viernes, 16 de octubre de 2015

Puerto Escondido: a la rica gamba!!.


Ya os deciamos que teniamos ganas de playa después de varias semanas sin catarla y ha sido llegar a Puerto Escondido y nos hemos dado unas buenas sesiones de ella, bueno de ellas porque nos hemos recorrido 5 de las 6 que hay en el pueblo, ¿ resultado?, ya tenemos un favorecedor color gamba que aún nos hace menos desapercibidos como guiris.

El día que llegamos nos bajamos andando hasta Carrizalillo una bonita playa que os enseñamos en el anterior post y aunque el agua estaba algo movida la aprovechamos muy bien durante unas horitas, pero como por la tarde se nubló no nos dió mucho el sol.

Cuando subiamos hacia casa empezamos a ver relámpagos y oir truenos, osea que tal como nos dijo un lugareño que conocimos en la playa mientras preparaba ostiones ( ostras) que habia cogido el mismo para venderlas a los turistas, esa noche seguramente iba a llover.

Cerca de casa vimos un pequeño restaurante donde la señora nos enseñó la carta pero nos dijo que como habia tenido gente al mediodia debia ir a comprar, que calculaba que a las 8.30h habria vuelto, pero que si la puerta estaba cerrada igual es que ya no volvia, pero que al día siguiente con mucho gusto podiamos volver que nos atenderia...¿ vosotros lo entendeis?...mira que nuestro primo Paco nos avisó, un mexicano casi nunca te dirá que no a algo, pero alomejor tampoco un sí, jajajaja...

Volvimos tras la ducha y efectivamente estaba cerrado siendo las 9 de la noche, por lo que tocaba buscar un plan B y teniendo en cuenta que relámpagos y truenos iban a más optamos por una pizzeria con oferta 2x1 y que además nos la llevaban a casa. Compramos unas cervecitas, limonada y a casa a esperar. Y dicho y hecho, fué llegar la cena y a los 5 minutos cayó una buena tormenta, osea que el plan nos acabó saliendo bien.

El segundo día fué un día muy casero, nos movimos poco ya que mi estómago  no andó muy fino, creo que bajar de altura al nivel del mar y de calor seco a una humedad terrible afectó al aparato digestivo, osea que reposo en casa, comprar para hecer un arrocito blanco y a descansar.

Sin embargo el tercer día le hemos dado duro al tema. Por la mañana fuimos primero a averiguar de donde y a que hora salen los autobuses hacia nuestro siguiente destino. De paso nos pasamos por el Mercado Central y algunas tiendas cercanas a dar un vistazo, ¿ calor?, uffff, para regalar.

Como ya no podiamos más nos fuimos directos, todo ello andando, hasta Puerto Angelito donde se encuentra la playa de Manzanillo. Se trata de una pequeña bahia con una parte central de rocas que divide la playa en dos. Cuando llegamos estaba muy tranquila, apenas un par de familias locales, varias barcas de pescadores donde unos hacian sus  arreglos, otras regresaban de pasear algún turista y otras venian de pescar. Allí me tocó por primera vez en el día echar una mano a meter la barca playa adentro, otros usaban un sistema más arriesgado, cogen carrerilla desde mar adentro y entran a todo gas hasta quedar anclados en la arena, vimos hacerlo a varios, pero el último se quedó a centímetros de las tumbonas!!!.







Despúes de un par de baños nos cambiamos de lado de la playa pues allí habian menos barcas. Entre varios guiris presentes en ese lado pasamos el resto de la mañana viendo también llegar algunas barcas, un par de ellas con unas buenas capturas de pequeños tiburones, bueno alguno no tan pequeño ( timbras los llaman aquí) que  los cargaron en una furgoneta y a venderlos.






