China is different!!

Primera semana en China y ya nos ha pasado un poco de todo, y hemos visto de todo...

Confirmamos que los chinos salen a la calle en pijama sin ningún problema, a pasear al perro, a buscar algo de comer a la esquina....

Lo de trabajar como chinos es una realidad que vemos día a día. Todo está abierto a casi cualquier hora, sea el día de la semana que sea: bancos, tiendas, supermercados, restaurantes....

Lo mejor que nos pasó nada más llegar a Beijing fue ir a cenar al lado del hostel a un típico lugar para chinos, vamos nada turístico, con carta con dibujos pero sin saber que era bien bien lo que pediamos. Finalmente aparece una torre de patatas paja con mil trozos de bicho picante y una sarten con su fogón lleno de carne no sabemos de que tipo y cebolla, con picante, claro...Pero lo mejor pasó al día siguiente cuando al salir del hostel vemos que el bar ya no está, que lo han vaciado todo y están sacando los escombros...ufff, que mal rollo, vivimos allí su última cena!!

 Lo del metro en Beijing también tiene su guasa; es curioso ver como en el andén se colocan en fila para entrar al vagón muy educadamente, para luego al abrirse la puerta pasan como locos sin dejar salir, todo ello mientras unos uniformados miembros del metro vestidos de amarillo canario y banda roja cual miss de concurso de belleza, hablan por un micro suponemos que intentando poner orden.

O ver como cuatro personas limpian las paredes del metro, algo que nunca hemos visto hacer en Barcelona. Uno moja la pared, otro pasa el trapo, otro seca la pared y otro lo que cae al suelo.

Y del tráfico que decir....es alucinante que aún no hayamos visto ni un accidente, porque es para agarrarse los machos ver como conducen..aquí la norma es, yo paso cuando quiero, como puedo y por donde sea, y los demás que se apañen, peatones incluidos, claro.

Ah, se nos olvidaba un tema importante...aquí constantemente se oye hablar, y direis , bueno normal...pues no, nos explicamos.
En el metro los canarios que organizan a la multitud hablando por los micros, ...en algunas calles hemos visto megáfonos enganchados a las farolas con una cantinela sin parar de hablar sin saber, claro, que dicen, ...en varias tiendas las dependientas reclaman a sus clientes saliendo a la puerta y con micro en mano van hablando sin parar, ...los vendedores ambulantes que ofrecen sus productos, ...la mucha gente que por la calle no se llama, se grita para llamarse,... y  si a eso le sumas los claxones que no paran....dan una bucólica estampa de las dos  ciudades vistas hasta ahora...veremos que nos encontramos más adelante