martes, 17 de marzo de 2015

Reserva natural de Sundarbans


Cuando decidimos incluir India en nuestro viaje, Sundarbans nos era totalmente desconocido, pero un  cliente de Carol se lo recomendó si ibamos a pasar por Calcuta. Es el mayor parque de manglares del mundo, compartido con Bangladesh,  y tiene una reserva de tigres de Bengala, además de ser un espacio protegido por la Unesco.

Ha sido nuestro regalo de aniversario, el 10 de este mes cumplimos 3 años que estamos juntos, y que regalazo!!!.

Puntuales a las 8 de la mañana nos presentamos en la oficina donde contratamos el tour. Allí nos tomamos el té que nos ofrecieron y conocimos parte de nuestros compañeros de viaje.

Nos subimos a la miniván junto a Tommy, un chico joven de Malasya,  y Robert un suizo que viajaba solo durante unos días después de hacer un recorrido en familia dos meses largos por India. El resto todos chicos jóvenes hindús.

No habiamos aún arrancado que nos repartieron nuestro desayuno, sandwich vegetal con unas patatas y botella de agua.

Paramos a las afueras de Calcuta a recoger otra miniván que venia también con nosotros y seguimos camino.

El camino fué ameno y el paisaje muy rural y distinto a Calcuta, que alivio. Tras una breve parada para ir al baño y tomar un té, seguimos hasta llegar hasta  Gosaban donde cogimos nuestro segundo transporte del día: una barcaza que nos debia trasladar a la otra parte del rio. Es un transporte que usan todos los que quieren pasar a las islas que forman el parque, y ahí suben de todo: bicis, motos, ....




Una vez en la primera de las islas, son más de 100, nos subimos a unos tuctucs que en vez de asientos tienen una plataforma donde " sentarse"... allí nos subimos los 4 guiris junto a Sanu y Om, nuestros guias. Como nos reimos con ellos con los botes que daba aquello.


De nuevo tocaba cruzar otro rio en dirección a la isla donde teniamos el alojamiento, pero esta vez lo haciamos ya en uno de los barcos de la agencia, El Mar, que junto a Clandestino y Para Siempre forman la flota ( los nombres los pusieron uno de los hermanos que llevan la agencia tras estar de paso por España).



Llegamos así  a la hora de comer al eco-logde Bacpackers Surdanban, un complejo de cabañitas básicas pero limpias y con baño, donde usan sólo energia de placas solares y tienen sus huertos, gallinas, patos, vacas y hasta un búfalo.




Nos repartieron a todos por las cabañitas y justo a los 4 guiris nos pusieron en unas contiguas hechas con hojas de palma, sin mosquitera y ventanas tapadas con simples cortinas sin cristales ni nada, nada que ver con las cotos que vimos en la agencia. A primera vista no estaba mal, pero luego nos fijamos que eramos los únicos que las teniamos así pues las demás eran de pared de obra y con ventanas decentes, ante lo cual fuimos a buscar al guia para decirle que no estábamos deacuerdo con lo que nos habia tocado.

Le pedimos tener una como las de los demás pero de entrada nos dijo que estaba todo ocupado, algo que no nos cuadraba pues el complejo podia albergar a 45 personas y el grupo de las dos minivans no eramos más de 30.

Nos dijo que fuermos a comer que luego miraria de solucionarlo. Comimos bien y abundante, arroz con verduras, patatas, lentejas,... típica comida hindú, y muy picante claro.

Sanu, nuestro guia vinomenseguida a decirnos que nos podiamos cambiar a otra habitación e incluso nos dió a elegir entre 3 diferentes. Acabamos en una habitación triple muuuucho mejor que la otra, la cosa habia cambiado. Incluso les ofreció lo mismo a Tommy y a Robert, pero sólo el primero se acabó viniendo junto a nosotros.

Salimos con todo el grupo a dar un paseo por el pueblo que hay junto al eco-logde. Un pueblecito pequeño pero muy auténtico, donde la gente se  hace sus propias casas, cosecha sus campos de arroz, cuida de sus animales y vive de la pesca y la recolección de miel.






