martes, 6 de octubre de 2015

Puebla: seguimos de fiestas.


Después de tres días por DF de nuevo en casa de nuestros primos reemprendemos la ruta por México. En estos días hemos aprovechado las mañanas para preparar la ruta y buscar información de nuestros destinos, mientras que las tardes han sido para disfrutar de Álvaro, con el que nos hemos reido muchísimo y hemos visto la peli de Cars dos veces (es un verdadero fan de ella); lo vamos a encontrar mucho a faltar porque es un niño que se hace querer muchísimo.




Esta vez la salida desde DF fué desde la Estación de Autobuses de San Lázaro a la que igualmente llegamos tras coger un pesero y el metro. Nuestro destino: Puebla, bueno el nombre completo de la ciudad es Heroica Puebla de Zaragoza,  capital del Estado del mismo nombre es el cuarto municipio del país en número de habitantes, mantiene mucha arquitectura civil y colonial así como gran cantidad de iglesias y templos destacando ante todo la Catedral así como la Capilla del Rosario en el Templo de San Domingo. En la historia de México tiene dos fechas importantes dentro de la independencia , la del 5 de Mayo de 1.862, día en que derrotaron al ejército francés y el 18 de Noviembre de 1910 donde los Hermanos Serdán conspiraron contra el régimen empezando así la Revolución Mexicana. Hoy en día sin embargo es ciudad muy turística por su arquitectura, cultura, gastronomia y la cerámica de Talavera.

Tras un par de horas de camión ( autocar) llegamos a la CAPU, estación de autobuses de Puebla. Allí siguiendo las indicaciones de la pensión donde nos ibamos a alojar debiamos tomar un autobús dirección Ciudad Universitaria y bajarnos en el Centro de Convecciones, y así lo hicimos pidiéndole al conductor que por favor nos avisara al llegar a dicha parada. A toda velocidad por las calles, cual fórmula uno, fuimos recorriendo Puebla; a su vez yo iba siguiendo el recorrido por el gps y nos extrañó que al llegar a la parada que creiamos era la correcta el chófer no nos dijera nada, pero claro cuando vimos que cada vez estábamos más lejos y el autobús más vacio supimos que se habia olvidado de nostros,...pues sí, nos lo dijo cuando estábamos en las afueras de Puebla, osea que nos tocó ir hasta el final y dar tooooooda la vuelta de nuevo; lo que debia haber sido un trayecto de 15 minutos se convirtió en hora y media!!!.

Finalmente conseguimos llegar a la parada adecuada desde la cual en 10 minutos andando llegamos a nuestro alojamiento, una pensión en una zona tranquila pero cercana al centro. Tras instalarnos salimos a dar una vuelta y buscar donde cenar.




Muy cerca y de camino al centro se encuentra el Templo de San Francisco muy animado en su exterior pues justo al día siguiente se conmemoraba la festividad del Santo, osea que nos encontramos una feria y chiringuitos de comida además de un montón de gente. Al fondo la imagen del cercano y humeante volcán Popocapetetl, el más alto de América del Norte.




El Templo tiene una fachada barroca preciosa con una sola torre campanario y en su interior destaca la presencia en una urna de plata del cuerpo momificado del beato San Sebastián de Aparicio. Leimos la historia y es increible: tras ser sepultado en este templo su cuerpo fué desenterrado al cabo de unos meses y se encontraron que seguia en las mismas condiciones que tras su muerte; lo mismo ocurrió varios años después, su cuerpo seguia incorrupto no se sabe como por lo que decidieron exponerlo en el templo. Se le considera patrón de los automóviles y los transportes terrestres ya que en vida ayudó a la creación de varias carreteras y vias de transporte ( no hicimos fotos de la urna pues nos parecia poco ético).




