sábado, 8 de agosto de 2015

Nos vamos hacia la costa Oeste.


Cuando nos levantamos ese día ya no estabamos solos en el parking, habian un par de coches de familias que habian ido por allí de paseo aprovechando el soleado domingo. También gente en bicicleta y corriendo nos saludaban al pasar mientras desayunábamos.

Al llegar al centro de la ciudad vimos que este lugar tiene muchísima más vida que otras ciudades que hemos visto por el país. La población es de unos 50.000 habitantes pero habia mucho turista atraidos por las cercanas pistas de esquí así como las posibilidades que hay en la zona de deportes de riesgo. Dando una vuelta para aparcar vimos más campervans en 5 minutos que en dos semanas de viaje. A su vez es un lugar con muchos atractivos naturales por las montañas que la rodean así como el lago.






Tras pasar a por un mapa de la ciudad fuimos directos hacia unos jardines que hay junto al Lago Wakatipu y desde allí tuvimos unas preciosas vistas de las montañas nevadas que rodean la ciudad. Paseando por la orilla del lago no dejamos de sorprendernos lo cuidado que tienen todo en este país y las facilidades que dan para que la gente pueda hacer deporte. De hecho nos llamó la atención ver una especie de papeleras metálicas que no sabiamos para que eran hasta que vimos a gente jugando con unos frisbies intentándolo meter dentro; tienen toda una zona de Frisbie Golf donde habia un montón de gente jugando.






Mientras tanto en el lago, con las vistas hacia la ciudad, habia gente practicando deportes acuáticos o haciendo paseos en barco y nosotros nos sentamos al solecito a contemplar todo ello.

Dimos luego una vuelta por la parte central de la ciudad con bastantes comercios, bares y gente!!!. Desde allí cogimos la furgo y nos fuimos por la carretera que bordea el lago camino de Glenorchy, paramos a comer algo y luego desde un mirador disfrutamos de unas vistas increibles, y es que cualquier lugar en este país no nos deja de sorprender.









De vuelta a la ciudad pasamos por el super, como no, llenamos el depósito de gasolina y volvimos a dormir donde el día anterior, esta vez acompañados de otra campervan y un coche.

Mañana tenemos una cita, pues en Queenstown está trabajando Kalu una de las chicas chilenas con las que coincidimos en el barco de Lombok a Flores en Indonesia y claro no podiamos irnos sin verla. Coincidia que ella tenia libre el día siguiente y justo con una amiga tenia previsto ir a pasar el día al mismo pueblecito que ibamos nosotros, osea que hemos quedado en pasar a buscarlas e ir juntos.


Aunque al irnos a dormir habia un cielo estrellado y una luna casi llena iluminando todo de madrugada se puso a llover y por la mañana continuaba. Hablamos con Kalu pero mantuvimos el plan de viaje, osea que a las 10.30 nos reencontramos de nuevo con ella y una amiga checa, una ilusión poder encontrarnos y en otro país.

Tomamos la carretera hacia Wanaka cuando aún caian gotas aunque a lo lejos parecia que queria despejar. Por el camino pasamos por muchos campos de frutales y viñedos, aunque en esta época del año todo estaba pelado. Lo que no para aquí son los miradores y en uno de ellos paramos a ver un rio con un enorme caudal.





A media mañana llegamos a Wanaka, pequeño pueblecito a los pies del lago del mismo nombre y en pleno Parque Natural del Monte Aspring. Nos volvemos a repetir diciendo que el lugar era una maravilla; dimos un paseo por sus calles mientras Kalu nos fué explicando curiosidades del día a día de alguien como ella que vive allí y que fuimos comparando con la impresión que hemos estado recibiendo nosotros estos dias del país y su gente.






Luego tomando una de las carreteras que dan al lago nos acercamos hasta una zona donde un camino conecta diferentes bahias. Allí caminamos un buen rato entre el agua y unas casas preciosas con vistas al Monte Aspring. El día empezó a mejorar hasta el punto de que acabó saliendo el sol y nosotros quitándonos capas de ropa. Fué de nuevo un cambio de esos radicales que tiene aquí el tiempo: llegamos a Wanaka con frio, lluvia y niebla en las montañas y acabó la tarde despejado, con sol y un cielo limpio.





Llegó el momento de despedirnos de ellas, nosotros teniamos que ir a la dump station a vaciar y llenar depósitos de agua así como llegar hasta nuestra zona de camping para esa noche. Fué un placer ver de nuevo caras amigas en nuestro camino durante estos meses.



Retrocedimos la carretera de la mañana unos 10 minutos para llegar hasta Luggate, pequeñísimo pueblecito con una zona de acampada low cost con instalaciones más básicas que otros campings pero donde nos podiamos duchar y conectar a la corriente por 7,5 $ cada uno. Desde aquí mañana saldremos dirección a la costa oeste por una de las carreteras más bonitas del país y con muchos caminos para andar, si el tiempo nos lo permite haremos alguno de ellos.


