Tras un buen desayuno en casa nos pusimos en marcha para la excursión del día. Siguiendo las indicaciones de Rodrigo, nuestro perfecto anfitrión, tomamos en el boulevard el Conejo Bus ( sí de veras que así se llama el servicio de autobuses urbano, y según nos han dicho es porque es la manera en que se llaman a los habitantes de Tuxtla y porque habia muchos conejos por aquí años atrás) hasta pasado el monumento de Diana Cazadora; allí debiamos bajarnos y tomar una combi de las que van a Chiapa de Corzo, desde donde salen las lanchas para visitar el Cañón.
Todo fué perfecto y fácil hasta el destino y justo cuando llegamos a la Plaza Central vimos que un chaval empezó a correr hacia nosotros folleto en mano, venia a la caza del turista!!!. Nos empezó a hablar de la excursión en lancha, tiempos, que veriamos, etc....muy correcto y educadísimo. A su vez apareció otro de la competencia ( son dos las empresas que realizan el mismo servicio y al mismo precio) pero se llevó la palma el primero. Nos dejó en la oficina de la empresa, nos explicó que podiamos ver luego por el pueblo al regresar y que además tenian un servicio gratuito de transporte de la oficina al embarcadero.
Tras comprar los tickets en 5 minutos salimos en la furgonetilla junto a una pareja mexicana y un chico nepalí, nos quedamos de piedra porque primero no tenia aspecto de ser de allí y segundo que no es habitual ver gente viajando de ese país, menos en México y hablando un buen castellano.
En el corto trayecto hablamos con él, le explicamos que habiamos estado allí y le hizo mucha gracia. En el embarcadero nos pusieron una pulserita que corresponde a la aportación que haces al comprar el ticket para el mantenimiento del Parque Nacional, nos dieron los chalecos y subimos a la lancha junto a un grupillo que llegó antes.
La visita se trataba de un recorrido de ida y vuelta durante 42 kilómetros ( cada sentido) por el rio Grijalva, que tras nacer en Guatemala atraviesa Chiapas, Tabasco y desemboca en el Golfo de México. En 1.980 el Cañón del Sumidero se decretó Parque Nacional y la visita que se realiza hoy en día es desde los embarcaderos del pueblo hasta la Presa de Chicoasen pasando por varios puntos de interés que el mismo conductor de la lancha nos fué mostrando y explicando durante el trayecto.
Nos pusimos en marcha bajo un sol de justicia a eso de la 1 del mediodía, con gorro y protector solar a tope. Al poco de salir cruzamos bajo el nuevo puente Belisario Dominguez que cruza el rio de Chiapa hacia las afueras del pueblo; junto a éste aún hay partes visibles del antiguo que se cayó al no aguantar el peso de un camión, así como unos trampolines que se usan para un concurso nacional de saltos.
Junto a una torre situada a un lado del rio y donde se leia la señal de ALTO paró la embarcación y todos tuvimos que levantar nuestra mano derecha para enseñar que teniamos la pulsera puesta, normativa del Parque.
Entre explicaciones de nuestro capitán-guia y con el paisaje del rio y la vegetación fuimos avanzando hasta que paró cerca de una orilla...aparecieron los primeros cocodrilos, unos dentro del agua y otros disfrutando del sol. Los tuvimos bien cerquita e imponian bastante, pero ya nos comentaron que nunca ha habido ataque alguno a humanos, tienen sufuciente comida en el rio.
Vimos más tarde una cueva en medio de una gran pared del cañón donde cuelga una estalagtita que la conocen como el caballito de mar por su forma, y con imaginación ampliando la superficie a imaginar, la misma cueva podria ser el parche de un pirata que junto a otras piedras muestra el otro ojo, boca y la barbilla...¿alguien lo ve?.
Adentrándonos más en el cañón paramos para que vieramos al frente la bonita estampa que formaban las paredes y el mismo rio, imagen que está representada en el escudo del Estado de Chiapas. Poco más adelante y entre paredes enormes llegamos al punto donde se encuentra la mayor distancia entre el agua del rio y la parte alta del cañón, ni más ni menos que 1.000 metros!!!. Cuenta la leyenda que la tribu Chiapa que habitaba la zona cuando llegaron los conquistadores prefirieron saltar al cañón desde allí antes de ser apresados en el combate.
La Cueva de Colores fué la siguiente parada, aquí dos cosas a destacar: primero que es la parte del recorrido donde el agua estaba más sucia, pero muchísimo; según nos explicó el lanchero las lluvias de dias atrás arrastraron todo eso hacia esta zona y los equipos de limpieza del parque no dan abasto ( tampoco vimos a nadie limpiando nada y dudamos de la explicación que recibimos, más cuando en la pulserita que nos pusieron dicen que los 30 pesos que pagas en para mantenimiento y limpieza del Cañón). Segundo que en esa Cueva hay una imagen dela Virgen de Guadalupe, primera vez que veiamos a la Virgen en imagen en vez de en pintura. A su vez la cueva presenta unas coloraciones naturales en las piedras del techo que se forman por los minerales que lleva el agua que filtra en ciertas épocas del año.
Seguimos paseando por el rio viendo la espectacularidad del cañón, los montones de aves que la habitan: garzas, cormoranes, pelícanos,...y llegamos a la cascada que llaman el Velo de la Novia y que sólo lleva agua en épocas de lluvia, osea que tuvimos suerte.
