lunes, 30 de marzo de 2015

Jaipur: la ciudad rosa.


Cuando empezamos a buscar información sobre que ver en Jaipur, capital del Rajastán, vimos que era una ciudad interesante, pero muchos blogeros habian tenido malas experiencias con lo pesados que son  tuctuqueros, vendedores y todo tipo de cazaturistas y eso nos descolocó un poco.

Ahora a toro pasado tenemos que decir que Jaipur nos ha gustado bastante, que nos hemos sentido más o menos igual de agobiados que en otras grandes ciudades de India, pero lo que sí nos ha parecido en algunos aspectos es que estábamos en una ciudad más musulmana que hindú: hay bastantes pequeñas mezquitas y se oyen las llamadas al rezo, hay muchas tiendas que venden sandalias,babuchas, dulces...

Jaipur es conocida como la ciudad rosa por el color de la mayoria de edificios en su parte antigua, aunque a nosotros nos ha parecido más color arena rojiza que rosa, pero para gusto...los colores.





Mantiene muchos edificios realmente bonitos y unas calles llenas de bazares con soportales llenos de tiendecitas, y sobre ellas grandes terrazas y casas.





Salimos a pasear por sus calles entrando a la "ciudad rosa" por una de sus muchas lustrosas puertas pero era domingo y la actividad comercial muy baja, lo cual agradecimos para poder pasear más tranquilos y admirar los edificios.

Tres de los principales lugares de visita en Jaipur se encuentran muy cerca de los bazares: El Palacio de los Vientos ( Hawa Mahal), El Palacio de la Ciudad y El Observatorio Astronómico( Jantar Mantar).

Del primero vimos por fuera su fachada principal que es preciosa. Es un conjunto de decenas de ventanitas desde donde las mujeres que vivian en el Palacio podian ver lo que pasaba en el exterior sin ser vistas ellas.



Del segundo vimos su entrada, no muy llamativa. Además como sólo se pueden ver los edificios por fuera y la entrada era carísima pasamos de él.

Y del tercero cuando quisimos entrar estaban ya cerrando, osea que quedó pendiente para el día siguiente.

Volvimos a recorrer algunas calles de los bazares donde habia mas actividad y nos entretuvimos un montón sólo con observar todo lo que nos rodeaba: vendedores saludándonos a nuestro paso pero de manera simpática, niños jugando en las terrazas, tiendecitas de saris llenas de colores, unas cabras peleándose con unos monos, menajes de todo tipo en plena calle...esto sí que es India....y nos gusta!!!.








Pasamos por delante del cine Raj Mandir, un edificio pintoresco que por dentro se ve que es muy bonito y donde proyectan películas bollywood. Estuvimos mirando el precio de las entradas, no estaba mal, pero nos tiró  para atrás que la peli duraba 3 horas...uff, quizás demasiado teniendo en cuenta que además es sólo en hindi.




Estando ya en el hotel y después de cenar paso algo que hacia mucho que no veiamos en nuestro viaje: se puso a tronar y a llover!!!...pero duró poquito.

El segundo día en Jaipur amaneció soleado y  como no caluroso. Nos fuimos a visitar el Fuerte de Amer, a unos 12 kilómetros de Jaipur, y de nuevo prescindimos de la oferta del hotel de ir en un tuctuc. Salimos a la calle de atrás del hotel y paramos un bus local que nos llevara al centro para desde allí coger otro al fuerte, pero tuvimos la suerte que ese mismo bus nos dejaba en la puerta de nuestro destino y por 20 rupias cada uno,guay!!!.

Los buses locales dan para escribir y mucho, pero casi mejor os damos un consejo: coger alguno si alguna vez venís a cualquier país tipo India o del resto de Asia.

Bajamos del bus y nos encontramos de frente con el fuerte en lo alto de una colina, bestial. La subida por las empinadas cuestas puede realizarse de dos maneras: andando o a lomos de un elefante, ¿ adivinais como lo hicimos nosotros?... evidentemente andando.




