jueves, 29 de octubre de 2015

San Cristóbal de las Casas.


Llegamos a eso del mediodía a la estación de autobuses de San Cristobal y ya por la ventanilla vimos que la gente iba más abrigada, son algo más de 2.000 metros de altura a los que está la ciudad y eso se nota.

Nos encontramos en una de las ciudades coloniales más bellas del Estado de Chiapas y de todo México, reconocido varias veces como el Mejor de los Pueblos Mágicos del país por la conservación de sus iglesias, plazuelas, calles empedradas y edificios. Esta ciudad fué de las primeras fundadas por los españoles y en 1.528 Don Diego de Mazariegos  le puso el nombre de su ciudad natal, Ciudad Real. Posteriormente ha cambiado varias veces de nombre hasta finalmente conservar el actual en honor de su santo patrono y del obispo Fray Bartolomé de de las Casas, gran defensor de los indígenas.

Y es que la presencia de población indígena en San Cristóbal y pueblos cercanos es grande a la vez que evidente por su vestimenta, casi una cuarta parte del total son amerindios ( descendientes de americanos indígenas) y entre ellos la etnia predominante es la tzotzil. Además en sus comunidades se comunican en su lengua propia y es difícil oirles hablar castellano.

Para la semanita que vamos a estar aquí hemos alquilado una casita entera en el barrio del Cerrilo, a pocas calles del centro en una zona muy tranquila. El dueño es un inglés que no vive aquí, por lo que un chico local que se  cuida de la casa es el que nos dió la llaves y nos explicó cuatro cosillas. La verdad es que está genial: tenemos nuestra salita  con sofás, comedor, un patio desde el que se accede a baño y cocina, y la habitación en una planta alta sobre éstos.






Esta es una localidad para recorrer andando por calles empedradas entre casitas bajas, tiendas montadas con mucho gusto, barecitos de vinos y restaurantes con todo tipo de cocinas ( incluida cocina catalana) , muchas iglesias y plazuelas. Es un lugar muy turístico para locales y extranjeros, hay muchos vendedores ambulantes pero no es agobiante y en el fondo es un pueblo, osea que acabas viendo a la misma gente varias veces. Y eso justo nos pasó la primera tarde cuando nos encontramos con Mathilde y Charlie que habian llegado el día anterior; pero lo más gracioso es que estando hablando con ellos vimos a la pareja canadiense que estubo en la cabaña de al lado en Mazunte.






Por si a San Cristobal le faltara ambiente, que va sobrado, justo hemos llegado en la semana en que se celebra el Festival Internacional Cervantino Barroco por lo que durante todo el día se celebran actividades culturales en varias zonas de la ciudad, pero es en la Plaza de la Paz, junto a la Catedral, donde hay montado un gran escenario donde la primera noche pudimos ver música tradicional Chiapanenca a cargo de una familia de músicos, el segundo día danzas tradicionales, jazz y unos boleadores argentinos.








Dentro de las  otras actividades del festival  vimos que habia una representación en el Teatro Daniel Zebadua de una compañia local y que además era gratuita. La obra se llamaba Palenque Rojo y narra la historia sobre la rivalidad entre los asentamientos mayas de Palenque y Tonina; la representación es muy vistosa pues los actores llevan ropas de la época y realizan danzas tradicionales, fué muy interesante.






¿ Que hemos visto en la ciudad?, pues de todo un poco en estos dos primeros días. Primero nos pasamos una mañana por el mercado central para comprar comida para estos dias aprovechando que tenemos la casa. El mercado es enorme y con mucho movimiento de gente, compradores y vendedores, ya que mucha población indígena de pueblos cercanos como San Juan Chamula que vienen a vender sus productos. Paseamos por los estrechos pasillos viendo bastantes productos que no conociamos y compramos pollo, pescado, fruta y verduras a muy buenos precios. Es una pena que no os podamos enseñar fotos pero no las hicimos por respeto a la gente ya que a los indígenas no les gustan, ello creen que se les va un trozo de su alma y tampoco es un lugar turístico, la gente local no aceptaria verse como algo así, es simplemente un mercado. Lo que si tenemos son fotos de un guacamole que nos hicimos y un chocolate calentito con una rosca dulce...rico ¿eh?.

martes, 27 de octubre de 2015

La impresionante cascada El Aguacero.


