De las 3 compañias de ferrys que conectan Playa del Carmen con Cozumel sólo una de ellas ofrece descuento si comprábamos billete de ida y vuelta ( la vuelta abierta durante un año) por lo que no hubo duda a la hora de elegir y además aunque teniamos previsto tomar el de las 11 de la mañana llegamos a tiempo del de las 10.30h.
El día era soleado, precioso y aunque el mar parecia algo movido pensamos que dentro de estos ferrys no se notaria mucho. De momento al entrar optamos por quedarnos en los cómodos asientos de la parte principal con aire acondicionado y luego subir a la parte descubierta a disfrutar de las vistas.
La moderna embarcación se puso en marcha.....y de que manera, ibamos de lado a lado al ritmo de las olas, la gente por los pasillos apenas agunataba el equilibrio, empezaron a repartir bolsas de plástico y alguien filas delante nuestro las acabó usando. Con todo el movimiento descartamos ir arriba más que en el último momento en que subí a hacer un par de fotos y alucinar con el color y transparencia del agua....aquello sí era lo que esperabábamos del Caribe.
Desde la pequeña terminal de Cozumel a nuestro hostal donde teniamos la reserva apenas nos separaban 5 minutos andando, el tiempo suficiente para ver que Cozumel y Playa del Carmen son muuuuuuuy distintas.
Cozumel ( Tierra de las Golondrinas) es la tercera mayor isla de México con sus 48 kilómetros de norte a sur y sus 15 de este a oeste y San Miguel de Cozumel es su población principal por no decir casi la única de la isla pues sólo un 6% de la isla está poblada, el resto es virgen. Es una isla que vive por entero del turismo, ya sea por los grandes cruceros que llegan a diario como por su importante fondo marino con una parte del arrecife de coral más grande del hemisferio norte, lo cual atrae a submarinistas del todo el mundo gracias también a que el famoso oceanógrafo Jacques Costeau llegó a esta isla en los años sesenta y dió a conocer la riqueza del lugar bajo el agua.
En el hostal habiamos reservado por un par de noches solamente con la intención una vez aquí de comparar precios con otros lugares pues en internet éste es el único que nos salia bien de precio. Dió además la casualidad que era fin de semana y el domingo se celebraba una prueba de Ironman que traia a la isla más de 2.000 participantes, lo cual no dió que pensar que estaria todo a tope, pero no. Tras tonar un café dimos una vuelta por el centro preguntando en varios hostales y hoteles, todos tenian habitación libre para el lunes pero el precio era superior a donde estábamos, llega Diciembre y aquí es temporada alta, osea que nos quedamos todos los dias en la Posada Edem que tampoco está mal.
Dimos una vuelta por el centro y unas calles peatonales que salen de la Plaza del Sol, la plaza principal, donde tiendas de souvenirs y alquiler de coches y motos se reparten casi por igual. La plaza presidida por un reloj está muy cuidada y limpia, algo que nos ha llamado mucho la atencióm, para bien. Bajamos hasta el malecón o paseo junto al mar donde aquí los comercios ya son la mayoria de otro tipo, sobretodo joyerias y tiendas libres de impuestos razón por la que cada día atracan aquí cruceros para pasar unas horas.
En la isla hay muchas y preciosas playas según nos contaron, las de la costa este son pura arena, muy solitarias, vírgenes y de fuerte oleaje la mayoria de dias por estar orientadas a mar abierto. Las del oeste y parte del sur son las que toccan hacia la barrera de coral pero la mayoria están acaparadas por los hoteles y son pocas las que tienen libre acceso. Además hay un handicap añadido y es el transporte público, que sólo se limita a los taxis, carísimos y alguna combi que va hacia la costa este pero sólo los fines de semana y para gente local ( eso nos han dicho). De esta forma enseguida entendimos que hubieran tantos locales que alquilaran motos y coches, de hecho en el mismo ferry al venir ya lo ofrecen y al salir del puerto hay varias casetas donde venden tours y rentan autos como dicen aquí.
Para el primer dia teniamos claro que no nos valia la pena alquilar moto sólo para la tarde, más cuando a eso de las 6 y algo ya es denoche, osea que siguiendo las indicaciones que nos dieron en una caseta de información de la isla en Playa fuimos a la Caletita, una pequeña playa pública donde suele ir gente local y que se encuentra a unos 40 minutos andando del centro.
Allá que nos fuimos caminando y viendo como las calles y la carretera tenian un ambiente protagonizado por los participantes de la Ironman: el que no corria iba en bici, el que no paseaba y otros ponian a punto sus bicicletas.
Nosotros poquito a poco bajo un buen sol y unas vistas a un mar precioso llegamos a nuestro destino y enseguida entendimos porque le llaman la Caletita, y es que era menos y nada, jajajaja. Pero habia rocas donde sentarse, cuatro locales y un agua muy apetecible, clara, sin algas y calmada.
En Playa nos habiamos comprado en un Oxxo unas gafas y un tubo de snorkel muy baratos para aprovechar los dias que estábamos aquí ya que nos salia más a cuenta que ir alquilándolo cada día ( aquí los precios no son como los de Indonesia) y pese a que a la Caletita no es un lugar para snorkelear vimos muchos pececillos de varios tipos y nos entretuvimos un buen rato. También disfrutamos de aguas muy calmadas y en las que apenas habian cuatro algas, que diferencia!!!!!. Si la gente de Playa viera como está aquí el agua se vendrian en tropel, osea que mejor guardaremos el secreto; sólo deseamos que el resto de la Isla esté igual...o mejor si cabe.
