Tuvimos una despedida de Sumatra curiosa, pues para ir de Parapat al aeropuerto de Medan habiamos pagado por un bus turístico y nos encontramos viajando solos con el chófer en un monovolumen nuevo, un lujazo. Paramos a cenar en un sitio local que nos recomendó el " brother" a comer un plato típico y le invitamos. Poco antes de las 11 de la noche ya estábamos en el aeropuerto y nuestro vuelo salia a las 6 de la mañana, osea que de ir de señoritos con chofer pasamos a dormir en las sillas del aeropuerto como unos verdaderos mochileros sin un duro, jajaja...
Un café calentito con galletas a las 5 y al avión a dormir de nuevo hasta aterrizar en Yogjakarta. Salimos del miniaeropuerto ( nos sorprendió lo pequeño que era) para coger un bus urbano con el que dimos un montón de vueltas, transbordo incluido, durante una hora antes que nos dejara cerca del hotel, bueno cerca son 20 minutos más andando....lo que hay que hacer para ahorrar!!!.
Nuestro hotel se encuentra en una zona un poco separada del centro por lo tanto muy tranquila y tiene una piscina central rodeada de las habitaciones.
Con el calor que hacia y la caminata nos fuimos directos al agua a refrescarnos antes de ir a comer cerca del hotel y comprar unas cosillas en el super. La tarde fué de relax para salir luego a cenar a una zona más turística donde cenamos una pizza!!!.
Teniamos desayuno buffet incluido en el precio de la habitación y nos tiramos de lleno a por él, pero aunque estaba correcto no cubrió nuestras expectativas. Y de ahi a la calle a ver la ciudad. No es un lugar repleto de lugares a visitar, destacan el Palacio del Sultán y el Tamansari, los baños del Palacio. Del primero habiamos leido que no valia mucho la pena, por lo que fuimos directos al segundo.
A ver, si lo más bonito son las piscinas con sus chorritos de agua y cuando llegas está el agua verde y las están limpiando el lugar pierde todo su encanto, pues sabiamos que el resto estaba en precarias condiciones por un terremoto que sufrió hace muchos años. Dimos varias vueltas por espacios poco interesantes entre unas callejuelas donde viven lugareños y hay varias tiendas muy tristes, todo ello en busca de una mezquita subterránea que en varios blogs recomiendan visitar. Unos gatitos pequeños jugeteando por la calle nos hizo más gracia que lo que veiamos.
Llegamos tras preguntar varias veces pensando que aquello seria un lugar escondido y poco visitado pues no hay ninguna indicación, pero no, ya no...estaba lleno de gente y hasta unos modelos haciendose fotos. De todas maneras nos gustó por su curiosa arquitectura: un edifico circular con un pasillo exterior y una serie de ventanas y puertas que dan a un patio central con varios tramos de escalera y una zona con agua debajo donde habian varios niños jugando.
Bastante desengañados salimos de los baños para ir hacia la calle Maliaboro, el eje central de la ciudad y lugar de concentración de guiris. Pasamos por la parte de atrás de los baños, igual de desangelada, que se encuentra junto al mercado de pájaros que estaba cerrado, no sabemos si porque era lunes.
El dia estaba a esas horas del mediodia gris amenazante y acabó a los 5 minutos cayendo un tormentón impresionante que nos hizo refugiarnos en un localillo a tomar un té. Tras más de una hora de agua sin parar y como los dueños cerraban nos parapetamos bajo el toldo esperando que algún taxi pasara para volver al hotel. Aunque costó, finalmente llegó uno vacio y en 10 minutos nos dejó en la puerta, con sorpresa. El taxímetro marcaba 15.000 rupias pero nos dijo que teniamos que pagar 20.000 que era la carrera mínima; aún siendo una cantidad ridícula nos negamos a pagarla y nos dijo que entonces nos bajáramos y que no le diéramos nada, algo que nos pareció muy raro. Al final le dejamos los 15.000 en el asiento y nos fuimos..para un día que cogemos un taxi!!!.
Cuando llegamos, ley de Murphy, habia dejado casi de llover, pero ya no nos movimos del bar del hotel tomando un café calentito y buscando información por internet sobre Java y Bali.
Hoy tocaba ir a dormir pronto, a las 5 de la mañana salimos hacia el Templo de Borobudur, a las afueras de la ciudad. Es el templo budista más grande del mundo y el monumento más visitado de toda Indonesia y aunque se puede ir por libre esta vez hemos cogido un tour en el hotel para ir bien pronto pues es la mejor hora para visitarlo, además el precio está muy ajustado y sale poco más que ir por libre. Como no estaremos en el desayuno pedimos en recepción si nos podian preparar algo para llevarnos y nos dijeron que algo nos dejarian listo por la mañana.
A las 4.45h ya estábamos en recepción esperando que nos pasaran a buscar y al preguntar al chico de recepción, recién levantado el pobre, sobre el desayuno nos dijo que no sabia nada y que la cocina estaba cerrada. Justo en ese momento llegó el coche a recogernos y el chófer junto con el recepcionista estuvieron hablando y nos dijeron que tranquilos que podriamos desayunar en el templo sin ningún cargo.
Nos subimos a un monovolumen precioso ( ay!!! que mal nos estamos acostumbrando) donde habian dos parejas más, una de París y otra de Roses, catalanes!!!. Mientras ibamos charlando con ellos como yo iba delante el chófer me iba explicando cosillas sobretodo cuando empezó a amanecer y vimos un volcán enorme, el Merapi, aún activo y cuya última erupción fue en 2.011 dejando restos de lava en 25 kilómetros a la redonda.