Una de las grandes ventajas de compartir vivienda con gente local es que siempre puede recomendarte lugares que son poco conocidos y no salen en las guias turísticas; este fué el caso de la cascada del Aguacero, una sugerencia de Rodrigo que fué un gran acierto.

No hay un transporte público directo al lugar osea que nos tocó un poco de aventurilla. Primeramente, con agua y bocatas de casa, fuimos a buscar un camión que nos llevara hasta el pueblo de Ocozocuautla; eso fué sencillo pues pasan muy cerca de la casa. Durante el trayecto le comentamos al chico que cobraba los tickets que luego debiamos tomar un colectivo al desvio de la cascada, que por favor nos dijera donde era mejor bajarnos;muy amablemente no indicó la parada y donde tomarlo.

Cuando llegamos la furgoneta estaba llena y nos sentamos junto al chófer, bueno eso fué cuando nos abrió él desde dentro pues la puerta no tenia maneta, jaja...¿ os describimos el resto de la furgoneta?...sólo deciros que acabamos cuatro sentados en el asiento de delante, que en el tablero del coche tenia luces encendidas de todos los colores: la del freno de mano, la de la bateria, la de las puertas abiertas,...menuda feria!!!. Pero bueno, funcionaba que era lo que hacia falta.

Durante el trayecto paramos en un par de aldeas fuera de la carretera y circulamos por los caminos de tierra dejando a gente en sus casas. A la media hora llegó el momento de bajarnos nosotros justo en el desvio que marcaba a las cascadas. Apartir de ahí el transporte pasó a ser el propio, osea caminar por una pista de tierra durante unos 3 kilómetros bajo un sol de justicia ( sabiamos que seria así, no fué una sorpresa).





Llegamos hasta el primer desvio cuando faltaba un km y desde allí vimos ya la primera parte del Cañón del rio Venta, lugar donde se ubica la cascada. Empezó entonces un empinado camino de bajada hasta la entrada de la Reserva y pagamos la tasa de 30 pesos por persona. Allí una señora nos explicó que bajando 724 escalones llegariamos al rio y desde allí por un camino  nos encontrariamos  con la cascada. Del mismo modo a 200 metros de la zona de entrada hay una cueva con un rio subterraneo que se puede visitar, pero eso lo dejábamos para la vuelta.





Con ánimo empezamos a bajar los escalones entre un frondoso bosque y algunas cuevecitas hasta que empezamos a ver y oir el rio entre las altas paredes rocosas del cañón.




Giramos entonces a la izquierda por un sendero que tan pronto era visible como desaparecia dentro del rio y nos tuvimos que meter al agua hasta la cintura. Por allí encontramos a un matrimonio con su hijo adolescente disfrutando del rio, que aunque presentaba un color muy marronoso debido a que su fondo es muy arenoso y lo enturbia  pero el agua bajaba muy limpia.






Vimos por primera vez la parte más alta de la cascada, metimos las cosas importantes en la bolsa estanca y dejamos la mochila en unas piedras a resguardo del agua, no habia otra opción que meterse de lleno en el rio.

Llegamos así hasta el Aguacero, una inmensa caida de agua de unos 40 metros que se divide en forma de abanico en varias secciones que caen junto al rio formando a su vez otras pequeñas cascadas hasta llegar al mismo....BESTIAL!!!!. Hemos visto cascadas muy bonitas en varios paises, caudalosas unas, enormes otras, pero esta en su conjunto queda de las primeras del ranquing y además puedes acceder hasta el pié mismo y mojarte de lleno.






Junto a todo ello, por si fuera poco, se le suma el valor añadido que apenas habia gente y eso que era sábado, un par de matrimonios que se fueron al poco y dos parejas que llegaron después, nadie más.

Sin pensarlo dos veces empezamos a subir por las primeras piedras y sentir el frescor del agua que caia. Pero cuando nos metimos bajo los chorros más fuertes además notamos la increible fuerza del agua, tal es que al poco nos salimos de allí porque llega a doler, pero el momento es total.






Bajo la cascada hay varias formaciones rocosas producidas por la erosión y cubiertas de  musgo, muy parecido a El Arbol de Navidad del Cañón del Sumidero. Nos divertimos subiendo y bajando por las rocas y dandonos un baño en las balsas naturales de la parte inferior con un agua cristalina.







