Viernes por la tarde, justo un día después de llegar a Bangkok y ya estamos haciendo bolsa para irnos de fin de semana. Malani, una compañera de trabajo de Mónica, nos ha invitado a casa de sus suegros en la costa y lo combinaremos con una noche en la Isla de Samed.
Nos reunimos todos al salir ellas del trabajo y al coche que tenemos una tiradilla. Ibamos a ir con su novio, pero estaba un poco malito, con lo que al final fuimos los cinco.
Llegamos a Ben Phe donde viven los suegros de Malani en una casita con jardín muy bonita, y donde nos han preparado una habitación para dormir los cuatro...fiesta de pijamas!!!.
A las 7.30h de la mañana habiamos quedado en estar listos pues Malani nos queria llevar a ver un mercado que montan los propios pescadores a pié mismo de la playa cuando llegan con sus capturas. Una chulada ver como llegan con sus barcas, sacan sus redes, el pescado capturado en ellas y a la venta en dos minutos, más fresco imposible.
Nos compró cangrejos, calamar, unas gambas enormes y un pescado. Ese iba a ser nuestro desayuno-comida cocinado por ella al estilo Thai..menudo lujo!!.
Nos tomamos un café en un puesto callejero y a casa a cocinar.
Allí nos pusimos todos a sus órdenes y colaboramos limpiando pescado, haciendo la barbacoa, picando verduras...hasta que la mesa quedó completa de toda la comida lista para comer: 11 de la mañana pescado, marisco y cervezas...que nivel!!.
Tras la comilona nos preparanos para ir al puerto a coger los cuatro el ferry que nos iba a llevar a la Isla de Samed, ella se quedaba con sus suegros.
Tras el paseo en barco nos fuimos a una de las playas a buscar alojamiento, nos costó un poquillo pues estaba todo lleno o era carísimo. Una vez instalados...al agua!!!. Menudas playas de agua transparente y arena blanca.
Pasamos allí la tarde hasta que se hizo denoche. Duchita y a cenar al ladito del mar especialidades Thai, que rica está la comida aquí.
Un paseito y a dormir que hoy hemos madrugado.
Como teniamos que dejar la habitación a la una del mediodia y volver a Ben Phe donde Malani nos esperaba para comer, aprovechamos la playa desde primera hora.
Luego ferry de vuelta y a comer. De nuevo nuestra anfitriona nos habia preparado otro festín de comida Thai: arroz con cangrejo, verduras de mil tipos, curry verde con pollo,...todo buenísimo aunque un poquillo picante para nuestro gusto, pero ellos lo comen así.
Y el gran fín de semana se acababa, osea que tocaba volver a Bangkok, pero ha sido genial.
Kop Kun Kap Malani, Mónica y Artur.
Si es que hay que tener amigos, conocidos, conocidos de amigos, amigos de conocidos... por todas partes y entonces suceden cosas como éstas. Al final acabareis en una isla remota perdida en el más allá, o un poco más allá si hace falta.
ResponderEliminarSalud y sufrimiento como el vuestro quiero!!!
Jajaja...Sufrimiento como éste para todos!!!
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