Cuando llegamos a Borobudur faltaban 15 minutos para que abrieran las taquillas, el tiempo justo para que el chofer nos diera el vale del desayuno en una cafeteria del recinto y decirnos la hora y lugar de encuentro.
Las taquillas están separadas la de nacionales y la de extranjeros, sobretodo porque el precio es muy diferente. Fuimos los terceros en entrar y nuestras caritas de estudiantes nos supusieron descuento del 50% , aún y así pagamos 8,50 euros cada uno, eso sí en una terraza junto a las taquillas pudimos elegir entre tomar un té, un café o una botella de agua.
Ya en el recinto, junto a una masa increible de colegios y turistas locales, andamos unos 10 minutos antes de llegar al monumento. Una niebla no muy espesa cubria la zona y nos acompañó un buen rato durante el inicio de la visita.
Borobudur es una estupa budista con forma de pirámide y el mayor monumento budista del mundo. Tiene seis plataformas cuadradas y tres circulares en la parte superior así como la estupa central. Los 6 primeros pisos están llenos de paneles de relieve formando un conjunto de 2.500 metros cuadrados, y los 3 superiores tienen 72 estupas cada una con la figura de un buda dentro. Éstos sumados a todos los que hay por el edificio suman 504 estatuas de Buda. Asimismo para evitar su inundación con las lluvias posee 100 gárgolas ( makaras).
Una vez en la entrada principal y ante la multitud de gente buscamos una de las entradas laterales, donde efectivamente no habia nadie. Junto a ella habia un escenario con una gran estatua de Buda donde unos monjes y bastantes fieles recitaban sus oraciones. Cuando llegábamos al complejo el chófer nos dijo que hoy habia un desfile a modo de peregrinación por el monumento.
Subimos el primer tramo de escaleras hasta la primera plataforma y empezamos a dar la vuelta en el sentido de las agujas del reloj, tal y como debe hacerse, y asi hicimos todo el peregrinaje piso a piso hasta llegar a la parte más alta.
La mayoria de gente sube directamente a la zona más alta por lo que en muchas partes laterales de los primeros pisos estuvimos completamente solos, algo de agradecer. La niebla le daba un aspecto muy peculiar a un lugar extraordinario por su belleza y su arquitectura tan peculiar.
Los paneles escultóricos a derecha e izquierda son maravillosos y algunos con grandes detalles y siguen una cronologia sobre diferentes estados y etapas del budismo, lo sentimos pero es difícil para nosotros explicarlo aún habiéndolo leido previamente. Lo importante fué disfrutar de su belleza así como de las figuras de Budas, unas mejor conservadas que otras, pero todas reflejando mucha calma.
Y así fué como girando y subiendo llegamos a los pisos superiores, donde todo era diferente. Primero porque aquello sí estaba repleto de gente, segundo porque la arquitectura cambiaba bastante. Plantas circulares sobre las que se situaban las 72 pequeñas estupas, cada una de ellas con un Buda en su interior, y que pudimos ver mejor en una que estaba destapada. Allí el sol empezó a mandar sobre la niebla y nos dejó una luz muy bonita que realzó más aún el lugar.
Tras un rato allí empezamos a bajar, ahora por las escaleras recto, a las 8.30h. teniamos que estar junto a la cafeteria para unirnos al grupo y regresar a Yogjakarta.
Cuando llegamos a la base del monumento justo llegaba una de las peregrinaciones que casualmente subió por la misma escalera que lo habiamos hecho nosotros.
Pudimos hacer entonces unas nuevas fotos desde prespectivas similares de la mañana, pero con sol, lo cual daba dos imágenes completamente diferentes. Tras leer algunos paneles sobre la historia del antiguo templo salimos a por el desayuno.
Allí nos reencontramos con las otras dos parejas y al rato llegó el chófer para decirnos que él seguia con los franceses mientras los catalanes volviamos en minibús con otro conductor. Subimos al nuevo vehículo, otro lujo asiático, donde en la última fila se sentaban 3 chicas musulmanas que vivian en el sur de Sumatra y estaban de vacaciones; con una de ellas, simpatiquísima, charlamos un ratillo al inico del camino, luego todos sucumbimos al sueño, el madrugón no perdonó.
Debido al terrible trafico llegamos una hora más tarde al hotel, pero no teniamos prisa. Fuimos a comer algo, el desayuno ya estaba en los pies y luego dedicamos el mediodia y las primeras horas de la tarde a disfrutar de la piscina y la calma del hotel. Aunque coincidimos con dos parejas más, allí todos a nuestro rollo, no hubo ninguna charla común más allá de un hola y un adiós ( y porque lo dijimos nosotros, que sino ni eso).
La intención era haber ido a la calle Maliaboro, donde ayer la lluvia no nos dejó, pero resulta que volviendo hacia el hotel la recorrimos en el minibús de punta a punta y se nos quitaron las ganas. Montones de tiendas y sitios para comer, ceras casi impracticables y tuktuks más coches de caballos a la caza del turista, vamos que nada intersante para nosotros, y eso que el tiempo se portó bien y sólo cayeron cuatro insignificantes gotas en toda la tarde.
Tenemos a partir de mañana un par de dias de traslados largitos, una visita al volcán Bromo un poco exprés y luego cruzar hacia Bali, bueno eso es lo previsto, pues después de cenar queremos acabar de ligar todo.
De momento lo que es seguro es que salimos en bus hacia Probolinggo a media mañana para desde allí subir hasta Cemoro Lawang, punto de partida de visita al Bromo, cuando y como ya os lo explicaremos.
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