Tras muuuuchas fotos y por indicación de un señor nos adentramos un poco más rio arriba para ir a ver otra sección separada de la cascada, que aunque más pequeña era igual de bonita, de hecho hubo un momento que metidos en medio del rio pudimos ver las dos a la vez, maravilloso.






Teniendo en cuenta lo que nos quedaba por subir en el camino de regreso así como la pista hasta la carretera teniamos que volver un poco pronto pues las últimas combis hacia el pueblo pasaban a eso de las 6. Recogimos las cosas y antes de empezar la subiada comimos junto al rio para tomar fuerzas; allí nos encontramos a la familia de antes que recogia sus bártulos.




De nuevo nos esperaban los 724 escalones, esta vez de subida, pero para dar ánimos alguien escribió un eslogan que bien pudiera servir para algún partido político de moda, jajaja...




Una vez arriba nos encontramos por sorpesa a Mathilde y Charlie que finalmente se habian animado a venir a la cascada, pero no nos entretuvimos mucho pues sino a ellos no les iba a dar tiempo de ir y volver. Nos quedaba entonces ir a ver la cueva El Encanto y su rio subterráneo que según nos habian explicado es el que forma la cascada de la que veniamos y que durante un trayecto de 200 metros se puede explorar con una barca hinchable.

El camino empezó bien pero luego se convirtió en un pedregal y tras una curva nos encontramos camino abajo la entrada a la cueva; no estuvimos de entrada muy convencidos de entrar pero nos animamos. No es más que unos pocos metros los que se pueden avanzar antes de encontrarte el agua y esperamos un poco a que la vista se nos acostumbrara a la oscuridad pues no teniamos linterna y la del movil no daba para iluminar suficientemente. Vimos la barquita hinchable que usan para adentrarse en el interior y tiramos un par de fotos con flash para poder ver algo más.







Retrocedimos camino y nos pusimos rumbo a la carretera a por la combi. Nos fuimos entreteniendo por el camino recogiendo bonitas piedras, de cuarzo según Carol cuando nos tuvimos que poner a un lado del camino para dejar pasar a una ranchera, pero ésta se paró junto a nosotros, era la familia del rio. Nos preguntaron donde ibamos andando y tras explicárselo nos dijeron que nos acercaban a la carretera, pero ¿ luego a  donde siguen?...hasta Tuxtla...pues les llevamos, nosotros vamos allá!!!. Total que nos subimos y estuvimos de charla con ellos todo el camino, una familia muy agradable y además  ella tiene una hermana viviendo en Mallorca por lo que hablamos de España, las comidas de aquí y allá....osea que sin darnos cuenta ya habiamos llegado; nos dejaron a la entrada de la ciudad para que pudieramos tomar el conejobus pues ellos se dirigian hacia el Norte de Tuxtla y les agradecimos mucho el detalle.



Ya en casa nos encontramos con Rodrigo con el que estuvimos un ratillo de charla antes de darnos una buena ducha, los escalones nos habian hecho sudar de lo lindo. Tras la cena estuvimos decidiendo que hacer si salir el día siguiente hacia San Cristóbal o pasar otro día en Tuxtla, y como la habitación estaba libre decicimos alargar un día más la estancia.

Pasamos un domingo muy tranquilo, por la mañana Carol alargó un poco la estancia en la cama mientras yo salí a dar una vuelta por el parque que a primeras horas de la mañana estaba ya bien animado de gente haciendo deporte , unos a su aire y otros en competiciones de beisball, basket y fútbol.

Volví a casa, desayunamos y salimos los dos a pasear por el parque buscando algo de fresco en un caluroso día. Nos pasamos la mañana de manera muy amena viendo primero un partido de beisball femenino y luego otro masculino, éste último muy emocionante y reñido, algunas tensiones y discusiones mientras la gente desde la grada animaba o protestaba dependiendo si su equipo era el favorecido o el perjudicado.

Al mediodía hicimos un skype con  mis papis, nos pusimos al día de todo y comimos algo. Por la tarde salimos a dar una vuelta por un pequeño centro comercial cercano y compramos algo para cenar para después ponernos a buscar alojamiento en San Cristobal de las Casas; allí nos vamos mañana a pasar una semanita a algo más de 2.000 metros de altura y bien fresquitos.