Esta zona en el año 2009 fué muy dañada por un ciclón que arrasó pueblos enteros y mucha gente acabó abandonando la zona, y aún hoy en día no se han recuperado del todo.

Acabado el paseo nos subimos a unas canoas y nos llevaron a adentrarnos en unos canales muy estrechos donde vimos los manglares muy de cerca, pero tanto que nos tocaba la canoa a los troncos y nuestras cabezas corrian peligro. El nivel del agua era bajo en ese momento pues cada día hace un ciclo de 6 horas de subida y 6 de bajada con una diferencia de 5 metros!!!.

El guía nos dijo que si queriamos podiamos bajar a tierra firme dentro del manglar..pues claro!!. Nos descalzamos y allí que nos metimos en medio del fangal donde los cangrejos correteaban por nuestros pies. La zona es segura pues es zona libre de tigres, aunque desconociamos si podia haber algo más.





Pasamos un rato muy divertido intentando no resvalar y emocionante a la vez por estar en medio de los manglares.

Volvimos en la barca al eco-logde con las uñas de los pies negras del barro, jajaja...y nos dijo el guia que en un rato teniamos una sesión en directo de música bengalí. Dos hombres, uno con unos bongos y otro con un pequeño piano accionado como un acordeón nos "deleitaron " con canciones típicas ( Carol lo denominaba cante jondo bengalí, jajaja).

La velada la acompañaba un buenísimo té y unos platos de pakoras de cebolla aún más buenas.

Tras unas cuantas canciones una de las chicas del grupo se animó a tocar ella el piano y cantar unas canciones, y luego lo mismo otra chica y una niña. De esta manera pasamos una tarde noche original y amena hasta la llegada de la hora de cenar.

Tras la cena Sanu nos propuso si queriamos ir a hacer un safari nocturno por los manglares en cano..Claro que sí!!.

Curiosamente los 4  guiris fuimos los únicos que nos animamos, jajaja...y allí que nos fuimos. Nos metimos por unos  canales estrechos, en un silencio increible y bajo las estrellas, además disfrutamos de la luminiscencia del placton tal y como nos pasó en Rabit Island en Camboya. Ya cerca de los manglares encendimos nuestros frontales y nos pusimos a buscar bichejos. Lo primero que vimos fueron unos pececillos muy pequeños que saltaban sin parar; vimos también ranas, cangrejos y varias serpientes de agua bien cerca, pero cerca cerca!!!.






Fué una chulada disfrutar ese momento, aunque ello supusiera irnos a dormir tarde sabiendo que al día siguiente nos tocaba madrugón.

A las 6.15h estábamos tomando un té y a las 6.30h ya subidos al barco para una larga jornada de recorrido por el parque. Nos dividieron en dos barcos  y fuimos a buscar al guia oficial del parque y los permisos para poder entrar en la zona de la reserva natural que llaman el Santuario.






Empezamos recorrido por uno de los muchos rios que forman el delta del parque y el guia nos explicó muchas cosas sobre el parque: extensión, animales que la habitan, especies de manglares,...etc y que la reserva de tigres cuenta ahora mismo con 103 ejemplares, de ahí lo difícil que es verlos ante la gran extensión que tienen para moverse.

Llegó el momento del desayuno, un lujazo poder disfrutar de él desde el barco y con el paisaje que nos rodeaba.



Todo un espectáculo poder ver aquello durante horas, atentos a las orrillas a cada monento a ver si veiamos algo de vida salvaje.  Pudimos ver hasta cinco clases dicerentes de pájaros Kingfisher, a cual más bonito, varias águilas culebreras, garzas y muchos tipos de ave más.





Hicimos la primera parada en tierra en una de las islas donde hay una torre de observación junto a una zona creada de manera artificial para que los animales beban, pues todos los rios de la zona sonnde agua salada, así como unos paneles explicativos del parque y su fauna.



Ya de vuelta a la navegación vimos en la orilla unas pisadas de un tigre que supuestamente habia cruzado ese rio la noche anterior según nos dijo el guia.
Al poco vimos, ese sí que en vivo, a un varano en la orilla y algún mono.





Llegó al rato la hora de comer, y de nuevo disfrutamos de ella a bordo. Hay que ver como se lo curró la cocinera durante la jornada.

