Este post igual va a ser un poco atípico, pero es que estos dias aquí también lo han sido. Además tras el tiempo ya trancurrido de viaje ( ya estamos cerca de cumplir 6 meses) va bien cambiar un poco de estilo en el blog...¿será que nosotros también estamos cambiando?.
Empecemos por el principio....
La llegada a Pushkar ha sido de las más sencillas desde que nos estamos moviendo por India.
En Udaipur salimos andando del hotel y en 5 minutos estábamos en la estación donde un bus bastante cómodo nos llevó en 3 horas a Ajmer, a poco másde 10 kilómetros de nuestro destino. En la misma estación de Ajmer cambiamos a otro bus local y en 30 minutos ya estábamos en Pushkar.
Esta pequeña ciudad es una de los lugares sagrados de India y lugar de obligada peregrinación para los hindús, sobretodo por su lago, donde en sus 52 ghats se celebran pujas y ofrendas durante todo el día, además de baños y purificaciones.
La calle principal que rodea el lago es un bazar lleno de tiendas, pensadas sobretodo para los turistas, así como de muchísimos restaurantes y bares. La mayoria de tiendas son de ropa y eso hace que mucha gente venga a hacer sus compras para luego revenderla en sus paises de orígenes. De hecho en el hostel conocimos una pareja chilena que han dejado sus trabajos y han montado una empresa para vender online productos que están comprado por Tailandia, Indonesia e India, y les funciona genial!!!...habrá que coger ideas para el futuro.
Nos sorprendió en nuestro primer contacto con Pushkar la gran cantidad de turistas occidentales que hay, en su mayoria gente joven: hipies, rastas, cumbas y algunos difíciles de encasillar que parecen estar aquí instalados por largas temporadas...será por el rollito espiritual del lugar o por que es un lugar tranquilo sin mucho que hacer, no sabemos muy bien. Y a eso nos hemos dedicado nosotros estos dias, a no hacer mucho. Además las horas centrales del día son terribles en cuanto al calor y nos hemos refugiado en el hotel bajo el ventilador.
Visitar el lago y sus ghats no nos ha producido gran impresión, seguramente por haber visitado primero Varanasi (aquello es otro cantar) y además aquí corre un timo para turistas que te hace sentirte incómodo: si te acercas por los ghats enseguida viene alguien a ofrecerte unas flores, cuatro pétalos de rosa sacados del bolsillo, para que hagas una ofrenda al lago y con ello purificar tu karma. Tras ello piden una cantidad grande, pero grande de dinero y si no les pagas te montan allí el pollo y juegan con la verguenza que pasas y así pagues. Habiamos leido sobre ello y de hecho nos encontramos con la situación no más pisar el primer ghat. El chico al ver nuestra negativa se puso muy tenso y nos dijo que no jugáramos con este tema y le faltáramos al respeto, pero le dejamos muy claro que mayor respeto que ir descalzos por la zona y no hacer fotos, tal y como advierten las normas de entrar en los ghats, era imposible, que llevábamos mucho tiempo viajando por India y sabemos de que van las cosas.
De todas maneras un paseo por el lago no deja de ser especial, ves con la fé que los hindús viven sus purificaciones, ofrendas, sus baños, etc. y además es un estallido de color por sus bonitos saris y ropas. Nosotros al igual que hicimos en Varanasi con el rio Ganges, purificamos nuestros pecados y nuestro cuerpo tocando el agua del lago sagrado de Pushkar ( lavarse las manos, mojarnos la frente y un poco los pies es suficiente).
Un punto de encuentro cada atardecer es junto a uno de los ghats donde se situa el Sunset Restaurant, allí se reunen los guiris que vamos a hacer fotos de la puesta de sol, hipies que danzan al son de los bongos y las flautas mientras hacen sus malabares, varipointos personajes locales y jóvenes que van a grabar en sus teléfonos lo que allí ocurre.