Teniamos algo de hambre y ganas de conocer más playas osea que dejamos Puerto Angelito y nos fuimos andando camino de la Playa Principal de Puerto Escondido. Por el camino paramos a comer un plato de pasta ( suavecito menú para el estómago) mientras estuvimos de charla con el marido de la cocinera; nos contó que el mes siguiente habia dos competiciones importantes en el pueblo, una de Pesca Deportiva y otra de surf en la playa de Zicaleta, que en esos días el pueblo se pone a tope, pero ahora está tranquilo;de hecho andando por el pueblo se ven varios hoteles y locales cerrados.

Tras el ratillo de descanso nos bajamos hasta la Playa Principal, así se llama la playa donde están la mayoria de la flota pesquera de Puerto Escondido, pues además del turismo está es su mayor actividad económica. Esta flota la forman pequeñas barcas que justo cuando llegamos algunas empezaban a preparar para salir a faenar.





Nos sentamos a la sombra de una de ellas y nos dimos un baño viendo a pocos metros pequeños peces voladores. Al poco llegaron a la barca donde teniamos las cosas los pescadores con sus redes y aparejos dispuestos a empezar su jornada. Estuvimos hablando con el patrón y nos explicó que ellos salian a pescar pez pequeño durante toda la noche y volvian a eso de las 8 de la mañana así cada día. Teniendo en cuenta que eran las 5 más o menos de la tarde cuando llegaron a preparar todo salen una barbaridad de horas de trabajo, realmente una labor muy sacrificada.





Cuando ya tuvieron todo más o menos en marcha tocaba acercar la barca al agua y encararla al mar, osea que de nuevo a echar una mano con mucho gusto.

Seguimos playa adelante hasta pasar una pequeña riera de agua dulce que desemboca en playa Marinero, ya cerca de las rocas que dan entrada a playa Zicaleta. Sorprendente como ahí las olas empezaban a ser mucho más fuertes y vimos una caseta de los vigilantes, las de Hawaii eran molonas pero esta era muy autentica, jajaja.





Cruzamos la zona de rocas para llegar hasta Zicaleta; es una playa sólo para surferos donde el baño está desaconsejado por el oleaje y la fuerte corriente. Aquí se celebra cada Noviembre la competición internacional de surf más importante de México y la tercera a nivel mundial con profesionales venidos de todo el mundo.






Volvimos a playa Marinero donde almenos las olas respetaban un poco el baño y allí acabamos de pasar la tarde hasta que el sol empezó a caer.




Como estábamos lejos de casa y por allí no hay nada para cenar decidimos subir hasta el "Adoquín" una calle en el centro de Puerto Escondido paralela a la playa donde todas las tardes a eso de las 6 la cortan para montar puestecitos de souvenirs, ropa y tenderetes de tacos. Su nombre proviene de que fué la primera calle adoquinada que hubo en Puerto Escondido.


Aunque había muy poco ambiente cuando llegamos, suponemos que por ser pronto y ser temporada baja, dimos una vueltecilla y acabamos sentándonos a cenar. Siguiendo con la dieta suave, un pescadito a la plancha con ensalada y arroz estubo bien, Carol le dió a un pulpo encebollado que aunque algo duro estaba rico.

Para la vuelta a casa no hubo dudas : un taxi, además habiamos pasado por el cajero a sacar dinero y no era plan de ir por ahí paseándolo. Lo cogimos al lado de la estación donde nos dejó el autobús que nos trajo de Oaxaca, además tiene guasa porque la carrera nos costó aquel día 30 pesos y esta vez siendo además de  noche nos costó 25.

Tras una necesaria ducha y un embadurne de aftersun aún más necesario tocaba descansar del día playero. Mañana nos vamos a Mazunte otro pueblecito de la costa oaxaqueña, éste más pequeño, un lugar que nos recomendaron en la casa donde nos alojamos en Oaxaca y donde seguramente coincidiremos con Sthepane, un canadiense que vive en Oaxaca alojado en el mismo sitio donde estuvimos nosotros. Allí coincidimos un par de veces en el jardín, estuvimos hablando y nos comentó que iba a pasar unos dias en Mazunte esta semana, osea que quedamos en vernos, cenar o tomar una cerveza juntos.

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