sábado, 23 de mayo de 2015

Bukit Lawang, descubriendo Sumatra

Bukit Lawan es un pequeño pueblo ubicado en uno de los extremos del Parque y atravesado por el rio Bahorok, pero la principal razón para venir aquí es su centro de observación de orangutanes, que junto al de Semengoh en Borneo son los únicos del mundo donde poder ver esta especie. Todo ello ha hecho que el pueblo sea un destacado destino turístico para locales y extranjeros.

A nuestra llegada a la estación enseguida fuimos "atendidos" por locales que nos ofrecieron ir hasta el pueblo, a unos 2 kilómetros, a la vez que nos recomendaban la guesthouse de sus amigos. Decidimos ir andando hasta el pueblo mientras nuestro incansable compañero nos seguia en su moto sin parar de ofrecernos ayuda. Ya en pueblo Carol se quedó con las bolsas y me fuí a mirar un par de las guesthouses que estaban más lejos. Empezó a caer una tormenta terrible, algo habitual en las tardes por estos parajes, y decidimos mirar alguna más cerca y para ello, como no, nuestro infatigable amigo nos ayudó a ello. Finalmente nos decidimos por Junia Guesthouse, un lugar precioso y cuidado, a dos pasos del rio y donde la gente que trabaja son muy amables y divertidos.




Tras instalarnos estuvimos hablando con Heru, nuestro compañero de fatigas, sobre los treks por la selva para observar los orangutanes. Esta actividad se puede realizar de dos formas: bien puedes ir a observarlos mientras les ofrecen comida, como hicimos en Semengoh o puedes hacer un trek por la selva con un guia para verlos en su habitat, si tienes suerte claro. Con tal de que la gente haga el trek, excursión algo cara (35€) para los standard de precio en Indonesia, desde hace poco tiempo han puesto un precio exagerado a la entrada y además debes pagar por la cámara para ir a verlos al lugar donde les dan de comer. Heru nos explicó el plan del trek, lo que incluia así como los precios y tras un primer regateo quedamos en que al dia siguiente le diriamos algo.

Hicimos una buena colada de lo que traiamos de Mulu y cenamos en el precioso porche de la guesthouse con la música de fondo del rio. Al rato la música cambió cuando el jefe y varios muchachos de los que ahí trabajan se pusieron a tocar la guitarra, el jimbe y a cantar. Nos ofrecieron unirnos a ellos y pasamos un rato muy divertido.



Después del primer desayuno en la selva preguntamos a los chicos sobre que visitar por nuestra cuenta por los alrrededores y sobre los guias para el Parque. Nos ofrecieron llamar a uno de su confianza que nos explicó lo mismo pero fué no hubo manera que nos bajara el precio a nivel del otro, que por cierto en plena conversación apareció por allí, jajaja, que bueno.

Volvimos a hablar con Heru para pulir cuatro dudas y determinar el precio final: a las 8.30h nos pasaban a buscar, hariamos unas 5-6 horas de caminata e incluia el permiso, la cámara, fruta y la comida.





Salimos a dar una vuelta por las afueras del pueblo rio abajo y nos dimos el primer baño en él junto al último puente que une las dos partes del pueblo. Fué muy curioso ver como la gente pasaba tranquilamente por él andando o en moto a pesar de que sus tablas no ofrecen mucha seguridad. Tras el baño seguimos un camino que nos acercó hasta el pueblecito de Gotong Royong, donde está la estación de autobuses. Junto al canal de agua que lo cruza nos encontramos la escuela y muchos niños bañándose. Nos metimos por las calles, saludamos a sus gentes y compramos algo de fruta, curiosa la snake fruit ( fruta de la serpiente) llamada así pues su piel recuerda a la de este animal.







Volvimos a Bukit Lawang, paramos a comer, vimos sus tiendas del centro y tomamos un café en una terraza junto al rio desde donde veiamos como se divertian algunos niños del pueblo; son pequeños humanitos medio salvajes, nada les da miedo!!!.




Delante de nuestra guesthouse nos dimos el último baño del día apurando el tiempo antes que se pusiera a llover, bueno, a diluviar como el día anterior. Junto a nosotros los chicos del alojamiento estaban preparando una barbacoa, nos reimos mucho con ellos pues no paran de hacer bromas. El gran porche nos sirvió de nuevo de lugar de descanso y cobijo. Al día siguiente teniamos nuestra gran cita con los orangutanes.

No eran aún las 8.15h cuando mientras apurábamos el café llegó Heru. Nos indicó quien seria nuestro guia, justo uno de los chicos que conocimos ayer en el baño de la tarde y que trabaja en nuestra guesthouse...al final todo se lo apañan entre ellos.

