No pasamos mala noche dentro del coche, no es que fuera lo más cómodo del mundo pero estubo bien, eso sí a las 6 era de día completamente lo cual hizo que nos despertáramos muy pronto.
Tras desperezarnos fuimos camino de nuestra base de operaciones de la mañana: el Mac Donalds. Allí pedimos unos cafés y en la terraza desayunamos con unas galletas que teneiamos, usamos el baño y aprovechamos el wifi, un pack completo.
La visitita al Antelope Canyon, a pocas millas de la ciudad, era nuestro objetivo del día. Dicho Cañón se situa dentro de territorio de los indios Navajos y ellos son los que se encargan de explotar la zona y realizar las visitas guiadas ya que no es posible ir por cuenta propia; el cañón se divide en la parte superior y la inferior. La primera es más indicada para fotógrafos, es mucho más cara la entrada y hay menos visitas, por lo que viendo comentarios de blogs vimos que la inferior era igual de bonita, más angosta y más larga. Como queriamos ir a visitarlas sobre el mediodia, hora recomendada por el efecto de la luz en el cañón, fuimos primero hasta el parque a reservar hora.
Una vez allí, en medio de una zona desértica pagas los 8$ que dan derecho a entrar al recinto y luego tienes dos empresas que realizan los tours, las dos al mismo precio y mismo tipo de visita. Fuimos a las que nos pareció y reservamos para las 13.00h previo pago de 20$ por cabeza.
Como teniamos tiempo de sobras aprovechamos para ir a ver el Horseshoe en el rio Colorado. Se trata de un tramo del rio que de manera natural hace un loop casi de 360 grados con unas vistas increibles. Allí conocimos a una pareja majísima de madrileños que están 21 dias de ruta por la zona, nos contamos nuestras aventuras de viaje por tierras americanas y nos hicimos mutuamente varias fotos; como ellos tienen también un blog de sus viajes nos intercambiamos los enlaces así como info de los parques visitados ya que vamos en direcciones opuestas.
Tras ese buen rato, pero bajo un calor terrible nosotros nos fuimos ya hacia el Antilope Canyon. Puntual vino Allan, nuestro guia, un chico navajo bastante joven que nos llevó de menos a más por la visita. Empezó hablando muy bajito y un poco serio pero luego acabó haciéndonos fotos a todos en los mejores sitios y hasta intercambiamos algunas palabras en castellano.
El cañón es un pasillo subterraneo a cielo abierto que se ha ido formando durante miles de años debido al paso de corrientes de agua y que ha dejado huella en unas formaciones alucinantes, y es que el lugar es INCREIBLE!!!.
El tener que hacer el recorrido con guia se debe principalmente a que las repentinas lluvias de tierras más altas y lejanas pueden inundar el cañón en cuestión de minutos, de hecho en 1.997 ya hubo un accidente por tal motivo que se cobró la vida de 12 turistas, sólo el guia sobrevivió.
Nada más bajar las escaleras hacia el cañón descubrimos que aquello iba a ser de película. Paredes de hasta 40 metros de altura y pasillos por lo que a veces a penas se cabia, formas modeladas de manera caprichosa por la erosión sobre una tierra rojiza que por efecto de la luz ofrece una paleta de colores que no hay como definirlo, hay que estar ahí y verlo. Sólo os ponemos algunas fotos de todas las que hicimos para que podais haceros una idea de lo que es aquello.
Cuando acabó la visita de hora y media, que se nos pasó volando, nos acercamos a Wahweap a los pies del Lago Powell, ya dentro del Glen Canyon National Recreation Area, donde nos sirvió el pase anual de los Parques Nacionales, vaya suquillo le estamos sacando a los 80$.
Tras pasar por la gran presa de Glen, que sale en una de las pelis de Superman, pasamos por un par de miradores con vistas al Lago Powell, situado entre Arizona y Utah este lago artificial tiene una longitud cercana a los 300 kilómetros, de los cuales sólo vimos un pequeño trocito, pero bien chulo con las montañas de fondo del territorio navajo, parecia que estábamos viendo en directo los paisajes de una peli del Oeste.
Kanab fué nuestro destino ese día. Al llegar al hotel como aún era de día( en Utah hay una hora de diferencia más que en Arizona) nos fuimos a dar un baño a la piscina y un ratito de jacuzzi; aquí nos pasó el "drama del día". Resulta que cuando nos estábamos secando veo que mi bañador está verdoso, como teñido, pero lo peor es cuando miro a Carol y veo que su pelo también está verde!!!!.
Subimos a darnos una ducha, pero nada, su pelo a mechas verdes seguia igual. Bajamos a recepción a decirlo, la chica se extrañó por lo ocurrido, llamó a la manager y nos dijo que al día siguiente fueramos tras el desayuno a hablar con ella. Seguramente fué una reacción química del cloro, pero vamos a ver que sacamos de todo ello.
Tras cenar y con el verde como color de la noche nos fuimos a dormir.
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