lunes, 9 de marzo de 2015

Gantok, capital de Sikkim

Salimos de buena mañana de Yuksom junto a Marisol y Santiago, y demás gente local, apretaditos en el jeep dirección Gangtok, la capital de Sikkim. Cinco horitas de curvas y baches, montañas y puentes sobre pequeños riachuelos.

Nos contaban por el camino nuestros amigos que en el camino de ida a Yuksom coincidieron con una chica de Gangtok en el jeep, muy simpática, y que ese mismo dia volvia a su casa. Casualmente en una parada para un descanso coincidimos con ella, ¿ y quien era ella?, pues la chica que durmió con nosotros en el Homestay de Thasiding junto a sus amigos italianos!!!, que casualidad. Quedamos que una vez en Gantok nos llamaria para quedar y vernos.

Una vez en la ciudad e instalados en el hotel salimos a comer algo y dar una vuelta. Gangtok nos ha recordado mucho a Darjeeling, calles estrechas y empinadas, edificios de colores y bastante bullicio de gente. Su calle más comercial es peatonal y con una estatua de Ghandi presidiendo la entrada.




Estuvimos mirando varias agencias para contratar una excursión al lago Tsomgo, a unos 40 kilómetros de la ciudad , así como para ir a ver unos Monasterios que también se encuentran a las afueras.

Por la tarde noche quedamos con Anurada, la chica de Gangtok, para cenar y ella nos explicó que un amigo suyo nos podia organizar la salida al lago y que para ir a ver los Monasterios ella misma por la mañana intentaria arreglarnos el precio con un taxista.

Y así fué como lo hicimos por la mañana del día siguiente. Después de un desayuno "potente" nos subimos los 4 a un taxi, o minitaxi más bien dicho y cogimos rumbo primero al Monasterio de Rumtek, el más grande de Sikkim. El acceso al conjunto no da la sensación que entres a un lugar religioso pues nos pidieron los pasaportes, nos inscribieron en un libro de registro y tuvimos que pasar por un arco de metales. El Monasterio es importante, cierto, pero no sabemos si hace falta todo ello, más cuando en el interior ves policias armados en varias zonas.






La parte central del Templo es muy bonita, y su interior también( como en todos los templos budistas, no se permite hacer fotos, por eso no podemos enseñaros ninguna). Por el patio se movian montones de monjes de todas las edades, desde niños bien pequeños hasta gente más mayor.

En la parte posterior del Templo pudimos visitar la Estupa Dorada. Se encuentra en una habitación acristalada y aunque no se puede ver muy de cerca es realmente preciosa, con montones de detalles y piedras preciosas incrustadas.

Al lado del edificio donde está la estupa se encuentra un edificio enorme que alberga un Instituo de Estudios Tibetanos de gran reconocimiento e importancia en el mundo budista.

Seguimos camino por una carretera sinuosa y con bonitas vistas de la ciudad de Gangtok hasta llegar al segundo Monasterio, el de Lingdum.






Este segundo es, si cabe, más grande que el primero y además no habia apenas nadie por lo que el ambiente era de mucha paz y tranquilidad, sólo rota por las carreras de los niños que están allí.

A la entrada del Templo nos encontramos a dos chicos de Calcuta; uno de ellos hablaba algo de castellano y charlamos con un ratillo.





Después de pasear por el recinto a la salida vimos una hilera de ruedas tibetanas larguísima, algo que no habiamos visto hasta ahora. Tomamos un té y con nuestro fashion conductor nos fuimos hacia las cascadas de Banjhakri. Como nos habiamos entretenido bastante durante las otras visitas y el camino en coche era largo y lento por el estado de la carretera llegamos a una hora del cierre, intentamos que nos rebajaran el precio de la entrada, pero como no hubo manera decidimos no entrar.

Se trata de una pequeña cascada, en esta época con poca agua, así como un pequeño museo donde explican como con la caida del agua crean electricidad, además de unos jardines y tiendas de souvenirs...vamos, que no nos perdiamos nada.

