Del cumpleaños al volcán en Berastagi.

Celebrar un cumpleaños siempre es siempre especial, sólo se da una vez al año, pero despertarte en tu cumole en un pueblecito junto a la selva en medio de Sumatra es más que especial. Creo que es la primera vez que lo paso fuera de casa, pero lo que es seguro es que nunca lo celebré tan lejos, y aunque se echa de menos estar cerca de familia y amigos ha sido un gusto recibir tantas felicitaciones por whatsup, facebook o skype....gracias a todos!!!!.

La primera sorpresa la recibí de mi amorcito: al  salir  de la ducha me encontré un 46 hecho con galletas y una vela en el centro....que chulo!!!....me encantó!!!.

La segunda fué cuando estando esperando el desayuno empezó a sonar una guitarra y el cumpleaños feliz que cantaban los chicos del hostel...me quedé de piedra. Traian además una fuente espectacular de fruta decorada con flores y una vela; Carol les habia dicho que era mi cumple y por eso les pidió una vela, pero no esperaba un detallazo así.

Repartimos la fruta entre todos y tras el desayuno nos despedimos de todos, era hora de seguir camino, esta vez hacia Berastagi. Hemos pasado 4 días geniales en Bukit Lawang, es un lugar muy recomendable.

Para llegar a nuestro destino nos tocó tomar dos buses, el primero de ellos nos costó 5 minutos de discusión con el conductor sobre el precio del billete, pero al final accedió. Él mismo nos dejó junto al siguiente bus y algo le dijo al otro chófer porque cuando preguntamos el precio nos dijo menos de lo que habiamos leido que suelen cobrar, jajajaja...

Así tras 6 horitas de viaje en total llegamos a Berastagi, ciudad situada a 1.400 metros de altura donde destacan sus frutas y verduras así como estar rodeada de varios volcanes, entre ellos dos aún activos, el Sinabung y el Sibayak. Precisamente éste era nuestro principal motivo de venir aquí, subirlo!!.

Tras instalarnos en la guesthouse, con buenas vistas sobre la ciudad,salimos a dar una vuelta y buscar un lugar donde poder cenar y celebrar el cumple.

Berastagi es principalmente una calle que cruza de norte a sur y todo se mueve alrrededor de ella. En una punta de ella hay un monumento "extraño" y en el otro uno"frikie", a quien se le habrá ocurrido las geniales ideas. Su mercado atrae mucha gente pero cuando llegamos era tarde y llovia por lo que muchas paradas ya recogian.  Tras dar una vuelta vimos que la oferta para cenar no era para tirar cohetes, algo que esperábamos, por lo que nos acabamos decantando por un puestecillo callejero donde hacian pescado a la parrila acompañado de arroz, verduras y sopa; estaba muy rico, no fué mala cena para un cumple.

Tras hacer algunas comprillas para el día siguiente nos fuimos a dormir no sin antes constestar toooodas las felicitaciones.

Tras una noche movidilla ( tenemos una mezquita a 40 metros que a las 4.30h de la mañana se han puesto a llamar al rezo a toda pastilla por los altavoces) tocaba ponerse en marcha para subir al volcán. Desayuno de noodles más café, un minibús hasta la entrada al acceso, pagar la entrada y a caminar.

Más solos que la una empezamos la caminata; el primer tramo era una pista asfaltada con grandes subidas y alguna bajada entre bosques. Acabada la pista llegamos a una zona de camping con algunos chiringuitos donde acampan, sobretodo los fines de semana,los jóvenes que suben al volcán. Allí saludamos a unos cuantos que llevaban camisetas del Barça, que contentos se pusieron cuando les dijimos que eramos de Barcelona.

Desde ese punto el camino se convierte en un sendero que pasa primero por una zona muy abrupta y embarrada por las últimas lluvias, para luego pasar a otra zona más despejada y de piedras. En menos de lo que pensábamos empezamos a ver las primeras columnas de humo del volcán que se situa a 2.094 metros de altura. Aunque su ultima erupción fué en 1.881 es un volcán activo y tiene varias bocas donde sale a toda presión vapor y se deposita azufre en su salida, espectacular. Decidimos dejar para la bajada el verlas de cerca para ir primero hacia el cráter.

