Las Vegas ha sido un destino elegido por dos razones principales: primero que era el más barato volando desde Honolulu hacia la península de Estados Unidos y segundo la visita al Cañón del Colorado era algo que yo no me queria perder. Para Carol no es novedad pues ya estuvo aquí hace unos añitos con su amiga Rosa, pero no le ha importado repetir.
Nos os vamos a contar nada nuevo que se sepa ya de esta ciudad, algunos porque ya habreis estado, otros por las pelis o series de televisión y todos porque es archiconicido lo que aquí se cuece.
La llegada al aeropuerto ya lo dice todo pues lo primero que ves al salir por la puerta de embarque son máquinas tragaperras, por el camino a recoger la maleta más máquinas y junto a las cintas de recogida....más máquinas, osea que empieza el juego señores.
Nuestro hotel se está muy cerca de Las Vegas Boulevard donde se encuentran todos los grandes hoteles así como sus casinos, osea que andando hemos podido llegar a ellos, bueno dándonos una panzada a andar, porque sobre el mapa todo está cerca y luego hay unas avenidas que no se acaban nunca.
Por el calor y para descansar un poco de las dos últimas noches durmiendo poco y mal hemos vivido la ciudad apartir de que se hacia denoche, que además es cuando Las Vegas brilla en todo su esplendor. Osea que tras cenar no quedaba otra que disfrutar del espectáculo de la calle, de los hoteles con sus casinos, y de las miles de luces....alucinantes. Hemos jugado unos dólares a las tragaperras, de los demás juegos no tenemos ni idea y las apuestas eran altísimas, ganamos algo al principio y luego nos lo jugamos y claro...lo perdimos, pero nos reimos mucho, igual el efecto de las dos botellitas de Margarita con limón y fresa nos hicieron algo de efecto.
Y como aquí de poco vale hablar os dejamos algunas fotos para que los que habeis estado lo recordeis y los que no os animeis a venir, eso sí traer pasta de la buena, os hará falta, jajaja....
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