Nos pusimos en marcha con Putra, un chico joven y muy ruiseño nacido en el pueblo y que se conoce la zona como la palma de su mano. Nada más salir nos empezó a explicar cosasy enseñarnos plantas; nos comentó que él nunca garantiza ver los orangutanes, pero que haria lo posible para ello. En el Parque viven unos 800
orangutanes de los cuales 19 son semisalvajes pues se introdujeron desde el centro de rehabilitación, además de otros tipos de monos, pájaros, insectos, etc....

El camino se hizo cuesta arriba enseguida y pudimos ver la zona más alta de Bukit Lawang. En 2003 una riada se llevó por delante todo el pueblo y murió mucha gente, entre ellos un tio y dos sobrinos de nuestro guia.

Estando todavia en una zona de árboles de caucho a las puertas de la entrada natural del Parque oimos un ruido en los árboles y Putra empezó a hacer una especie de llamada sonora. De repente nos dijo que nos acercáramos que habia un animal nada fácil de ver: un gibón negro. Sacó un plátano de su mochila y en un plis teniamos al mono a nuestro lado comiendo de su mano y a dos metros de nosotros, alucinante!!!. Nos dijo que hacia semanas que no veia a este ejemplar y que habiamos sido muy afortunados de verlo. A su vez nos preguntó si nos molestaba que diera de comer a los animales, pues alguna vez se habia encontrado con gente que no les parecia bien.






Seguimos camino arriba aún con la emoción del encuentro con el gibón cuando al poco nos señala la copa de un árbol: dos orangutanes con sus crias!!!. No nos podiamos creer que en media hora ya los hubieramos visto.

Nos explicó que nos mantuvieramos alejados de los árboles más cercanos, pues siempre se desplazan por ellos, casi nunca por el suelo. Dejó un plátano en un árbol y al poco una de las hembras bajó a por él. Tuvimos a la mami a cuatro pasos mientras su cria se lo miraba desde arriba. Pudimos fijarnos en detalles que nos llamaron mucho la atención: el uso que hacen de brazos y manos para cogerse y colgarse, la grandes que son sus extremidades y lo realmente parecidos que son a nosotros en sus expresiones, por ello su nombre ( orang "hombre" hutan " selva").







Pudimos disfrutar el rato que quisimos delante de los animales, ver como se comportan y hacer fotos a tope. Putra a su vez nos fué explicando características de ellos: construyen su lugar para dormitar 3 ó 4 veces cada día, están siempre moviéndose por la selva, comen principalmente fruta pero también hojas, termitas, huevos de aves o carne de pájaros muertos. A su vez las crias suelen estar con sus madres hasta que tienen unos 5 años de vida y los machos sólo se unen a las hembras para aparearse. Las hembras tardan 4 ó 5 años más en tener otra cria debido a que su menstruación es solamente en ese intervalo.

Los caminos por los que ibamos, por llamarles de alguna manera, nos hizo pensar en que aquello sí que era realmente caminar por la selva, nada que ver con Bako y Mulu. Poco rato después vimos a otra especie de monos los Thomas Monkeys o Punkie Monkeys, fácilmente reconocibles por su cresta en la cabeza y su pelaje. Habia un montón de ellos y son bastante amigables por lo que nos pudimos acercarnos a darles de comer con la mano y tocarlos. Realmente son muy curiosos y mientras unos no se movian otros no paraban de brincar.





De nuevo una señal de atención de Putras nos indicó la presencia de otra hembra con su cria, era Shopie una de las semisalvajes. Nos dijo que es muy amigable y podiamos acercarnos sin problema. A la que vió los plátanos se vino enseguida. Primero le dimos de comer con la mano y luego Putras le colocó a Carol un trozo de plátano sobre la cabeza y Shopie casi se lleva su pañuelo, y otro dentro del bolsillo que tras urgar un buen rato la orangutana consiguió sacar. Que risas y a la vez que emoción poder interaccionar de aquella manera. Bajó luego su cria, preciosa, y aunque su madre no le dejaba que cogiera la comida de nosotros sí pudimos tenerlo cerquísima. Nos llamó mucho la atención las manos de la madres con unos dedos largísimos.






Vimos jugetear a la cria haciendo verdaderas " monerias" mientras su madre degustaba el plátano tranquilamente. Nosotros seguimos camino y al poco paramos a comer fruta que Putras nos preparó. Nos mostró grandes árboles, lianas, así como unas hormigas gigantes.