El calor y la barriga llena hizo estragos en la mayoria del grupo y al rato casi todo el mundo dormia, jajaja..pero yo mantenia la guardia por si aparecia algo interesante.




Justo fué despertarse Carol y ver ella un par de cervatillos tras unas ramas cerca de la orilla. Dimos la vuelta con el barco para verlos más de cerca hasta tenerlos justo delante. Finalmente uno de ellos se lanzó al agua y cruzó el rio, que chulada.






Llegamos así hasta la isla donde subimos a las segunda torre de observación. Allí justo vimos a otro cervatillo, algún mono y más pájaros.

Navegando llegamos hasta uno de los rios donde el espacio era mucho más abierto y por el que bajaban algunos barcos de carga dirección al Mar de Bengala, justo en la frontera entre India y Bangladesh.







Y disfrutando de la inminente puesta de sol se acababa nuestra jornada de navegación, no pudimos ver ningún tigre pero fué un día igualmente genial.

Nosotros teniamos programado un tour de tres dias y dos noches, pero la mayoria de gente sólo de dos dias una noche por lo que nos despedimos del grupo que volvia a Calcuta  y con nuestro barco volvimos al logde junto a Sanu y Tommy, ibamos a estar como VIPS, jajaja...

Al llegar al alojamiento y tras una buena ducha cenamos junto al personal del logde y los capitanes de los tres barcos, bueno, capitanes que además cuidan del huerto, ayudan en la cocina,...allí todos hacen de todo.

Estuvimos de conversación con Sanu y Tommy y nos contaron curiosidades sobre la religión y sus costumbres, nuestro guia es hindú Brama y vegetariano, y Tommy budista Taoista que aunque come carne no la toma de ternera. Tras la charla y ante el ofrecimiento de Sanu  volvimos a subirnos al bote pequeño para repetir nuestro safari nocturno. Volvimos a ver  bichejos como el día anterior y el efecto del placton en el agua, así como un cielo estrellado donde curiosamente vimos la constelación de la Osa Mayor( el carro), pero al revés de como la vemos nosotros desde casa, osea el carro hacia abajo...muy  curioso.

Ya de vuelta tocaba dormir y descansar.

El último día era más que nada para recoger las cosas y  volver a Calcuta al mediodia.
Desayunamos junto a toda la familia del logde y deshicimos todo el camino del primer día. El barco y el tuctuc primero, y como para la última canoa tocaba esperar un rato Sanu nos llevó hasta un mercadillo donde un amigo suyo tiene una parada de fruta. Nos invitó a un té, mandarinas, uvas y unos plátanos pequeñitos muy curiosos que tienen semillas dentro.

Ya de nuevo en Gosaba nos esperaba la miniván para volver a Calcuta, esta vez con sólo  tres pasajeros, guia y chófer, jajaja. Conectamos nuestro teléfono a la radio y estuvimos escuchando música española un rato y música hindú del teléfono de Sanu otro rato.






Ya en la oficina de la agencia nos despedimos de todos y nos fuimos a comer algo al restaurante español de Sudder Street: croquetas, pasta y puré de patatas. Hicimos unas compras en el super y volvimos a la guesthouse de dias atrás donde nos guaraban las bolsas grandes y dormiriamos nuestra última noche en Calcuta.

Mañana tenemos por la tarde el tren que nos llevará a Varanasi y queremos aprovechar la mañana para ir a la Casa-Museo de la Madre Teresa de Calcuta y al New Market que estos dias atrás estaba cerrado por no sabemos bien que problema.




3 comentarios:

  1. Ha tenido que ser una experiencia fantástica la de estos días por los manglares, lástima que los tigres se escondieran y no se dejaran ver por aquellos parajes.

    Aquí os dejo uno que por su cara también se quedó triste de no veros

    [img]https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRWQ8nKJjc62DFF-iAFcSMooaX0JikKOcE8ar1Gt98xbc4rR4XS[/img]

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    1. Una lástima no haber visto tigres, pero el resto ha valido la pena, y mucho!!!.

      Preciosa la foto.

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    2. Una lástima no haber visto tigres, pero el resto ha valido la pena, y mucho!!!.

      Preciosa la foto.

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