sábado, 28 de noviembre de 2015

Tulum y Akumal, sol y playa por fín.


7 de la mañana suena el despertador y  casi nos caemos de la cama del susto!!!.. hemos perdido la costumbre de saber que es eso que sonaba, jijijiji. Tras el desayuno y preparar la bolsa nos fuimos a buscar los colectivos que salen de la calle 2 Norte con la Avenida 20, y es que aquí como en muchas ciudades del país las calles van por números, aquí las paralelas al mar son las Avenidas y van de 5 en 5, nosotros estamos es la 20, osea a 4 del mar y las perpendiculares de 2 en 2, y nosotros estamos en la 30 a 15 de la calle del muelle de los ferrys, pero son cortitas, llanas y se caminan rápido.

Cuando llegamos a los colectivos justo salia uno, de hecho salen continuamente y es que aunque vayan sólo hasta Tulum, unos 60 kilómetros, en todo el recorrido hay varios lugares para turistas como Xel-ha, Xcaret, delfinarios, cenotes así como muchos hoteles en la costa y estos colectivos los usan muchos trabajadores, por lo que los vimos con uniformes de varios complejos y categorias.

En menos de una horita el colectivo nos dejó a pié de carretera donde está el desvio hacia la Zona Arqueológica desde donde debiamos andar como un kilómetro hasta la entrada ( otra opción es subirse a un trenecito tirado por un tractor que a Carol le recordó la guagua que tenian en el camping para subir hasta la piscina).

En el paseillo hasta la venta de tickets alucinamos con la de gente que habia, un día entre semana, del mes de Noviembre y a las 9.30 de la mañana....increible. Tras hacer un ratito de cola por fín entramos.

Tulum ( muralla en maya) fué un importante centro de culto además de una ciudad enmurallada dentro del periodo posclásico maya, que tiene la particularidad de estar situada frente al Mar Caribe lo cual de da una belleza especial. Dentro de la muralla se localizan los restos de edificios cívicos, públicos y religiosos mientras que la población vivia a las afueras.





El primer edificio que vimos pasada la muralla fue La Casa del Cenote desde donde pudimos tener la primera  vista del Mar, muy agitado y con muchas algas, nada que ver con las calmadas y transparentes aguas que habiamos visto en imágenes por la tele o en revistas.  Lo que sí pudimos distinguir muy bien fué la linea situada mar adentro donde rompen las olas y que coincide con la gran barrera de coral que cubre esta parte de la costa caribeña.






La Casa del Cenote, de la que se conserva una buena parte, tiene su relevancia por el pequeño cenote que hay bajo ella y es que en aquella época era vital el tener agua potable cerca y la zona no disponia de mucha. En las piedras de la casa  pudimos ver los primeros ejemplares de iguanas plantadas al sol, un animal que abunda mucho en la zona, pero lo que nos sorprendió fué ver un Quatí, una especie de pequeño mapache muy bonito que estaba a la espera de obtener algo de comer de los turistas.




Siguiendo la línea del acantilado dimos con el Templo del Dios de los Vientos, figura muy venerada por los navegantes mayas cuando querian desplazarse por los mares en sus comercios costeros que llegaban hasta la actual Honduras.





Al lado de este edificio se encuentra la primera de las dos playas que están dentro de Tulum, esta primera está cerrada permanentemente al público pues es una zona de anidación de tortugas. Sin embargo ahora, aunque no es época seria difícil que allí se pudieran instalar pues la mala mar y las algas tan presentes en los últimos meses han dejado la playa fatal, pero que no dan ganas ni de poner un pié dentro, suponemos que actuarán sobre ello y la limpiaran porque además todo el mundo pasa junto a ella y el aspecto que ofrece es muy malo, además por algo se paga una entrada que repercute, según explican, en el mantenimiento del conjunto; y si ese es para las tortugas el lugar donde ponen los huevos y nacen que menos que la mano del hombre les ayude un poco, ¿no?.