Siguiendo camino fuimos a dar por casualidad con el Barrio de Los Artistas, ya dentro del centro histórico, un rincón encantador donde por un lado se encuentran pequeños talleres donde pintores realizan y muestran sus obras; detrás se encuentra el Mercado Artesanal del Pairán con muchos puestecitos de arte popular poblano. Rodeando todo varios restaurantes ofrecian las especialidades gastronómicas de Puebla y tras mirar algunos nos decantamos por uno de ellos donde probamos el Mole Poblano, un plato donde el pollo es cubierto de mole, una salsa preparada con chocolate, varios tipos de chile, almendras, pasas, nueces, ajonjolí, canela, perejil, pimienta, cebolla,....y varios ingredientes más, no siempre los mismos pues cada lugar tiene su receta particular, eso sí, estaba buenísimo.







Para favorecer la digestión dimos una vuelta por las bonitas calles de la zona donde habian aún algunos puestecillos de artesania y disfrutamos de la iluminación de varios edificios como la Iglesia de La Compañia o la Casa del Alfañique. Pasamos por la plaza del Teatro Principal ya de camino a la Pensión así como la animada feria del barrio de San Francisco donde vimos algo muy curioso de como la gente se puede llegar a sacar unos pesos; un hombre con un megáfono se iba parando delante de los puestecitos de comida y hacia un anuncio casero del mismo: flanes y hot cakes, ricos, saborosos y a buen precio...calidad e higiene...venga a probarlos!!....nos pareció algo de lo más ingenioso.







A la mañana del siguiente día y tras un enérgico desayuno en la pensión cruzamos de nuevo frente al Templo de San Francisco en el día del Santo y nos llamó la atención la cantidad de gente que estaba con su coche aparcado cerca del Templo esperando a ser bendecido, pero vamos bendecian el motor, los asientos, el capó...y hasta las llaves.




Volvimos a atravesar el animado barrio de los Artistas hasta llegar al Callejón de Los Sapos, una calle llena de tiendas de antiguedades y hoteles boutiques desde el que nos dirigimos hacia el centro neurálgico de Puebla, el Zócalo. Al llegar nos encontramos con que aquello era una fiesta de color, gente, música y mucha vida. Por un lado en un escenario estaban haciendo un gran acto cultural con bailes y danzas típicas interpretadas por chicas y chicos muy jóvenes, todos con trajes muy vistosos, nos encanto!!!.










Alrrededor del zócalo otros grupos hacian payasos para niños reuniendo sus corrillos de espectadores, en los bajos del Palacio Municipal habia una exposición sobre Tutankamon con grandes colas, el bonito Antiguo Pasaje del Ayuntamiento llenó de gente arriba y abajo....menuda vida en el soleado domingo.





En un lateral del Zócalo se encuentra la Catedral de Puebla considerada uno de los edificios religiosos más bellos no sólo de Mexico sino de America Latina. Como estaban haciendo misa preferimos pasar más tarde y asi poderla visitar mejor. Muy cerca se encuentra la Casa De Cultura en cuyo interior se halla la Biblioteca Palafoxiana, la única antigua del continente americano que conserva su edifico, mobiliario, estanterias y más de 43.000 volúmenes originales.





Pero al entrar al edificio con lo primero que topamos fué con que en su patio central habia una orquesta tocando cumbias y salsa, mucha gente mirando y varias parejas, todas de avanzada edad, bailando...otra fiesta!!!.




Subimos al primer piso a ver la biblioteca, simplemente espectacular, una maravilla de lugar, perfecta y cuidadosamente conservada al que dedicamos un buen rato de visita. En una sala anexa habia una pequeña exposición sobre Santa Teresa de Jesús y la historia de la Catedral de Puebla, interante, bonito y como no gratis.








Seguimos andando por el centro histórico Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO en 1.987, esta vez dirección Sur hasta llegar a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, pero estaba cerrada. Aprovechamos entonces que era ya hora de comer para probar otra especialidad poblana, las Cemitas. Se trata de un bocadillo hecho con un pan redondo con semillas de ajonjolí en su parte superior y que se puede rellenar de varias cosas, las nuestras tenian aguacate, tomate, cebolla, queso de Oaxaca y milanesa de cerdo...estaban de miedo. De postre nos acercamos a una heladeria que habiamos visto un rato antes con un montón de gente haciendo cola; allí pedimos una paleta ( polo)  de crema con coco y un helado de ron con pasas en galleta ( cucurucho), de nuevo imaginar como estaban de ricos.




