sábado, 18 de julio de 2015

Indonesia-Nueva Zelanda: sin maletas.


Nuestra salida en avión desde Bali destino Nueva Zelanda pintaba bien después de que durante días antes el aeropuerto indonesio estuviera cerrado o con retrasos por culpa de la nube de ceniza de un volcán en Java cercano al Ijien.

La web de nuestra compañia confirmaba la hora de salida así como los horarios de vuelos extras a Australia, nuestra escala camino a Nueva Zelanda, para recolocar a toda la gente que se habia quedado en tierra dias atrás.

Para llegar cogimos un taxi desde el que pudimos ver nuestras últimas imágenes de Indonesia.



Sin muchas explicaciones a la hora de facturar nuestro equipaje nos dicen que nuestro vuelo se retrasa 2 horas...eso no hubiera sido mucho problema a no ser que al llegar a nuestra escala en Melbourne sólo tuvieramos hora y media para enlazar con el vuelo a Christchurch. Total que como sabiamos que eso iba a pasar y la compañia nos habia dicho que al llegar al aeropuerto de Australia allí nos dirian como y cuando seguir camino nos armamos de paciencia y fuimos a comer.

El vuelo Denpasar -Melbourne con Jetstar empezó también regular pues aunque estabamos sentados uno al lado del otro nos separaba el pasillo, menudo lumbreras el que nos dió la tarjeta de embarque.

Almenos teniamos pantallita con juegos, pelis, música...ah y nos dieron una merienda-cena, una sorpresa porque no contábamos con que nos dieran nada de comer y beber siendo una lowcoast.

Ya en destino y nada más bajar del avión preguntamos al personal de la compañia por nuestro caso y nos dijo que en 45 minutos cogiamos un vuelo a Wellington ( Nueva Zelanda) y de allí otro a continuación a Christchurch. Sin embargo no nos dejaron ir a por las maletas y nos dijeron que ellos se encargaban de llevarlas a los destinos correspondientes...ay, nos veiamos en lo peor.

Al llegar a la puerta de embarque nos encontramos con 3 chicas en el mismo caso que nosotros y tras un rato de confusión general nos dieron las tarjetas de embarque y ninguna explicación sobre las maletas. Con todo ello se provocó un nuevo retraso y al vernos confusos y algo molestos un azafato de ese vuelo nos vino a pedir disculpas y nos dió todas las explicaciones que tenia en su mano. Le planteamos que volviamos a tener poco tiempo para el siguiente vuelo y teniamos que pasar inmigración para entrar en Nueva Zelanda, algo que podia ser complicado y lento por ciertas restricciones de entrada al país así como el control biológico (  miran las suelas de los zapatos que no tengan barro, que no entren comida fresca, productos con madera, conchas, ....).

Para ganar tiempo poco antes de aterrizar nos colocaron a los 5 en primera fila del avión y al salir nos estaba ya esperando una chica de la compañia para guiarnos en el proceso. Sin embargo de poco sirvió pues nos tocó hacer cola para inmigración, por suerte fué rápido; fuimos a mirar si por casualidad las maletas habian venido en nuestro avión, pero no. Con la misma chica hicimos la reclamación mientras el resto de gente pasaba los controles pertinentes...al final acabamos pasando los últimos y nos tocó ir corriendo a la puerta de embarque, suerte que las tarjetas ya nos las tenian preparadas. Finalmente nos sobraron 5 minutos antes de tomar el nuevo y último vuelo.

Tras los 45 minutos de viaje volvimos a mirar si por casualidad las maletas venian, sabiendo que era muy improbable...y ecectivamente no venian. Volvimos a hacer la reclamación correspondiente y nos dijeron que supuestamente estaban todas en Melbourne y que podrian llegar en el vuelo procedente de esa ciudad a la mañana siguiente. Dimos nuestro mail de contacto, pedimos el formulario para reclamar alguna indemnización y resignados y con lo puesto nos fuimos a sacar dinero "kiwi" y a tomarnos un café calentito; por cierto, se nos olvidaba recordar que en Nueva Zelanda en Julio es pleno invierno y hace un frio que pela, algo que comprobamos enseguida a nuestra llegada.

Durante ese rato nos dedicamos a su vez a buscar alojamiento pues con los problemas en Bali con los aviones en dias anteriores no nos quisimos arriesgar a reservar algo y luego perder el dinero si no llegábamos en el día.

Sobre las opciones que ya teniamos miradas acabamos escogiendo unos apartamentos muy cerca del centro con  muy buena pinta. El precio quedaba muy lejos de lo que habiamos estado pagando durante meses por Asia, 40 euros la noche!!!, pero calidad precio era de lo mejor de la ciudad.

Tras pasar por la oficina de turismo y llenarnos de mapas y folletos cogimos el bus hasta el centro. Nada más salir nos llamó la atención primero las calles con poco tránsito, las casitas con jardín hechas la mayoria con techos de placas metalicas y el montón de obras por todas partes, pero ello tiene su explicación.

Christchurch sufrió el 22 de Febrero de 2011 un  fortísimo terremoto que destruyó gran parte de los edificios de la ciudad; la ciudad sigue desde entonces en proceso de reconstrucción lento dando una imagen de ciudad algo extraña entre edificios aún por derruir, otros en construcción, muchos solares vacios y zonas ya renovadas.

Al llegar a los apartamentos nos soprendió el lugar  aún más que lo visto en las fotos de la web: l lugar era perfecto, limpio y tranquilo. Teniamos una habitación-estudio con tele, una pequeña cocina con todo tipo de utensilios, cafés y tes, armario ropero, secador de pelo, plancha, calefacción y un baño con agua caliente...la de semanas que no sabiamos que era eso. Además en la misma planta habia una cocina superequipada y un salón con sofás, megatele y terraza para fumadores....menudo lujo.





Tras instalarnos, algo rápido por no tener maletas, salimos a un super cercano a comprar para cocinar estos dias. Pack and Save es un mega super de los más económicos del país y teniamos uno al lado. Nos pasamos un rato largo mirando productos, precios y descubriendo nuevos formatos y envases, algo muy curioso y entretenido que hacemos cada vez que pisamos un nuevo un país.

Tras ello volvimos a los apartamentos y nos hicimos un platazo de pasta con tomate y salchicas, de postre kiwi, claro, jajaja...que aunque son de aquí tampoco son muy baratos, bueno es que aquí barato nos dá que no va a haber mucha cosa.

Nuestro ajetreado traslado, el sueño de haber dormido poco y mal, el contraste térmico ( ayer a 30 grados, hoy a 7 a las 2 de la tarde) y las 4 horas de diferencia horaria pudieron con nosotros y nos fuimos a dormir....sin pijama claro. Suerte que en nuestra bolsa de mano durante los viajes de avión nos traemos alguna muda, calcetines y camiseta de recambio, un pequeño neceser y  que esta vez por el frio habiamos cogido los polares, el chubasquero y el gorro de lana que compramos en Nepal, pero para dormir nos tocó a culo pajarero, jajaja...

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