Nos fuimos encontrando a otros guias con sus clientes y en un momento nos juntamos bastantes en el mismo sitio observando a Juny, su cria y un buen grupo de punkies. Nuestro guia prefirió que nos adelantaramos un poco para huir de grupos tan grandes. Por nosotros mejor, más tranquilos y además con sus historias y anécdotas no daba para aburrirse.






Nos comentó que si queriamos ver el lugar donde dan de comer a los orangutanes podiamos acercarnos. Cuando llegamos nos sorprendió que no se parecia en nada a Semengoh, aquí era una plataforma con 4 maderas y un pequeño banco para la gente. Lo mejor de todo fué que en nada apareció Ratna, otra hembra, y al poco su cria. También muy amigable nos pudimos acercar, darle de comer y ver a escasos dos metros como daba de mamar a su cria, una pasada!!!. Se quedó delante nuestro sentada mirándonos...sólo le faltaba hablar.







Remontando una buena cuesta llegamos hasta nuestro " restaurante". A los pies de un gran árbol nos dispusimos a comer arroz frito con huevo y fruta, con las manos claro, pero aunque parezca increible no habiamos hecho más que tomar el primer bocado cuando entre unos árboles vimos otra hembra con su cria, ésta de menos de 1 año. Sandra, la orangutana es bastante dócil, pero Putras por si acaso corto una rama a modo de vara únicamente a modo de marcar una distancia con el animal. Y allí estuvimos comiendo los 5, nosotros 3 y nuestras 2 invitadas...Putras se reia de la suerte que estabamos teniendo ya que ni para comer nos pudimos sentar, ¿ pero puede haber algo mejor que estar comiendo en medio de la selva mientras tienes a dos orangutanes a 2 metros?.






Para tomar el camino de vuelta bajamos y subimos por caminos llenos de maleza y muy resbaladizos por la lluvia...el barro nos salia por las orejas. En un riachuelo hicimos una parada de descanso.







En el último descenso Putras se cogió de una liana y se balanceó a lo Tarzán, yo quise imitarlo y la liana se venció con lo que me dié un culetazo que provocó que Carol y él se partieran de risa; está visto que a los de ciudad nos falta entreno.

Llegamos así al final de nuestro trek en el que tuvimos la suerte de ver 12 orangutanes además de otros monos, mucho más de lo que esperábamos ( Miguel y amigos que filmais por Borneo, ya veis que sigue nuestra buena racha, jajajaja). La experiencia fué extraordinaria, algo que recordaremos para siempre.




El momento limpieza barro fué sencillo, al rio vestidos, que mejor lavadora que el agua de la selva. Pero se acercaba la hora en que la tormenta venia de nuevo a remojar Bukit Lawan y de que manera. La tarde noche la pasamos refugiados en el porche escribiendo y organizando dias posteriores.

Nuestro plan inicial era quedarnos aquí tres noches, pero reconocemos que cada vez nos cuesta más irnos de donde estamos agusto y nos hemos quedado un día más, un día que ha sido muy relajado, donde hemos dado un último paseo por el pueblo viendo como la gente practica su deporte favorito por el rio o en sus quehaceres diarios, metido les pies en el rio, comido y cenado de lujo..





Mañana seguimos camino de Barastagi, tenemos que tomar dos bus-furgonetas, osea que será un día de traslado, no es la mejor manera de celebrar un  cumpleaños, pero por la noche esperemos poder tener una buena celebración en la cena...creo que es mi primer cumple fuera de casa....o almenos tan lejos y exótico seguro!!!.

2 comentarios:

  1. Ha tenido que ser una experiencia alucinante la de poder estar tan cerca de los orangutanes, no Carol?, bueno claro, como si fuera la primera experiencia alucinante que tenéis!!, y a falta de lavadora, buena es la más natural que nos puede ofrecer la vida, un buen río y... "apali, roba rentada i feina feta" jajajajaja.
    Por cierto, hay empresas del Pallars Sobirà, Alt Urgell...muy interesadas en la barcas de rafting que usan por aquellos lugares y sobretodo por la aerodinámica de los remos, así como por los chalecos salvavidas y los cascos que usan; yo les he contestado que los llevan tan integrados en el cuerpo que parece que no lleven nada, que incrédulos, no?, si se nota a la legua que todo lo tienen bien regulado y bajo normativa.

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    1. El contacto con los orangutanes fué bestial, superó nuestras expectativas; Carol además cumplió el sueño de tenerlos tan cerca y no se trajo uno porque aún no volvemos a casa, que sino.....y yo ahora debe reconocer que me gustan tanto como a ella, jijiji....

      Pues yo no sé como serán por aquí las normativas de rafting, pero todo el día bajaba gente en los neumáticos por el rio y no vimos a nadie hacerse daño, jajaja.

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