sábado, 24 de octubre de 2015

Tuxtla Gutierrez: capital de Chiapas.


Esta vez el autobús nocturno iba practicamente lleno por varios guiris que iban a San Cristóbal de las Casas, última parada del trayecto por lo que no pudimos tener asiento doble  para cada uno, aún y así el viaje no fué muy duro.

A eso de la 1.30 de la mañana y estando todo el autocar dormido el chófer paró y se subió una señora que a todo grito, sin miramientos, clamó al personal: buenas noches, acaban de llegar al Parador San Carlos donde tienen 30 minutos de descanso para tomar alimentos, bebidas e ir al baño...tenemos empanadas, enchiladas, jugos, tés, aguas de sabor, leche, café...pocos nos movimos pero sólo para poder estirar las piernas tras 5 horas de viaje valia la pena bajar.

De nuevo en marcha estuve un ratillo de charla con una chica del asiento de al lado ya que el señor que se sentaba junto a ella le daba conversación pero el castellano de la australiana era muy limitado, osea que tras hacer de medio intérprete entre ellos acabamos hablando los dos. Después de un mes largo por Barcelona, mira que casualidad, viajó a México donde ha estado unas semanas y ahora seguirá viaje hacia Sudamérica donde se reunirá con varios amigos, durante el camino su objetivo es ir aprendiendo el máximo de castellano.

Volvimos a caer en el sueño hasta que a las 6 en punto llegamos a nuestro destino, nos despedimos de la chica australiana, el señor bajó con nosotros, y nos quedamos en la estación de autobuses esperando que amaneciera antes de ir camino de nuestro alojamiento. Volvimos a usar la aplicación Airbnb que tanto y tan bien nos está funcionando para alquilar esta vez una habitación en un departamento donde también vive el dueño.

Como estaba muy cerquita fuimos andando pasando junto al parque Caña Hueca donde a las 7 de la mañana ya habia un montón de gente haciendo deporte. A las 7.30h, tal como habiamos quedado  con Rodrigo, estábamos a la puerta de su casa, nos bajó a abrir y subimos las cosas. Nos enseñó el departamento, perfecto para lo que necesitamos, además somos sus primeros huéspedes osea que nos pidió hasta que le dieramos sugerencias si algo nos parecia mejorable. En el mismo edificio vive una amiga suya que tiene un pequeño restaurante en el local de abajo y una escuela donde se imparte yoga enfrente, incluso estamos invitados a hacer alguna clase si nos apetece.

Tras explicarnos algunos lugares donde ir a comprar y que visitar desayunamos un poco y nos estiramos a dormir un rato para recuperar algo de sueño. Tras una reparadora siesta mañanera e ir a dejar la colada en una lavanderia cercana nos fuimos al super a comprar desayuno y cena para un par de días, toca aprovechar que tenemos cocina para comer algo suavecito estos días. Nos gustó mucho el escudo del Estado colgado de un puente así como los semáforos tan modernos de esta parte de la ciudad.




Por la tarde hemos tomado ( nada de coger) un bus urbano y hemos ido a la Plaza de la Marimba lugar de tradición donde cada día desde hace más de 20 años todas las tardes noches en el kiosco central hay grupos tocando la marimba, instrumento muy tradicional en Chiapas; a su vez la gente sale a bailar mientras muchos otros ven el espectáculo mientras toman sus antojitos ( aperitivos mexicanos).






La plaza vendria a ser un jardín con el kiosco en el centro, muchos bancos para sentarse y montones de locales para beber y comer en calles que la rodean. El ambiente era muy agradable repleto de gente local, donde todo el mundo se conoce, y cuando la música suena la plaza se llena de gente bailando, mucha de ella muy mayor pero con un estilo y espíritu envidiable.




Pasamos un rato muy divertido viendo a los que parecen profesionales, a los viejitos moverse con estilazo, a las que esperan pareja de baile y a los que se lo pasan en grande sin importar que dirán.

Volvimos a la casa para hacernos la cena, vimos entonces que los chicos de abajo empezaban a tocar guitarra en mano al personal que habia dentro del pequeño restaurante @PuraVida, así se llama, bien pequeño como para que los intérpretes estuvieran sentados en la calle.

Llegó entonces Rodrigo con su amiga del piso de abajo y estuvimos un rato de charla donde nos recomendaron varios lugares que no debiamos dejar de visitar en las semanas que nos quedan por México.

Al marcharse cenamos con la música de fondo del miniconcierto y recibimos una mail de Mathilde y Charlie, la pareja francesa de Mazunte. Resulta que llegaron esa tarde también a Tuxtla y mañana tienen planeado visitar el Cañón del Sumidero al igual que nosotros, osea que ya hemos quedado que si no nos vemos allí por la noche seguro por la ciudad. Hay que destacar que Tuxtla no es un gran atractivo turístico, de hecho la mayoria de gente que hemos conocido que está viajando por la zona se la salta, no es una ciudad bonita y sus mayores atracciones son naturales y están a las afueras, de todas formas nosotros tenemos tiempo y visitaremos algunos lugares.

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