En nuestro bungalow de Gili Air teniamos una cama doble pero dormiamos tres...¿ quién era el tercero?. Pues un inquilino que llegó mucho antes que nosotros: un dragoncillo de esos que se comen los mosquitos, pero no uno cualquiera, este está bien criado y es muy activo en todos los sentidos.
Lo vimos la primera noche pasearse por las vigas del tejado, parado esperando alguna presa. Al volver de cenar y dar la luz vimos dos bolitas en medio de la habitación...se parecian a las cagadas de las ovejas o las cabras, pero claro no tenemos dicha fauna dentro de la habitación, osea...que son del dragón.
Para más inri teniamos otro pequeñín( un gecko besucón) por allí corriendo que se cagó en mi bolsa, de manera más fina y de menor tamaño.
Total que durante los 6 días que hemos dormido allí cada día nos ha tocado recoger las bolitas de nuestro amigo, a veces hasta dos veces. Menos mal que nuestro dragón cagón cumple su labor de comerse los mosquitos y bichejos de la habitación. Uno de los días pudimos pillarlo en plena caceria de una libélula, tras lo cual volvió a su rincón favorito, las vigas del techo.
Al final hemos decidido compartir la habitación entre los 3 estos dias, lo que pasa que le dijimos de dividir gastos, pero se ha hecho el sordo y no nos contestó.
Creo que lo echaremos de menos cuando nos vayamos, sobretodo allá donde haya mosquitos.
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