domingo, 26 de octubre de 2014

Pingyao: Residencia de los Wang

Hoy nos hemos dedicado a disfrutar de un domingo a lo chino..desayunar churros, comprar el periódico y hacer el aperitivo?...nada de eso....el típico domingo chino ha sido madrugar mucho, visitar cosas, apenas parar a comer y hacer muchas fotos, jijijiji... A las 7.45 nos esperaba nuestro anfitrión en el hostel para amablemente llevarnos en coche hasta la estación y ayudarnos a comprar los billetes. Es curioso como identificar cual es tu autobús aquí, pues las letras están en chino y no llevan número; en el billete sale impresa la matrícula del bus, que curioso. Pero para curioso el autobús...pequeño, con asientos pequeños, con espacios pequeños, pero donde cabe de todo, me explico... una vez todo el personal dentro, empiezan a llegar chinitos con cajas y sacos ves a saber de que y llenan todo el espacio de detrás del conductor que no se cabia. Total que arrancamos y no más salir como a los 2 minutos, otra vez se para para recoger esta vez unos baldes llenos de lo que parecia unas láminas de pasta como para hacer creps...raro, muy raro... Lo mejor ha sido que durante el trayecto hemos ido parando como tres o cuatro veces para ir dejando todo lo que el bus cargaba,...de risa...una pareja de abuelillos sentados a nuestro lado se partia de ver nuestra cara de sorpresa. Una vez llegamos a destino, nos dicen que allí mismo nos esperará el bus de vuelta según los horarios que nos habian dado en la estación... y hacia la visita.
La residencia de la familia Wang es un conjunto de 132 patios y edificios donde toda la familia y siguientes generaciones, construyeron este enorme complejo, escuelas, dormitorios, cocinzs, salas de invitados y lecturas. Destacan los trabajos de piedra y madera que decoran todos los patios, así como su mobiliario, todo ello rodeado de multiples pasillos y corredores, así como su muralla. Cabe decir, que aunque ya lo supondreis, eramos los únicos no chinos en todo el complejo, por lo que nuevamente varios flashes se han dirigido hacia nosotros, porque si, de veras, hay los que te piden hacerse fotos, pero también hay quien te la hace descaradamente...ante ello hemos decidido saludar cada vez que los pillamos, jajajaja...
Después de comer y acabada la visita hemos ido hacia el lugar de encuentro del bus, pero nos faltaban dos horas, así que hemos dado una vueltecita y aprovechado para descansar, a lo chino también.
Luego en el bus de vuelta, ya sin tanta carga, pero igual de estrechos sentados, nos amenizado con un programa en la televisión, porque sí, bus cutre pero con tele, con una versión china de lo que serian los morancos, pero como no les entendiamos, pues a disfrutar de la siesta Carol y de la música en los cascos el que escribe. Ya en Pingyao, último paseo por sus calles, cena y al hostel a preparar cosas, reservar para días próximos, escribir blog, etc...y mañana por la mañana tren a Xian, esta vez en tren supermegarápido...tres horitas apenas, cuando uno normal tarda casi 10!!!...ya os contaremos la experiencia.

1 comentario:

  1. Vete a saber quien son los raros, ¿ellos o nosotros? A lo mejor es que no tienen Seur, Nacex... y este es su sistema de transporte de paquetería Jajajaja; esas son las costumbres que nos distinguen a unos y otros.

    Carles

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