Finalizada la proclama popular en ayuda de las tortugas marinas seguimos....En el recorrido y siempre escoltados por gente, muchos en grupos con sus guias, nos encontramos delante del edificio principal de Tulum, no sólo por ser el más grande sino por ser además de un centro oratorio y de ofrendas un faro que guiaba a los navegantes mayas marcando la zona por donde podian atravesar sin problemas la barrera coralina antes de llegar a la costa. Aunque no es posible acercarse mucho y menos subir por esta parte frontal, puede distinguirse su escalera central, los oratorios laterales y algunas decoraciones en su fachada.






Donde sí se puede acceder es al montículo donde se situa el castillo sobre el acantilado, y aunque lo que se ve es su fachada posterior almenos lo bonito son las vistas hacia el mar. Allí para poder hacernos una foto con el fondo del mar y parte de los restos arqueológicos  fué unq hazaña  pues el espacio es reducido y mucha la gente que queria hacer lo mismo, aún y así fue posible. Desde ese punto y por una escalera de madera se puede acceder a la segunda playa, pero debido al mal estado del mar y a que de playa tampoco quedaba nada estaba cerrado el acceso, por lo que nos conformamos con las vistas.








Volviendo a la parte central de la zona arqueológica donde hay 3 edificios cercanos bastante conservados: el Palacio, La Casa de las Columnas y el Templo de los Frescos.
Del primero destaca como el edificio residencial más grande de Tulum y por conservarse una deidad alada descendente ( esculpida boca abajo), el segundo conserva una estructura arquitectónica típica de lugar donde vivian nobles cpnmmu has recámaras y columnas y el tercero debió ser un lugar de alta veneración por los frescos que se encontraron el interior a los cuales no hay acceso ni visión posible por parte del publico, sólo pequeños restos en las fachadas exteriores.









Para tener una visión general del conjunto, y  viendo que muchos guias llevaban allí a sus grupos, nos separamos unos metros en dirección opuesta al mar a una zona descubierta y algo más alta; desde allí se puede observar casi la totalidad de los edificios de Tulum de forma panorámica.





De esta manera y siguiendo el camino llegamos a otra zona donde atravesando la muralla de nuevo salimos de la zona arqueológica, nos gustó mucho, sobretodo por su entorno, pues aún sin ser muy grande tiene lugares bonitos que ver.

Llegó entonces el momento playa y habiamos leido que a un kilómetro más o menos de Tulum se encontraba Playa Paraiso, considerada una de las más bonitas de la Riviera Maya. Nos dimos la caminata pasando junto a un par de accesos a diferentes beach clubs hasta llegar al Paraiso. El mar estaba bastante picado, el agua algo turbia y con algunas algas pero la zona de palmeras y la anchura de la playa ciertamente le dan al lugar un plus, debia ser por eso que la zona de tumbonas y relax, lease top people, estaba a tope!!!!. Nosotros sin cortarnos un pelo colocamos nuestros pareos entre unas tumbonas y nos plantamos en primera linea de playa, frente a una palmera y  con nuestras galletitas y la botella de agua. Nos dimos un par de baños y disfrutamos del color del mar en los ratillos en que el sol salia ofreciendo uno tonos preciosos.









Pero  como todavia era pronto y queriamos ir hasta Akumal, a medio camino de regreso hacia Playa del Carmen después de un rato de descanso levantamos pareos y en marcha. Esta vez deshicimos parte del camino por la misma playa hasta donde acaba junto a la zona arqueológica y fué un rato donde ya el sol se mantuvo y de nuevo disfrutamos del color del Mar Caribe. También vimos verdaderas acumulaciones de algas, lo cual da una idea del grave problema que está ocasionando.









Ya en el punto donde nos dejó el colectivo de la mañana nos plantamos a esperar que pasara una pero dirección Playa del Carmen. El sistema es sencillo, cuando ves una furgoneta blanca de lejos levantas la mano para que pare, si va llena el conductor hace que no con la mano y si tiene sitio te hace luces de lejos, se para pregunta donde vas y para adentro.

