Un día muy triste

Todos los que nos seguís en nuestro blog sois familia y amigos, por eso me voy a tomar la libertad, y espero que lo entendais, de escribir algo especial fuera del contexto habitual del blog, pero que para mí es muy importante.

En el día de ayer la vela de la vida de mi " abuelita" se apagó. Muchos la conociais de verla en Dueñas, incluso varios comisteis su extraordinario arroz con leche ( el mejor del mundo) y los que no la conociais en persona si sabeis de la debilidad que tenia por ella, que en mis  46 años sólo fallé un verano sin ir a verla, que para Carlos y para mí fué en vacaciones más que una abuela una segunda madre.

Muchos veranos nos ibamos los dos  ya en Julio  a Dueñas y con la guerra que la dábamos siempre decia lo mismo: ¡el próximo año no venís si vuestros padres no están aquí!;  y al año siguiente en  cuanto acababa el colegio ya estaba llamando a mi madre: ¿cuando van a venir los niños?.

No tuvo una vida fácil, quedarse viuda muy joven con 5 hijos pequeños no es poca cosa, pero salió adelante de manera incansable. Recuerdo aún cuando ibamos a Dueñas y ella aún trabajaba en Piensos Biona; cuando la despediamos en la carretera cuando se iba a grabajar y lo que nos gustaba ir a buscarla en el coche cuando salia.

Me encantaba que nos mandara recados: ves donde la Flores por gaseosas, donde Manolo a pedir la tanda que ahora voy yo, donde la Petrilla a buscar una lechuga, a por una fabilola y madalenas,ahhh....y a por agua a la fuente con la bici...¿ cuántos viajes habremos hecho a por agua?.

Ella bien sabia que con sus comidas me perdia: abuelita porfi hazme filetes rusos, carne pequeña ( eso sobretodo a Carlos), arroz con leche que viene uno de los curieles o los molina a comerlo que les he dicho que está buenísimo....que mano tenia cocinando.  También con lo que no nos gustaba, claro, cuando habia lentejas o judias verdes ya estaba liada, y luego de mayores, madre mia, que ricas estaban.

Nunca fué una abuelita de grandes besos y abrazos, pero a mi se me encojia el alma, bueno a los cuatro, el día que volviamos a Barcelona después del verano en Dueñas y desde la puerta de su casa dejaba caer unas lágrimas en la despedida.

Cada año ,cuando me despedia de ella, para mí era como si fuera la última vez que la veia, que nunca sabia si habria próxima vez, y que cuando el verano de nuevo volvia, ir a Dueñas a verla era lo mejor del mundo entero.

Y efectivamente algún día, por ley de vida eso tenia que pasar.  El verano del año pasado fué la ultima vez que la ví, ya teniamos la decisión de irnos de viaje y por lo tanto el verano del 2015 no iba a ir a Dueñas, sin embargo no se lo dije, tampoco sabia muy bien si lo iba a entender pues ya estaba en un momento de su vida que lo único que queria era "descansar para siempre". Sentí entonces que esa sí podia ser la última vez, creo que lo sentimos los dos; la abracé como nunca la habia abrazado y le dí mil besos hasta que ella me dijo que ya estaba, que no más, y entró al comedor a cenar. Antes  de irnos la miré por ultima vez, ella se giró, no nos dijimos nada pero cruzamos nuestras miradas y nos lo dijimos todo. Esa fué la ultima vez que la ví y lo tengo grabado en mi corazón como el momento más magico que tuve con ella y cada dia lo recuerdo.

Reconozco que me fué duro asumir el hecho de que esa  podia ser la última vez, aunque la vida nunca sabes que te puede deparar, pero si decidí seguir adelante con el viaje es porque años atrás me dió un gran consejo en un momento difícil de mi vida: " hijo, haz lo que tengas que hacer en tu vida, pero sobretodo se feliz". Desde entonces ese lema lo llevo conmigo y lo intento seguir al pié de la letra, sabio consejo de una sabia persona.

Desde que sabia que estos dias atrás estaba mal he intentado seguir con el dia a día y disfrutar de todo como ella hubiera querido que lo hiciera, aunque ha habido algunos momentos que ha sido inevitable sentirme culpable por estar lejos y no poder dar el apoyo que necesitaba mi madre, mi padre, mi hermano, mis tios...toda la familia, sentia que les fallaba, pero ellos me han hecho sentir bien con sus palabras y sobretodo recordando los buenos momentos vividos con la abuelita. La vida nos ha dado el regalo de tenerla muchos años con nosotros y eso ha sido un privilegio para sus hijos, sus yernos y nuera, sus nietos y sus biznietos, la abuelita ha sido un pilar en la familia Vicario- Rodriguez del que todos nos orgullecemos.

Ahora la vida sigue para todos, vendrán dias duros y difíciles por el recuerdo, pero hemos de seguir adelante porque la abuelita siempre estará con nosotros. Además tengo la gran suerte de que en casa la estirpe continua: mi madre lleva su nombre, hoy para sus nietos Martina y Bruno ella es la " abuela", quien sabe si en unos años será la nueva abuelita, lo que sí es seguro es que lleva su camino porque no hay mejor abuela en el mundo que ella ( que me perdonen las demás).

A ello hay que sumarle lo que el destino nos trae, y a mí, por fortuna, me ha traido la mejor persona que podia tener a mi lado, la que me aguanta y me soporta, la que me quiere y me cuida, Carol. Como me hubiera gustado que se hubieran conocido,  habrian hecho muy buenas migas. Además de ella a su gran familia, increibles todos, donde dejarme que destaque a su madre, y también grandiosa abuela, que como no podia ser de otra manera se llama también Mercedes.

A alguien le puede parecer poco adecuado que escriba mis sentimientos aquí o explique lo sucedido, pero en el blog os explicamos nuestro dia a dia, lo que sentimos y vivimos, y hoy siento y vivo por mi abuelita, que en persona ya no está pero en nuestro corazón ha quedado instalada par siempre. TE QUIERO.

P.D. Abuelita allá donde estés perdoname por no poder haber estado en tu entierro, te prometo que cuando vuelva iré a verte a Dueñas y te llevaré una cosita que tenia guardada para dartela cuando volviera a verte. Un beso enorme.

Tu nieto.