No es un cráter enorme pero no deja de ser un lugar imponente;  se habia acumulado algo de agua formando una piscina, aunque se podian ver los nombres que la gente hace con piedras cuando está seco. En uno de sus laterales una altisima pared de piedra y en la parte más baja otras fumarolas forman un conjunto precioso. Allí nos tuvimos que poner las mascarillas que compramos en su día en Katmadhú pues el olor del vapor era muy fuerte.

No nos resistimos a subir un poco más alto por un sendero hasta la cresta de uno de los laterales del volcán. Desde allí tuvimos una vista increible de todo el valle: Raja Berneh, Berastagi, Kotacane y al fondo otros volcanes, entre ellos el aún activo Sinabung. Aprovechamos a reponer un poquillo de fuerzas con frutas locales y nuevas para nosotros: la snake fruit, que parece una cabeza de ajos cuando la pelas, y la manzana de Berastagi, que es como un palosanto pero verde, están ricos.

Empezamos a bajar por el mismo camino y ahora sí nos acercamos hasta una de las fumarolas, la más grande y que hacia un ruido increible por la presión a la que salia el vapor. Nos hicimos unas fotos y un video mientras alucinábamos de ver aquel fenómeno de la naturaleza tan cerca.

Durante la bajada nos encontramos un grupillo de chicos locales que nos pidieron hacernos una foto y como teniamos buenas vistas desde ahí decidimos hacer otro descansillo.

El resto ya fué del tirón, aunque cogimos a medio camino otra pista para bajar hasta Raja Berneh, un pequeño pueblecito que tiene varias piscinas de agua caliente que proviene del volcán, muy famoso y concurrido por gente local. El camino, entre campos de cultivo y bosques, nos ofreció una vista de la parte posterior del volcán así como del punto más alto al que subimos, alucinante. Nos volvimos a cruzar con los chicos indonesios del Barça que nos jalearon al pasar con sus motos: Força Barça!!!.

Una vez en el pueblo vimos que habia mucha oferta de Hotsprings y en la que mejor nos pareció nos metimos. No podiamos estar mucho rato pues las furgonetas hacia Berastagi dejan de circular antes de las 5 de la tarde, pero teniendo en cuenta que entrar los dos valia menos de 1 euro, ya nos compensaba.

Teniamos varias piscinas a diferentes temperaturas,  pero al final todas nos parecian casi igual, menos las más calientes que esas sí se notan. Entre truenos de tormenta y vistas del volcán pasamos un buen momento de relax tras la caminata, y llegada la hora nos fuimos a buscar nuestro transporte de regreso, una furgonetilla que se caia a cachos y en la que mirando al suelo se veia la carretera.

Ya en casita de nuevo una buena ducha, de agua fria,  los altavoces de la mezquita a todo volumen y a cenar. Para variar vuelve a llover como cada tarde desde que llegamos a Sumatra, ya sabemos que eso hace que todo sea tan verde, pero también hemos de dar gracias que durante el día el tiempo ha sido muy bueno y hemos disfrutado mucho, pues sabemos de gente que ha hecho la subida con lluvia continua y niebla en lo alto por lo que no vieron nada.

Durante la cena en la mesa de detrás habia dos señores extranjeros que hablaban sobre Cataluña y Barcelona, por lo que nos unimos a su charla. Comentaban sobre la independencia, etc... uno de ellos es escocés, el otro sueco; con éste nos quedamos hablando a solas y nos contó que está viajando durante 8 años!!!. Y a nosotros uno nos parece una vida, jajaja...

Mañana seguimos ruta un poco más al sur, aunque aún en la zona norte de la isla. Nos vamos al Lago Toba, un lago enorme de origen volcánico en medio del cual hay una isla. Allí nos intalaremos en el pueblecito de Tuktuk durante cuatro dias. Para ello nos esperan 3 cambios de autobús y un ferry, ¿ qué es eso para nosotros?.