kiwis es que entonces veiamos las pelis dentro del saco y con dos edredones encima y esa noche en pantalón corto y con el ventilador a tope.
Llegó así la mañana en que debiamos volver a Playa del Carmen y despedirnos de Cozumel, una isla que nos ha gustado mucho, quizás le sobra un poco de "americanismo" en el trato hacia los turistas pero conserva lugares vírgenes esperemos que por siempre.
En el ferry de vuelta a la península ibamos esta ocasión menos gente y también se movió bastante menos, algo de agradecer. La sorpresa nos la llevamos al llegar cuando vimos que las playas no tenian nada que ver a como las que encontramos 5 días atrás: muy limpias de algas, sin oleaje y agua muy transparente, increible el cambio.
Nuestro destino en Playa del Carmen era la zona de Playacar, un condominio a las afueras reservado casi en exclusiva a hoteles de 5 estrellas todo incluido y casas residenciales. Precisamente uno de esos hoteles era el nuestro: el Riu Yucatán.
Creo que ya lo explicamos pero por si hay algún despistadillo os contamos que Sergi, un amigo de Carol que trabaja en la cadena de Hoteles Riu nos consiguó un precio genial para poder pasar 3 días aquí, un homenaje que nos hemos dado a modo de regalo para acabar el viaje.
Nada más llegar todo fué un choque de contrastes, pues acostumbrados a hostales y posadas, unas mejores, otras peores y otras inclasificables, aquí estamos en el lado completamente opuesto. Desde que llegamos a recepción donde nos ofrecieron una bebida de bienvenida, nos pusieron la pulserita mágica, tenemos 5 restaurantes y otros tantos bares donde durante 24 horas consumir sin parar, dos piscinas, acceso directo a la playa, actividades de entretenimiento,....que barbaridad!!!.
Como llegamos antes de las 3, hora de check in, no pudimos disponer de la habitación, pero sí hacer uso del hotel osea que lo primero fué ir a la barra del bar y pedirnos un bloody mary, habia que empezar con ánimo, jajaja....después de dar una vuelta a las instalaciones para ubicarnos tocó ir a comer y escogimos un pequeño restaurante que está dedicado por completo a comida italiana....uf, buenísimo todo.
Nos dieron después la llave de la habitación y volvimos a "flipar"...que derroche!!!. Tenemos tanto sitio para poner todo que no sabiamos ni como organizarnos, jajaja...
Las habitaciones están distribuidas en pequeños bloques rodeados de vegetación y fauna como monos aulladores, cuatís y capibaras que se mueven como si estuvieran en su casa, y es que seguramente esta fué su casa antes que la del hombre.
Nos pusimos el bañador y directos a la piscina, y eso que la tarde estaba medio lluviosa, pero nos podian más las ganas que otra cosa, además con un par de piñas coladas se nos pasó el fresquito.
Para la cena el restaurante la Hacienda, el principal del hotel, ofrecia un buffet increible, se nos iban los ojos con todo y acabamos llenando los platos de gambas, salmón, carpaccio, patas de cangrejo, carnes, dulces de reposteria y vinito para que pasara todo.
En el escenario del teatro al lado de la piscina habia programado un espectáculo de baile que se anuló y en su lugar tocó una banda de rock, pero antes el show lo montó un crio de 4 años que se subió el solo al escenario y empezó a bailar, y con que arte, la música que habia mientras empezaba el concierto, lo que nos llegamos a reir con él, que figura!!.
Después de escuchar unas canciones del grupo rock nos acercamos a uno de los bares de al lado de la piscina a pedir una copa y allí conocimos a una pareja argentina que están en su luna de miel. Empezamos a hablar de todo un poco, de las diferencias entre los dos paises en muchas cosas, y entre charla y copas nos dieron casi la 1 y nos cerraron el bar. A pesar que el del lobby estaba abierto toda la noche hasta las 7 de la mañana creimos que para el primer día no había estado mal, aún nos quedaban dos noches más.
En el resto de dos días completos que hemos pasado aquí hemos podido ir haciendo cosas en la medida que el tiempo nos lo permitia, pues hemos tenido en el el mismo dia desde una tormenta increible a un sol radiante.
Como no nos hemos movido del hotel hemos aprovechado todas las opciones que nos ofrecia, ya fueran gastronómicas, de bebidas, entretenimientos o de actividades. Hemos comido en dos de sus restaurantes temáticos: el asiático Shangai y el steakhouse Margarita.
Hemos probado cócteles y bebidas de toda clase: bloody mary, daiquiri, margarita, cocoloco, piña colada, micheladas,....en todos los bares del hotel incluido el de dentro del agua en la piscina.
Hemos jugado a volley playa, a futbol , a tenis de mesa e incluso hice una pequeña demo de submarinismo en la piscina ( primera vez en mi vida).
Hemos visto algunos espectáculos en teatro por las noches e ido a la discoteca de otro hotel de la cadena que está cerca, pero también hemos tomado algo de sol en la playa, baños en el mar y algún paseo a primera hora de la mañana junto al mar.
Desde luego hemos exprimido la oportunidad al máximo y aunque nos ha sabido a poco nos vamos contentos. También han sido días de reflexión, de recordar estos meses y de plantearnos como puede ser o como nos gustaria que fuera el futuro más cercano, pero eso será motivo de otro post.
A los que nos leeis os avisamos que éste NO será nuestro último post del blog, almenos nos quedará uno con una reflexión final, osea que como decia Superratón en nuestra época de dibujos animados: no se vayan todavia, aún hay más!!!.
Todo un lujo, para finalizar vuestro sueño un gran viaje y volver relajados y bien morenitos.
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