Volvimos dirección al zócalo para esta vez visitar con calma la Catedral acabadas las ceremonias. Dedicada a la Inmaculada Concepción el templo es impresionante, desde sus puertas de acceso, su coro central, el Altar Mayor y el Altar de los Reyes, los detalles del techo y las bóvedas, las capillas laterales,....pasamos un buen rato admirando el conjunto.






A la salida tomamos la calle peatonal 5 de Mayo, que era como la Puerta del Ángel o la Calle Preciados en plenas rebajas, un montón de gente paseando, con todos los comercios abiertos, sobretodo zapaterias y muuuchos puestecitos donde picotear algo, y es que aquí siempre hay gente comiendo algo por la calle.

Llegamos al exconvento de Santo Domingo para visitar otra de las grandes joyas de Puebla, la Capilla del Rosario. Primero nos encontramos que en altar mayor estaban haciendo un concierto con un tenor y tred músicos, pero nos dirigimos directos a la capilla pues cerraba a las 6 y no nos la queriamos perder.

La Capilla del Rosario es la máxima joya del barroco del Siglo XVII y es conocida como la Octava Maravilla del Mundo. Desde su misma puerta y mirando al frente reconozco que se me pusieron los pelos de punta, es simplemente brutal.  La capilla fué encargada por los dominicos del templo como veneración a la Virgen así como para enseñar a los fieles a rezar el rosario, de ahí que en las paredes haya una serie de cabezas de querubines distribuidos de manera que andando de izquierda a derecha de la planta del templo se puedan seguir las cuentas como si de un rosario se tratara.








En su parte central se encuentra el ciprés con la imagen de la virgen, pero a resultas que en unos dias se celebra su santo habia sido trasladada al altar mayor como cada año por estas fechas y en su lugar se coloca una pintura de la Virgen de Guadalupe. Sobre ella una figura de Santo Domingo bajo una estructura de columnas de mármol y todo con una capa de oro de 24 kilates.

Y es que el oro es lo que más destaca en la decoración de toda la capilla, pues todos los detalles están cubiertos de él, esta vez de 21 kilates, y procedente de la mina La Valenciana, en Guanajuato. No hay rincón sin decorar o pintar, fiel al estilo barroco, y sentados nos dedicamos largo rato a observar mil detalles, y es que el lugar no deja indiferente.

De fondo nos acompañaba la música y la voz del tenor y nos quedamos escuchando el concierto hasta el final, otra "fiesta" que aunque más tranquila realmente hermosa pues menuda voz y repertorio: Nessun  Dorma, el Ave Maria, Granada, Júrame,...una mezcla de clásica y clásicos del que disfrutamos mucho en el marco de la iglesia.



Envueltos de esa magia salimos a las bulliciosas calles siguiendo nuestro paseo por el Antiguo Mercado de La Victoria , la Casa de !os Hermanos Serdán ( con las marcas de los disparos en las paredes de la fachada) y la calle 6 Oriente repleta de tiendas de dulces típicos de Puebla.





Como hacia ya fresquito pasamos a buscar un jersey y ponernos pantalón largo antes de ir a cenar. Esta vez degustamos otro plato típico: el pozole. Se trata de un caldo con granos de maiz hervido y que se puede acompañar de pollo o carne de cerdo, asi como verduras varias. A mi me recordó muchísimo a un plato que se hace en el Berguedá y que comí varias veces en Bagá, el Blat de Moro escairat, curioso, no?. Para beber Carol una cervecita y yo un Agua de Jamaica, que es una infusión de rosa de Jamaica( hibiscus) que se toma fria, muy rica.



Nos dimos un digestivo paseillo por la zona ya camino de la pensión y aún siendo domingo noche la feria de San Francisco estaba llena de gente, tanto en las atracciones como en los puestos de comida. Mañana nos vamos a San Andrés de Cholula, un pueblecito al lado de Puebla a ver la pirámide más voluminosa del mundo y algunas de sus muchas iglesias.

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