Para ir haciendo boca y adentrarnos en la comprensión de lo que vamos a ir viendo por el país la visita al Museo de Angropologia era un lugar al que no podiamos dejar de ir.
Junto al Parque de Chapultepec se situa el gran edificio que alberga este impresionante museo. Para llegar al mismo desde el metro paseamos por un lado del parque donde encontramos una exposición al aire libre de fotografias sobre el terrible terremoto que sufrió la ciudad de México en 1.985 y del que ahora se conmemora el 30 Aniversario.
Ya en la puerta del museo vimos una gran bandera del país sobre el friso de la entrada, con el escudo del águila devorando a una serpiente sobre un nopal.
Ya dentro del Museo nos dieron un pequeño plano con las diferentes salas de los dos pisos y nos indicaron las más relevantes y que no nos podiamos perder. En la sala de orientación vimos un pequeño video introductorio sobre el museo así como la historia de los diferentes pobladores del país; no es nada fácil recordarlo todos pues además de los mayas y aztecas hay muuuuchas más, algunas de nombres complicados para nosotros.
Desde el patio central, donde se situa la escultura del Paraguas, una gran columna revestida de bronce que hace de pié de un enorme techo, entramos a la primera sala recomendada que justamente era la de Teotihuacán, la zona arqueológica que vimos hace un par de dias.
Ésta, al igual que todas las otras que vimos, están completísimas de información, figuras, restos encontrados en diferentes zonas, enormes figuras, réplicas, etc. todo muy bien explicado, pero algo difícil para seguir para nosotros.
Recorrimos gran parte de las salas de la planta baja, deteniendonos en las que más nos soprendieron: Toltecas, Mexicas, Oaxaca, Mayas, Culturas del Norte. A destacar la gran piedra del sol, mal llamado calendario azteca, unas tumbas y unas enormes cabezas mayas de piedra de varias toneladas de peso.
En la planta superior se encuentran unas salas sobre los pueblos de México hoy día, rocogiendo las principales características que los diferencian de otros: vestimentas, tradiciones musicales y religiosas, sus casas,... entre ellos vimos: Gran Nayar, Sierra de Puebla, los Nahuas, Totonacapan, etc.
Nos pasaron las horas volando y aún así quedaba mucho por ver, pero es imposible en una sola jornada, de todas formas recopilamos información y aprendimos algo más sobre este gran país.
A la salida y tras comer algo vimos en un parque frente al Museo que se estaban preparando unos Voladores de Paplanta. Aunque son mas típicos en la zona de Veracruz aquí pudimos ver esta espectacular danza de " los hombres pajaro", un homenaje a los dioses desde épocas prehispánicas.
El ritual empieza en la parte inferior del mástil donde los hombres ataviados con vistosos trajes realizan una danza en círculo bajo el sonido de la flauta y el tamboril; a continuación suben por el mástil, sin ninguna protección, se sientan en lo más alto y van enrrolando unas largas cuerdas en lo alto. Al sonido de la música empiezan a descolgarse cuatro hombres cabeza abajo dando vueltas sólo atados por la cintura y ayudados de los pies. Es impresionante ver la danza y ver como se juegan el tipo en ella y plásticamente es muy bonito.
Desde allí atravesando el bosque de Chapultepec, ya muy tranquilo por las horas que eran, fuimos hasta el metro que nos llevó camino de casa.
Mañana tenemos día de relax preparando cosas anted de salir el viernes hacia el norte de DF camino de Guanajuato y San Miguel de Allende donde pasaremos una semana antes de regresar aquí y seguir posteriormente camino ya del Sur.
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