miércoles, 15 de abril de 2015

Jaisalmer: un pequeño lujo.



Cumplidos ya 6 meses de nuestro viaje, ya era hora de tomarse un pequeño lujo en el alojamiento y gracias al dueño del hostel de Jodhpur conseguimos alojarnos en Jailsalmer en hotel con piscina, magnífica terraza y gran habitación con aire acondicionado por apenas 10 eurillos la noche, casi la mitad de su precio habitual.




Llegábamos a la ciudad en tren a las 5.45h de la mañana tras una nochecita no muy buena en el tren gracias a los vecinos de literas, donde nos esperaba un jeep del hotel para llevarnos, primer lujo!!!.

Al llegar nos dicen que nos dejan una habitación hasta las 10 de la mañana para que durmamos y que luego nos darán la nuestra.

Tras descansar un rato y realojarnos fuimos directos a la piscina donde nos encontramos con Juan y Patri, acompañados de Erika, una amiga suya con la que han coincidido aquí para seguir ruta juntos unos dias.


Y de la piscina ya no nos movió nadie hasta la hora de comer, jajaja...almenos el calor se alivió durante un buen rato.

Mientras nuestros amigos se iban a pasar una noche en el desierto a lomo de los camellos en un pueblo a las afueras de Jaisalmer, nosotros nos encaminamos hacia el fuerte, el lugar emblemático de la llamada " Ciudad dorada". Una preciosa muralla de color ocre rodea la parte más antigua situada sobre un cerro, y en su interior un laberinto de callejuelas donde encontramos tiendecitas, restaurantes,palacios, algún templo y preciosas fachadas ricamente decoradas.






Se nos hizo pronto de noche y tras un tranquilo paseo fuimos a cenar a una terraza por consejo de un chico local. La cena bien, aunque lentos al servir, y de nuevo de camino al hotel.

Desyunar con vistas al fuerte fué la mejor manera de empezar el siguiente día y aunque la piscina nos llamaba a gritos ( venir a bañarosssss), como buenos "viajeros" nos lanzamos a ver la ciudad, esta vez bajo un intenso sol.






Nuevamente disfrutamos de un tranquilo paseo por las calles del fuerte así como de las vistas desde algunas de las  almenas de su muralla, encontramos muy pocos turistas y la mayoria españoles, entre ellos un grupo de señoras de Madrid con las que hablamos un ratillo y nos reimos mucho. Iban con un guia que las tenia mareadas y les obligaba a dejar propinas en todas partes, como lo pusieron, no sin razón, en un momento.







Llegado el mediodia y tras comer algo ligero era momento de resguardarse al fresquito del hotel y sobretodo de la piscina. Allí de nuevo coincidimos con nuestros amigos que volvian ya de su aventurilla en el desierto.

Todos en la piscina charlamos un buen rato entre baño y baño, y de esa manera pasamos la tarde tan ricamente hasta la hora de la cena, tras la cual tocó el momento de la despedida. Esa misma noche ellos cogian un bus en dirección a Amristar, al norte, mientras nosotros al día siguiente nos ibamos a Bikaner. Ha sido un placer coincidir con ellos estos dias, son muy majetes.



Nuestro bus no salia hasta el mediodia y subimos de nuevo hacia la parte antigua a hacer unas comprillas y dar una última vuelta esta vez por el bazar, pero era tal el calor que rapidamente dimos la vuelta, literalmente, al fuerte por el exterior y nos fuimos al hotel.





Nos esperaban 6 horas de camino hasta Bikaner atravesando el desierto del Thar, lugar en el que se encuentran las dos ciudades. Allí nos espera algo muy diferente durante la próxima semana, os lo explicamos en un post.




2 comentarios:

  1. Si señor!!!! si de vez en cuando uno uno se puede dar un capricho....sol, piscinita, relax...todos los ingredientes para coger fuerzas para próximas etapas!!

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  2. Al iniciar el viaje nos habiamos propuesto cada par o tres semanas hacer un kitkat en algún alojamiento más decente que los habituales guesthouses para mochileros, pero mira fueron pasando semanas y semanas, lugares más apañaditos que otros y camas más cómodas que otras y a lo tonto el primer capricho nos lo hemos dado a los 6 meses de estar de viaje...nunca es tarde!!!.

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