Regresamos hasta nuestro hotel donde nos dejó el taxista y nosotros nos fuimos en busca del billete de tren para el próximo destino: Calcuta.

Quedamos para cenar con nuestros compañeros de viaje estos dias y vimos un momento a Anurada que nos presentó al chico que nos iba hacer de guia para ir al día siguiente al lago Tsomgo.

Un rato de blog y whastups aprovechando que después de varios dias tenemos wifi, aunque sea muy malillo, y a dormir.

A las 7.30h estabamos los cuatro a punto esperando al guia y el jeep, pero pasados 20 minutos allí no llegaba nadie. Llamamos al chico y nos explicó que habia tenido un problema con los permisos y que no podriamos salir hasta las 9.

Llegó finalmente nos recogió el jeep y salimos de camino. Al poco rato nos llamó la atención unos niños y niñas vestidos con un uniforme del colegio muy particular. Nos explicó el guia que era una escuela que usaba los uniformes al estilo de cuando Sikkim era un reinado.



El camino empezó a coger altura enseguida y una caravana de jeeps subia en dirección al lago con nosotros. Pasamos en control policial de acceso a la zona, y vimos muchos cuarteles militares. Paramos a tomar un té en unas casas hechas de chapa y desde las que veiamos ya las montañas llenas de nieve.





A la hora y media de camino ya estábamos al lado del lago, a casi 3.800 metros de altura y a 5 kilómetros de la frontera con Tibet, algo que notamos mucho por la gran presencia de militares.

El lago estaba helado en casi más de la mitad de su superficie y rodeado completamente de nieve. Sólo está permitido andar una parte del mismo y para los que no quieren andar hay unos Yaks sobre los que se puede hacer el camino.






Hicimos muchas fotos, incluidas unas andando sobre el lago helado, que sensación más extraña, jajaja. Pasamos un buen rato disfrutando de las vistas sobre las montañas, del lago, la nieve y la gente que por allí estaba. Una pareja local nos dejó unos sombreros típicos de Sikkim para hacernos una foto chulísima.












Tomamos camino de regreso  y aprovechamos el viaje para hacer un picnic en el jeep, que risa con los baches y las curvas, los bocatas iban que volaban, jajaja. Poco antes de llegar a Gantok paramos a ver unas pequeñas cascadas pero que en esta época del año llevan muy poca agua.





Ya de nuevo en el hotel, un ratillo de descanso tras el madrugón y a por los billetes de tren que teniamos encargados en la agencia.

Cenamos prontito con Marisol y Santiago auténtica y picante comida hindú y nos despedimos de Anurada, nuestra amiga de Gantok. Mañana ellos toman camino de Nepal mientras que nosotros tomamos un tren para ir a Calcuta donde empezaremos nuestro viaje por el norte de India ya fuera de Sikkim.




Nos espera nuestra primera experiencia en los trenes de India durante 12 horas para hacer poco más de 550 kilómetros.

2 comentarios:

  1. Daviiiiiiiid, que son Yaks y no los toros de Dueñas, jajajajaja.
    Que bueno poder descubrir nuevos lugares a través de vosotros. No sabía de la existencia de Sikkim, ni que en la parte NE, la Índia se estrecha para abrirse paso bajo Bhutan; y como nunca es tarde para aprender cosas nuevas, pues ale, ya aprendí una cosa más.
    Y mencionando al refranero "a la cama no te irás sin aprender una cosa más" y como ya lo he hecho a la cama que me voy.

    Buenas noches desde Cardedeu.

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    1. No serán las vaquilas de Dueñas, pero como te acercaras mucho te miraban de mala gana, jajaja...

      Genial ayudar a descubrir nuevas zonas que a su vez también eran desconocidas para nosotros antes de iniciar el viaje.

      Nos adentramos en la verdadera India, Sikkim nos ha encantado pero no deja de ser muy parecida a Nepal.

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