Por el camino de subida nos encontramos a dos chicas con las que nos cruzamos dos o tres veces el día anterior por los bazares y nos saludamos. Ellas ya volvian de la visita y nos dieron una buena noticia: la entrada al fuerte hoy era gratis!!!!.

La parte que se visita del fuerte realmente es una residencia palaciega  construida con arenisca roja y mármol blanco, que pertenece a un fuerte que se encuentra 3 kilómetros más arriba y que está conectado por pasadizos internos, y todo ello rodeado por unas murallas que serpentean por las montañas que rodean Amber.





Pasear por sus edificios es perderse en un sinfín de estancias, habitaciones, balcones, baños turcos, salas de audiencias y sobretodo lo que más nos gustó: el vestíbulo de los espejos. Paredes, techos y columnas llenas de pequeños ornamentos y figuras de espejo le dan al lugar un brillo y un encanto muy especial.









Desde las estancias más altas vimos grandes vistas y en las más bajas parte de los pasadizos que conectan con el fuerte.







Ya de bajada comimos algo y nos refrescamos antes de coger de nuevo el bus hacia Jaipur. Por el camino pasamos junto al Jal Mahal o Palacio sobre el agua, curiosísima su ubicación.



Nos bajamos en el centro de los bazares junto a los tres lugares de visita que vimos de pasada el día anterior.

Nos acercamos hasta el Observatorio astronómico y nos llevamos otra sorpresa: también se podia entrar gratis, pero ahora ya sabiamos porqué: el 30 de Marzo es el día de Rajastán y los museos son gratis.

El Observatorio es el mayor de los 5 que mandó construir en India el marajá Jai Sighn, gran guerrero y aficionado a la astronomia. Imaginar una gran esplanada con
una serie de monumentos escultóricos, algunos enormes,  con los que a través de la sombras y el sol se realizan cálculos de astronomia y dicen que a día de hoy se usa para saber las fechas de los monzones. La verdad es que por mucho que leiamos los paneles explicativos no fuimos capaces de entender todo aquello, pero no dejó de ser curioso.






Dado que aún teniamos tiempo y las entradas eran gratis nos fuimos al Palacio de la Ciudad, pero mira por donde este museo es privado y de gratis nada de nada.

Nos quedaba entonces ir hasta El Palacio de los Vientos, que sí era de acceso libre, del cual habiamos visto su fachada mas célebre ayer. Primeramente nos sentamos en un banco a la sombra en su primer patio donde nos relajamos un buen rato ( alguien hasta mucho) antes de empezar la visita.

Nuevamente nos encontrábamos ante un bonito palacio lleno de estancias, pasillos y escaleras, y de mucha gente local.





Lo más curioso fué poder ver la fachada de las ventanitas desde la parte interior y tener vistas desde lo alto de los bazares y el resto de Jaipur.




Al igual que ayer volvimos andando al hostel recorriendo las calles que hoy sí tenian todos los comercios abiertos y mucha más vidilla.

Mañana nos vamos a Puskhar, una pequeña ciudad a los pies de un lago y uno de los cinco lugares sagrados de peregrinación para los hinduistas.


Agra: Taj Mahal y el fuerte.


Nueva odisea con los trenes en India nos hicieron llevar a Agra más tarde de lo previsto, por lo que una vez en el hostel no nos quedó más tiempo que subir corriendo a la terraza para tener la primera visión del Taj Mahal, motivo principal de venir hasta esta ciudad. Impresionante!!!...a mi se me pusieron los pelos de punta, de veras. 


Cenamos y nos fuimos a dormir "temprano", siempre nos dan las tantas, pues queriamos ir al Taj Mahal al amanecer.

A las 6 en punto estabamos en la puerta haciendo cola para el cacheo de rigor, pues no dejan entrar nada sospechoso de provocar un atentado: mecheros, boligrafos, tabaco,... Anteriormente pagamos la carísima entrada con la que dan una botella de agua por persona y dos cubrezapatos para entrar al mausoleo ( 750 rupias para los extranjeros y 20 para los hindús).