Volvimos hacia el centro del pueblo aprovechando para quedarnos en el malecón junto a la gran bandera y ver nuestra primera puesta de sol en Cozumel, algo que en Playa no se disfruta pues el sol se pone tierra adentro osea que desde la playa no hay visión. Aquí sin embargo el ocaso fué muy bonito, vimos los cruceros partir de la Isla y nos fuimos a dar una buena ducha antes de salir a cenar.
Nos comimos un pozole de puerco muy rico, sí una sopa calentita en el Caribe, ¿ parece broma, no?, pero es que desde Puebla que no lo volviamos a comem y nos apeteció mucho. Luego para compensar nos tomamos un heladito sentados en la plaza del centro donde el ambiente era calmadísimo, poca gente, tiendas ya cerradas y una tranquilidad que se agradecia.
Empezó el día bien soleado en Cozumel después de una noche un poco movida por el jaleo de un par de habitaciones con chavales jóvenes y una tele a todo trapo. Tras el desayuno la señora del hostal nos propuso cambiarnos a otra habitación pues en la nuestra la mampara estaba rota y no cerraba, osea que medio empaquetamos todo y lo pasamos a la habitación contigua.
Desde las 7 de la mañana ya estaba en marcha la prueba de Ironman lo cual representaba que la circulación en gran parte de la isla iba a estar cortada hasta medianoche. Primero nadaban 3.8kms en la costa oeste, segundo 180kms de bici que suponia 3 vueltas a la parte asfaltada que rodea toda la isla y luego 42 kms corriendo por la parte hotelera norte de San Miguel....vamos una barbaridad!!!.
Como no habia muchas opciones de moverse decidimos ir hacia la parte hotelera norte donde hay una playa de acceso libre donde consumiendo algo del bar puedes usar las instalaciones del beach club. Ello suponia como una hora de camino andando por la costa, justo en la zona donde se desarrollaria la parte final de la carrera a pié del Ironman por lo que fuimos encontrando todos los puestos de Cruz Roja y avituallamiento ya preparados con montones de muchachos jóvenes de la isla. Junto a ellos varios monumentos a lo largo del malecón con motivos históricos de la isla.
Después de un buen rato andando coincidió que llegaban ya los primeros de la carrera a esa zona con lo que los vimos pasar a un ritmo increible bajo un sol de justicia. No habiamos llegado aún a Playa Azul cuando encontramos una zona con una pequeña playa junto a unas rocas y con un agua increible, no nos lo pensamos y allí nos quedamos.
Pasamos el resto de la mañana y parte de la tarde entre baños y snorkel acompañados por grupos de gente local, unas veces chavales jóvenes, otros familias con niños, pero de guiris ni uno. El agua limpia y perfecta, tal cual esperábamos y deseábamos.
Cuando empezamos el camino de regreso nos encontramos un montón de participantes de la ironman en pleno esfuerzo, unos corrian, otros ya sólo podian andar y otros sufrian fuertes calambres. Nos sentamos un rato a verlos mientras empezaba la puesta de sol, animando al igual que mucha gente local al paso de los valientes, y pudimos distinguir en los dorsales a 3 españoles ( luego nos enteramos que eran 20 participando), la mayoria eran mexicanos y estadounidenses pero habia un total de 61 nacionalidades representadas.
Seguimos avanzando hasta llegar al hostal donde nos esperaba la ducha y luego una rica cena, esta vez una gringa, algo así como una especie de pizza pero donde la masa es una torta de maiz grande....muy rica.
Bajamos hasta el puerto sin saber si todavia habria alguien corriendo a esas horas....desde luego!!!. Eran menos pero no dejaban de pasar unos camino de la meta y otros empezando la tercera vuelta al circuito de carrera a pié. Aquí ya la descomposición de algunas caras era total, la mayoria andaban como podian, otros corrian dando eses y algunos pocos mantenian una estampa más firme, un verdadero esfuerzo titánico.
Nos sentamos a verlos pasar junto a un grupo de chavales de los que ofrecen bebida y fruta a los corredores y allí estaban un chico y una chica jovencitos que no dejaban de chincharse para dar la bebida primero. Nosotros los veiamos y se reian pero lo mejor fué cuando le dijimos a la niñita que como era tan malo el chico con ella, entonces cuando vieron que les hablábamos en español él se murió de verguenza y dijo: pensé que eran gringos ( yanquis), a lo que ella respondió: y yo!!!!;nos acabamos riendo los 4.
Desde donde estábamos se veia un enorme árbol de Navidad encendido y Carol tuvo la idea que fueramos a verlo de cerca, y de ahí ya a poco más lejos se encontraba la meta de la prueba y nos acercamos a ver el ambiente.
En unas gradas justo a pié de meta nos subimos y estuvimos un buen rato viendo como iban llegando corredores, muchos con la alegria de haber acabado y otros sin ánimo ni de saludar, pero verdaderos campeones todos. En ese momento llevaban más de 15 horas de prueba y habia gente que aún disponia casi 2 horas de tiempo límite para llegar.
A nosotros nos quedaba aún un trozo de regreso y acabamos cumpliendo también una buena caminata entre la mañana, la tarde y la noche, osea que a descansar.
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