Sin embargo para cascada emblemática del Cañón del Sumidero la que llaman el Árbol de Navidad. La caida de agua sumada a la forma que han ido tomando los musgos le dan verdaderamente un particular aspecto similar al arbolito navideño. Para refrescarnos, y previo aviso, hicimos una pasada bajo la cascada que nos dejó empapados, lo cual fué de agradecer por el calor, lo mismo nos pasó en la visita a Milford Sound en Nueva Zelanda, pero ahí la temperatura era gélida y no nos sentó igual aunque fué espectacular.
Nos encaminamos entonces hacia la parte final del Cañón donde se encontraba la presa. Antes vimos de lejos lo que queda de un antiguo Parque Ecoturístico que hubo años atrás y que se fué a la quiebra, dejando abandonados inclusos unos animales que tenian en un pequeño zoo.
Llegamos a la zona de la Presa Manuel Moreno Torres ( conocida como Chicoasén) la mayor de toda Chiapas con sus 8 turbinas, una de las más grandes de México y que con sus 261 metros de altura se encuentra entre las 10 más altas del Mundo. Vimos el enorme monumento que se construyó en honor del ingeniero y los trabajadores que en 1.980 finalizaron su construcción. Durante la parada acuática dispusimos de servico de bar ofrecido por una embarcación a modo de los mercados flotantes que vimos en el Delta del Mekong en Vietnam.
Apartir de ahí tocaba regresar ya esta vez del tirón hasta el embarcadero, el lanchero con mucho arte comentó que las propinas eran bienvenidas si considerábamos que sus servicios nos habian gustado y pasó la gorra, jajaja...que arte!!!.
Disfrutamos entonces de la velocidad de la lancha, la visión del cañón, el paisaje....ah, y de un segundo baño en la Cascada el Árbol de Navidad, que junto a otra parada para ver otros cocodrilos fué el único momento en que paró.
Tras algo más de dos horas volvimos al punto de inicio, fué una visita que nos gustó mucho, realmente un lugar digno de visitar. La misma furgoneta nos devolvió al centro del pueblo donde nos despedimos de nuestro amigo nepalí que ya volvia a Tuxtla ( se fué algo enfadado porque no le gustó que nos mojaran dos veces, dice que se quedó frio y él quiere calor, que esta harto de frio en Khatmandú).
Nosotros nos quedamos un rato para ver un poquito el coqueto pueblo de Chiapa de Corzo. En una sombra de la Plaza Central nos sentamos a comer unas cosillas que llevábamos mientras varias mujeres atabiadas con trajes típicos de tibus indígenas de la zona nos ofrecian artículos tradicionales.
En la misma plaza se encuentra uno de los atractivos más destacados de Chiapa de Corzo, la Fuente Colonial, que construida en 1.562 por Fray Diego de León bajo un estilo múdejar sirvió para dotar a la población de agua potable. Estando en su fase final de rehabilitación se encontraba vallada y la tuvimos que ver desde fuera.
Toda la Plaza Central se encuentra rodeada de bonitos soportales, algunos decorados en sus techos, llenos de tiendas con venta de artesanias o paraditas con antojitos. Allí probamos nosotros el rico y refrescante Pozol, una bebida a base de cacao y maiz muy similar al tejate que probamos en Oaxaca.
Pasamos por varias paraditas camino de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, principal edificio religioso de la localidad. Aunque es muy grande no es especialmente bonita, nos gustó el techo de madera y su arquitectura exterior, poco más.
Tras una vueltecita por el centro nos fuimos ya a buscar la combi para ir a Tuxtla. La que estaba a punto de salir estaba llena pero el chófer nos ofreció sentarnos delante junto a él, fué divertido, además el hombre era muy majete y hablamos bastante durante el trayecto. Nos bajamos para coger el Conejo Bus de regreso a casa y al llegar nos encontramos a Rodrigo y la vecina de ojos verdes con los que estuvimos de charla un rato. Nos comentaron que en un rato iban a subir a la terraza del edificio con unos amigos a tomar unas cervecitas y que estabamos invitados a sumarnos, les dijimos nos encantaria pero que habiamos quedado con Mathilde y Charlie, nuestros amigos franceses para cenar juntos en el Centro ya que ellos también estaban en la ciudad; nos dijeron que nos unieramos entonces al regresar...genial!!!.
Al rato volvimos a estar subidos al Conejo Bus esta vez camino de la Catedral, donde habiamos quedado encontrarnos. Nos fuimos a cenar allí cerca y nos pusimos al día desde que nos despedimos en Mazunte así como de planes para próximos destinos. Cuando volvimos a estar frente a la Catedral faltaban 5 minutos para las 11 de la noche y nos esperamos para ver un pequeño espectáulo de luces que hacen sobre la fachada y que ellos ya habian visto. Pero tras esperar algo así como 10 minutos allí no pasó nada, debe ser que a ciertas horas ya no lo hacen, no nos extrañó pues la calle y la plaza Central estaba más sola que la una. Nos despedimos, quedamos en vernos en San Cristóbal de Las Casas en unos dias y nos volvimos a casa.
Pasamos por el terrado al llegar pero Rodrigo y la vecinita ya se habian ido a dormir pues los dos trabajaban al día siguiente a pesar de ser sábado. Total que preparamos las cosas para el día siguiente y nos fuimos a dormir; nos espera la Cascada del Aguacero.
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