Después de recorrer unos metros llegas a una puerta preciosa que da acceso al recinto y los jardines que anteceden al Taj Mahal. Todos los turistas nos juntamos en el mismo sitio a hacernos las mismas fotos cuando los primeros rayos de sol iluminaban  uno de los costados del monumento.





Desde ahí vas acercándote atravesando las fuentes y vas observando más detalles del edificio, una maravilla. A su vez la luz cada vez más clara del sol realza el color del mármol y el cielo más azul enmarca el conjunto. Y  fotos, fotos y más fotos.







Decidimos entrar al mausoleo antes que se llenara de más gente y lo pudimos  ver muy bien. Una sala no muy grande alberga la tumba del Rajá que hizo construir el edificio como homenaje a la muerte de la preferida de sus mujeres durante el parto de su 14 hijo. El sepulcro de ella está situado justo en el centro, mientras que el de él yace a su lado, siendo el único elemento no simétrico de todo el Taj Mahal. Las fotos de las tumbas no están permitidas, a pesar de ser dos réplicas, pues las verdaderas se encuentran bajo éstas en un sótano.






Allí dentro pudimos admirar las incrustaciones de piedras preciosas que se encuentran por todo el edifico sobre el mármol, un trabajo realmente increible.

Nos encontramos en los jardines a unas chicas españolas y nos hicimos unas cuantas fotos artísticas aprovechando que ellas nos entendian bien lo que queriamos, jajaja...






Pasadas casi tres horas de mirar aquella maravilla por todos sus ladoss llegó el momento de salir del conjunto, pues tampoco hay  mucho mas que hacer a no ser que te sientes a ver el paisaje y el paisanaje algo que también nosotros hicimos; a destacar tres chicas occidentales ataviadas a lo hindú con unos saris bien lustrosos y unos taconazos de aupa que pasaeaban por allí, lo sentimos, pero para nosotros era un cantazo.

Pero aún faltaban las fotos finales....





Volvimos al hostel a desayunar y dejar las bolsas pues hasta la tarde no teniamos el tren a Jaipur. En recepción nos habian dicho si queriamos contratar un tuc tuc para el resto del día y visitar varios lugares de Agra, pero no hubo manera de acordar un precio "razonable" con el conductor y nos fuimos a nuestro aire.

Despacito y con buena letra, los 40 grados estaban cerca, nos fuimos andando los casi 3 kilómetros hasta el fuerte de Agra.






 El fuerte, construido en piedra de arenisca roja (a lo que se debe el nombre), por el emperador mogol Akbar entre 1565 y 1573, puede ser descrito con mucha más exactitud como palacio amurallado, encerrando en su interior un impresionante conjunto de palacios y edificios señoriales con estilos arquitectónicos que varían desde la complejidad de lo construido por Akbarhasta la simplicidad de lo construido por su nieto Shah Jahan y rodeado de un profundo foso que se llenaba de agua del río Yamuna. ( copiado de la wikipedia, jijiji...).








Nos recomendó que fueramos un chico que estaba e nuestro mismo hotel en Orcha y fué todo un acierto, nos gusto muchísimo por su diferentes estancias y detalles, aunque tuvimos que hacer varias paradas a la sombra por el calor.










Nos pidieron, como no,hacernos fotos con gente local, nos dieron conversación y unos niños de un cole se tiraron como locos a hacerse fotos con nosotros.

Y dada la hora que era y que ya teniamos suficiente de visitas por hoy nos volvimos al hotel en tuc tuc compartido, negociando el precio y consiguiendo tarifa como si fueramos locales!!.

Comimos en la terraza con vistas al Taj Mahal y descansamos un rato antes de partir hacia la estación.

Una vez allí de nuevo retraso en nuestro tren, bueno en todos, porque las pantallas de la estación no daban uno que llegara a su hora. Tras dos horas subimos a nuestro tren destino Jaipur dejando atrás la segunda de las 7 maravillas del mundo que hemos visto en nuestro viaje.