Mientras Carol acababa de prepararse salí a la terraza del jardín a tomar un chai ( té con leche) y se sentó a desayunar en la misma mesa un señor israelí pero con perfecto castellano. Al poco llegaron al hostel cuatro chicas argentinas recién llegadas de Khajurajo y cuando salió Carol me encontró rodeado de los cinco, por lo que acabamos desayunando todos juntos.
Nos pusimos luego de charla, y si nosotros hablamos, las chicas aún más, jajaja...pero eran muy divertidas.
A media mañana salimos a visitar los ghats de sur a norte de la ribera del Ganges. Desde el hostel tenemos acceso al rio a un minuto andando. Impresiona salir a la ribera del rio a pleno sol y ver todo lo que allí se encuentra.
No pudimos resistirlo y tocamos el agua del Ganges, no podiamos irnos sin hacerlo, aún sabiendo lo contaminada que está, lo hicimos en una zona apartada de los baños y los crematorios.
La actividad no era mucha a esas horas, pero nunca deja de haber gente bañándose, lavando ropa, aseando sus bueyes y sobretodo ofreciendo paseos en bote. Asimismo no faltan sentados en las escaleras de los ghats los santones, con sus largas melenas y barbas, vestidos de naranja,viviendo de la caridad y dedicando todo su tiempo a rezar en el templo. Robamos algunas intantaneas de ellos, pues su imagen también les sirve de reclamo turístico y te ofrecen hacerse fotos a cambio que les des dinero.
De esta manera llegamos al ghat de Harishchandra, uno de los ghats donde se realizan las incineraciones. Justo al llegar vimos como preparaban la pira para una mujer fallecida y la empezaron a prender. Cerca ardian dos hogueras más. En una de ellas se observaban prefectamente los pies del difunto ardiendo mientras los miembros de la familia recolocaban los troncos par que quemara todo por igual.
No está permitido, por respeto, hacer fotos de las incineraciones, ni las hubieramos hecho. El acceso a los turistas es libre y solamente no está permitido presenciarlo a las mujeres de la familia del fallecido pues no se puede llorar para no dañar el karma del difunto. Impresiona ver las montañas de madera que hay junto a los crematorios, pues para cada incineración se necesitan más de 200 kilos de leña, que a su vez puede ser de varias calidades, siendo la de sándalo la más cara, unas 6.000 rupias kilo.
Contado así es un tema quizás escabroso, pero a los dos nos impresionó menos de lo que pensábamos, seguramente porque los ves a ellos con la naturalidad que realizan todo, aunque dese luego no deja de ser algo impactante.
Seguimos camino bajo un sol de justicia por los ghats. Compramos unas samosas para comer y nos sentamos un rato en unas de las escaleras. Sólo ver lo que ocurre y pasa a tu alrededor ya da para estar entretenido un rato largo.
Llegamos así hasta el ghat de Manikarnika, donde se realizan la mayor parte de las incineraciones 24 horas al día 365 dias al año. Desde lejos vimos mayores montañas de madera que en el ghat anterior, lo cual ya da proporción de lo que allí nos esperaba. Allí nos encontramos a un chico que nos empezó a explicar el tema de las cremaciones. Se presentó como trabajador de una de las 3 casas que la Madre Teresa de Calcuta tiene junto al ghat y donde llevan a la gente enferma que está a punto de morir. Es cierto que hemos leido la existencia de estos tipos de casas donde la gente en estados terminales habita para estar más cerca del rio. No sabemos si era verdad que pertenecia a la hermandad, pero nos guió por todo el complejo y nos explicó un montón de cosas, algunas de las cuales sabiamos porque las habiamos leido.
( Las explicaciones que vienen a continuación son algo duras, aunque reales, por si a alguien le pueden afectar. A su vez responden a lo que nos han explicado o hemos entendido, por lo que podrian contener algún error).
Una vez fallecida la persona , y antes de 8 horas, es llevada por la familia hasta el rio en una especie de camilla hecha de bambú y cubierta de mantos de colores y flores. Ya a pié del rio es sumergida tres veces en él y luego se la dispone en la pira. Uno de los miembros de la familia vestido con unas ropas blancas, afeitado y rapado al cero menos un pequeño mechón es quien enciende la leña tomando el fuego de una fogata central junto al templo que nunca se apaga, no sin antes junto al resto de familia dar 5 vueltas alrrededor de la pira repitiendo una oración.
El cuerpo se tiene en llamas durante 3 horas y pasado ese tiempo las cenizas se tiran al Ganges, así como los restos que han quedado sin quemar. El conjunto de ese ghat está formado por varios templos y tres zonas de incineraciones, la inferior para " los intocables", castas más bajas, la intermedia para las castas de tipo medio y la alta para los bramanes y las castas más altas.
Vimos como 7 u 8 hogueras a la vez donde se podian reconocer perfectamente partes del cuerpo de los incinerados, gente local y turistas observando desde las escaleras , familias de los fallecidos, vacas por el medio de todo aquello....en fín, para vivirlo. Y aunque el humo está por allí de manera constante hay que reconocer que no hay mal olor.
Nos explicó el chico quienes no son incinerados: los santones, las mujeres embarazadas, los niños menores de 12 años, los enfermos de lepra y los que han muerto por picadura de serpiente. Estos son envueltos en una sábana y tirados al rio directamente con una piedra atada para que se hundan.
¿ Y porqué de las incineraciones en el Ganges?. Todo el que es incinerado allí y tiradas sus cenizas al rio se libra del ciclo de las reencarnaciones, algo en lo que creen los hindues, y tanto puede ser en algo mejor o peor que la vida anterior. De esta manera su karma se dirige directamente al destino final, donde estará en un estado superior.
Salimos de allí por las estrechas calles del centro en busca del Blue Lassi, un pequeño lugar donde dicen que hacen los mejores lassis( batidos de yogurt) de toda India. Nos tomamos uno de frutas variadas y otro de piña con chocolate...buenísimos.
Volviendo hacia los ghats es inevitable cruzarse con varios grupos de familias que transportan entre las serpenteantes callejulas a los fallecidos camino de la incineración mientras voz en alto van recitando repetidamente una frase. A nosotros nos impresionó, pero la gente local lo vive de la forma más natural.
Ya en el guesthouse aprovechamos para conectar por skype con los alumnos de la Escola Prat através del proyecto con nuestro amigo Justi de AI WORLD. A los alumnos les llama mucho la atención el tema de las comidas así como la relación con la gente local, y nos han pedido que grabemos un video comiendo algo típico hindú muy picante, jajaja.
Aprovecando que aún era pronto salimos a dar una vuelta por los ghats cercanos donde también se celebra la ceremonia del Aarti, aunque de manera más sencilla y con menos gente, pero aguantamos poco porque los mosquitos a esa hora nos comian.
Volvimos a cenar y a dormir prontito pues queremos mañana madrugar para ver la salida del sol junto al rio.
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