La otra visita obligada aquí es al Templo de Brahma, el más importante de los muchos que hay en Pushkar. Las fotos están prohibidas, osea que no tenemos imágenes, pero el interior destaca más que nada por la mucha gente que ves haciendo sus ofrendas y las lápidas de mármol de familias recordando sus fallecidos. Arquitectónicamente no es ninguna maravilla, a nuestro gusto y parecer. Allí al entrar nos apareció otro con las flores y ya le dijimos de que de money nada de nada y que queriamos ver el templo solos, nos vió de tal manera que se fué, jajaja..
Los paseos por el bazar, donde todos los turistas vamos calle arriba y abajo entre vendedores ambulantes, tenderos sentados a la puerta de sus tiendas y vacas interrumpiendo el paso de motos y viandantes son el pan de cada dia para moverte por Pushkar, con lo cual es fácil ver las mismas caras y nosotros les hemos ido poniendo motes (cariñosos): el messi, los colgaos, los semihipies, el hello, el de la guitarra, el bar de los rastas y las moscas, ...jajaja.
Hay dos montañas junto a la ciudad que albergan en lo más alto dos templos desde los cuales son ideales para ver las salidas y puestas del sol. Nosotros subimos al que está más cerca y del que tenemos una vista privilegiada desde nuestro hostel, el Gayati Devri. Un paseo de unos 40 minutos te lleva a la cima desde donde las vistas de Pushkar, el lago y sus alrededores son preciosas.
En cuanto a otros templos nos llamó la atención el Templo Gurudwara, un templo sij precioso y al que pudimos entrar después de cubrirnos la cabeza, lavarnos las manos y los pies. La pena es que no habia fieles en ese momento y no pudimos ver a los sijs, que se caracterizan por sus largos turbantes que cubren todo su pelo.
El tema gastronomia aquí es muy sencillo: hay de todo!!!. Se nota la presencia de occidentales y abundan las pizzas, pastas, falafels, hamburguesas e inlcuso comida española, además claro de comida típica hindú.
Un detalle importante para el que quiera venir: al tratarse de una ciudad sagrada no hay carne de ningún tipo, ni huevos( leimos que ya los permiten pero no los hemos visto en ningún sitio), ni alcohol ( aunque hemos visto sitios que venden cerveza) y no se permiten besos ( entendemos que en público).
Nos parece una pena los sucios que están algunos lugares de la ciudad, algo habitual en India, por mucho que las vacas y las manadas de cerdo-jabalís que corren por todas partes intenten ayudar a que la basura desaparezca.
Nos pasó algo curioso uno de los dias al salir de cenar en una terraza. Oiamos desde arriba música y unos cánticos. Habian cortado la calle principal del bazar y una serie de fieles, todos hombres, habian engalanado la entrada de un pequeño templo y sobre unos colchones cantaban y tocaban instrumentos suponemos que como motivo de adorar a alguno de sus dioses. Allí nos sentamos un buen rato a escucharlos junto a un hombre y su mono. Además nos pusieron el bindi en nuestra frente, nos hizo ilusión pues nos sentimos parte de la celebración.
A nosotros la estancia en Pushkar nos ha servido de descanso así como poder dormir sin ponernos despertador y tener que salir corriendo a visitar templos, fuertes o bazares. Veniamos para estar tres días y al final nos hemos quedado cinco, de esta forma hemos cogido fuerzas de nuevo para seguir viajando por Rajastán.
que pasada!!! hacía tiempo que no os leia y cada vez es mejor ..creeis q podria teletransportarme x unos dias? aixxx
ResponderEliminarGracies Merçé per tornar-nos a llegir!!!.
ResponderEliminarSeria ideal poder teletrasportqros a todos los amigos y familia por unos dias en los lugares que visitamos, además creo que a cada uno lo podriamos ubicar en sitios adecuados a su gusto, y sin lugar a dudas creo que Pushkar te hubiera ido al dedillo, sin desmerecer Nepal que también te encantaria con sus cuencos tibetanos por todas partes.
Un beso grande.