Tras esperar un poquillo nos subimos a una donde la mayoria eran trabajadores de hoteles, hombres y mujeres de uniforme, que se bajaron al poco. Nosotros ya nos habiamos  fijado por la mañana donde era nuestra parada, aún y así el conductor nos lo indicó muy amablemente. Desde la carretera no hay más que un paseo de 10 minutos hasta la playa donde fuimos econtrando casetas donde ofrecen el tour de snorkel para ver las tortugas y el arrecife de coral, la mayor atracción de la zona.

Aquí las agencias tienen la suerte que hay colonias de tortugas de varias especies de manera permanente y cuentan que para protegerlas, y a la vez el coral, sólo se puede hacer snorkel con guia, lo cual además de ser mentira piden una pasta para una hora escasa que es lo que dura. De hecho nos paramos a hablar con un amable señor que nos ofrecia el tour por 375 pesos persona una hora, nos enseñó varias fotos bonitas pero le dijimos que el agua no estaba clara ni de bromas para ver todo de esa forma; fué sincero y nos dijo que no, que el agua clara no estaba, que quizás en un par de dias  mejoraria si no llovia más y amainaba el viento. Sin embargo nos intentó vender la moto de que sólo se podia acceder con guia al agua ¿ en una playa pública?...buenoooooo, que no nos chupamos el dedo hombre ( lo pensamos, pero no se lo dijimos, jajaja).

Nosotros, de toda manera, no fuimos por las tortugas ya que vimos muchas y muy cerca en las Islas Gili ( Indonesia) sino porque la playa en esa zona se encuentra en una bahia, protegida además por la barrera de coral lo cual hace que el mar pudiera estar más tranquilo. Todo y así  pintaba que la visibilidad no seria la ideal, no habia que ser muy listo para saberlo por el estado del mar en toda la costa.

Cuando llegamos nos encontramos de nuevo con un montón de gente, pequeños grupos ataviados con chalecos, gafas y aletas para hacer los tours, por lo que seguimos playa adelante hasta llegar frente a un hotel donde habia menos gente; que gusto tener solecito, un mar más tranquilo y una playa larga y ancha .....por fín.













Aquí además de bañarnos estuvimos la mar de entretenidos e incluso alucinando con la gente que hacia snorkel con los "guias". No sólo porque algunos grupos fueran de unas 12-14 personas o porque algunos guias fueran chavales de poco más de 15 años sino porque los llevaban a poquísimos metros de la costa a ver las tortugas y teoricamente el coral, pero las olas rompian en la barrera lejísimos, osea que si habia algo no creemos que fuera para alucinar ( tampoco salian con cara de ello a excepción de un padre con sus dos hijos que decian haber visto una tortuga enorme). Vamos que cualquiera podria hacer lo mismo, y había mucha gente que lo hacia, sin necesidad de ningún guia, imaginar como estaban de cerca las tortugas que con el zoom de la cámara pudimos fotografiar algunas sacando la cabeza fuera del agua.

Suponemos que la mayoria de gente debia ser su primera oportunidad de ver las tortugas en su habitat, que es una maravilla realmente, y se dejan llevar por los tours, nosotros también disfrutamos mucho con ello en Gili Air, pero allí el agua era cristalina y apenas sin gente, no sabemos las pobres tortugas el stress que deben soportar aquí.

Y llegó el momento de volver a Playa del Carmen, osea que camino de regreso a la carretera, paramos otro colectivo que nos dejó donde tomamos el de la mañana y de ahí paseillo hasta casa. Entre que habiamos madrugado, las caminatas, el sol y la playa no hicimos más que darnos un baño en la piscina, luego una buena ducha y prepararnos la cena. La idea era salir a dar un ojo al festival de jazz que empezaba ese día en una de las playas cercanas pero como tenemos aún otra noche lo dejamos para el día siguiente; estuvimos escribiendo y buscando información sobre la cercana Isla de Cozumel donde queremos ir a pasar unos días, recomendación que nos hizo Emi, hermano de Carol.

Mañana último día completo en Playa del Carmen, bueno o quizás no, dependerá si al final podemos hacer los dias de TI aquí en Playa o en Cancún, pero eso será tras Cozumel.