Desde que hemos llegado a esta zona de la isla Sur se ha repetido en los últimos días un proceso meteorológico durante la noche: hasta las 11-12 el cielo está despejado de manera increible con una luna limpísima y un mar de estrellas, a eso de la madrugada empieza la cosa a nublarse y por la mañana amanece lloviendo. Y direis ¿ como saben todo el proceso?. Porque antes de ir a dormir y tras el cigarrito de Carol vamos siempre a hacer el último pipi y observamos el cielo. De madrugada no hay día que no nos toque levantarnos a hacer pipi de nuevo, sobretodo a mí y de paso miro el cielo, y por la mañana el sonido del agua en el techo de la campervan nos dice que está lloviendo osea que el primer pipi es sobre mojado.

Y es que no sabemos si es el frio o que es que estamos todo el dia de baño en baño, algo parecido nos pasó en los días de más frio en China, osea que por ahí debe ir la cosa. De todas formas pensareis que tampoco es demasiado problema levantarse a hacer pis, pero claro cuando acampamos por libre no nos vamos muy lejos, pero estando en un camping hay que ir al baño, y en el caso de esa noche estaban a 200 pasos, sí, sí que a las 3.30h de la mañana cuando volvia los conté.

Pese a estar lloviendo no pudimos hacer mucho el remolón pues a las 10 habia que salir del camping sino quieres que te cobren otro dia extra. Osea que bajo lluvia y niebla nos pusimos camino de la Costa Oeste no sin antes hacer un poco de patinaje sobre barro con la campervan al salir del camping.

La primera parada fué justo al principio del lago Hewea donde el rio del mismo nombre desemboca, una pena que el día fuera feo y gris porque las vistas desde allí y varios miradores deben ser increibles.





Durante el camino cruzamos varios campos donde esta vez no pastaban ni vacas ni ovejas sino ciervos!!. Encontramos varios campos con estos animales aunque en un sólo super hemos encontrado que vendieran carne de este animal.





Justo donde la carretera pierde contacto con el lago por su derecha a la izquierda lo toma con el Lago Wanaka donde estuvimos ayer y es que con sus 45 kilometros de longitud llega hasta esta zona en su parte Norte. Aquí aún el tiempo era peor y nos impidió ver mucho de su magnitud.





Atravesando el Parque Natural del Monte Aspring llegamos a una nueva parada las Blue Pools ( piscinas azules). Por un precioso camino de 15 minutos y tras atravesar dos puentes colgantes encontramos la confluencia del rio Blue con el Makarora. El primero desciende directamente con aguas de un glaciar y en el punto de su desembocadura y por efecto de la luz del día ofrece un azul turquesa increible, pero ese día debido a la lluvia la fuerza del agua arrastraba piedras y arena por lo que pasa a ser marrón-verdoso, una pena.







El efecto de la lluvia en esta zona provoca que de cualquier ladera de la montaña caigan innumerables cascadas, muchas de ellas a pocos metros de la carretera o incluso en el mismo arcén de la misma.




Visitamos primero la Fantail Falls, que desde el otro lado del rio nos pareció increible y bellísima, pero después de ver la Thunder Creek waterfall nos quedamos maravillados; 28 metros de caida de agua!!. Las imágenes lo dicen todo.







Nos parecia que era buen momento para parar a comer algo y aunque nos tocó parapetarnos dentro de la campervan las vistas que tuvimos fueron de lujo como siempre, por un lado un gran valle y el rio y al otro montañas con nieve recién caida.




Desde ahí y acompañados por el enorme cauce del rio Haast durante muchos kilómetros llegamos hasta la pequeña población del mismo nombre donde teniamos planeado pasar la noche, pero a esas horas, y aunque parezca imposible, tras un intenso y continuo día de lluvia salió un sol maravilloso.






Como teniamos aún una horita larga de luz pensamos que lo mejor era adelantar algo de camino y así estar más cerca de los destinos de mañana: el Flox Glacier y el Franz Joseph Glacier.

Atravesando un largo puente sobre el rio Haaz en su desembocadura vimos por segunda vez el Mar de Tasmania en la costa Oeste del país después que días atrás lo vieramos desde el fiordo de Milford. Siguiendo la linea de la costa llegamos hasta un mirador donde disfrutamos de la puesta de sol así como de las vistas de la escarpada costa en esa zona.





Nos adentramos en una zona muy visitada por la cercana presencia de los dos glaciares más mediáticos de Nueva Zelanda y eso hace que la acampada libre esté prohibida en la mayoria de sitios y muy controlada según hemos leido, osea que para no tener problemas paramos en el lago Paringa en un camping de los que gestiona el DOC por 6 $ cada uno; hay unos baños que no están mal y se encuentra al pié mismo del lago en un precioso paraje.

Tras la cena y nuestras labores diarias de escribir y planear el siguiente día nos fuimos a la cama con sesión de cine incluida; esta vez una peli más de adultos: El Último desafio, con un desmejorado y viejo sheriff interpretado por Arnold Swazenager y en el papel de malo malísimo Eduardo Noriega, que no le pegaba mucho el papel pero bueno, pasamos un buen rato.

Si el tiempo nos da una tregua mañana queremos visitiar dos glaciares y andar hasta el punto más cercano de ellos que podamos , pero sobre el tiempo meteorológico no mandamos y de las previsiones nos fiamos poco.

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