A eso de las 6.30h de la mañana ya estábamos preparados en el pequeño puerto de Holbox para tomar el ferry de nuevo a tierra firme mientras el día iba mostrando sus primeros rayos de luz. Nosotros pensamos que a esa hora estariamos más solos que la una, pues no, el ferry se llenó a tope: turistas como nosotros, trabajadores, escolares,... Aprovechamos la media horita para desayunar un poco y al llegar a pocos pasos tomamos el bus que nos llevaria a Cancún.
El viaje de 3 horas se nos hizo cortito gracias a las cabezadillas y a que la carretera estaba en bastante buen estado. Al llegar a la estación pasamos por un Oxxo a por un café ( es de máquina pero el que lleva chocolate y el capuccino están riquísimos o es que nuestro paladar ya es también low cost) y nos dirigimos a la casa donde teniamos reservada habitación por Airbnb.
Cancún no era un destino que nos atrajera demasiado, pero programamos un par de dias ya que por una serie de coincidencias de aquellas que el destino gratamente te guarda nos esperaban una agenda completa y muy atractiva.
La primera, esa no era esperada, fué que cuando llegamos a la casa la habitación reservada era un miniapartamento independiente con una habitación enorme, aire acondicionadao, pequeña cocina y un baño grandioso, todo muy nuevo; habiamos visto un par de fotos pero la realidad las superaba. Además la familia que vive al lado mismo fué encantadora desde que llegamos, a tal punto que nada más llegar dejamos las bolsas y nos llevaron en coche al Estadio a comprar las entradas para el concierto al día siguiente, ni más ni menos que Maná!!!!.
Al poco de llegar a México nos dió por mirar en internet si Maná hacia gira por el país y vimos que el 21 actuaban en Cancún y el 22 en Mérida; decidimos que si nos coincidia iriamos a verlos ya que ir a un concierto en su propio país podia ser increible y en Barcelona además nunca los vimos.
Total que conseguimos cuadrar fechas y contentos con nuestras entradas la familia nos llevó de nuevo a casa. Después de instalarnos tocaba salir a comer y dar una vueltecilla por el centro de Cancún.
La ubicación de la casa nos permitió hacer todo andando primero hacia el Mercado 28, centro de tiendas de artesanias y restauración, donde después de comer dimos una ojeada a las tiendecitas. Es gracioso como los vendedores, bastante insistentes, nos hablaban en inglés, mayoritario guiri americano el que viene por aquí, o nos confundian con argentinos......¿ pero tendremos alguna pinta de argentinos que siempre nos confunden con gente de allá?,jajajaja...porque lo diraaaaaan pibe!!!.
Saliendo del mercado nos acercamos hasta la Plaza de las Palapas, centro de reunión de la gente local y las familias por las tardes-noches, pero era un poco pronto y habia poco ambiente. Seguimos por varias avenidas con bastante tráfico y fuimos ya regresando hacia la casa pasando primero por un megasuper a comprar cena y desayuno para estos dos dias. Bueno, también aquí tuvimos la suerte, Carol sobretodo, de encontrar un bikini chulísimo rebajado de 160 a 60 pesos, pero al pasar por caja marcó 20!!!!( 1 euro).
Hicimos una cena muy sana de ensalada de frutas con yogur y a dormir, el madrugón se notó.
Después del desayuno y con tranquilidad nos fuimos a buscar los autobuses que llevan a la zona hotelera de Cancún, allá donde las pulseritas de TI ( todo inlcuido) son las reinas del lugar. A las 2 habiamos quedado para comer con Sergi, otra gran casualidad en espacio-tiempo,; es un amigo de Carol de los tiempos del Camping Rocagrosa que vive en Miami trabaja para una cadena hotelera y viaja mucho por Riviera Maya. Justamente ese finde de semana estaba en Cancún por trabajo y no podiamos dejar la oportunidad de vernos con él ( la última vez fué en Barcelona hace dos años).
Nos venia perfecto el horario para poder cumplir con otro evento ineludible: ver por la tele el clásico Madrid-Barça!!!. La diferencia horaria hizo que aquí empezara a eso de las 12.30h de la mañana, por lo que la idea fué ir hacia la zona hotelera y buscar un bar donde verlo...pero craso error por nuestra parte, ¿ quien iba a ser el listo de montar un negocio junto a los macrohoteles de TI cuando allí pueden consumir de todo durante 24 horas?. Total que buscamos otra alternativa y pensamos que en el hotel Riu Palace Peninsula ( donde quedamos en vernos con Sergi) seguro que habria algún bar que lo daban.
Nos metimos al hotelazo con toda naturalidad como si fueramos clientes y vimos el letrero Sports Bar....de lujo!!!!. Nos sentamos frente a la barra con televisores por todas partes y bastante gente que venian a ver el partido como nosotros, pero con una diferencia grande: todos llevaban pulserita gris menos nosotros. De todas formas pedimos una cocacola y un capuccino con naturalidad y a disfrutar del partidazo.
Con el resultado final (0-4) queda todo dicho, un partidazo del Barça con goles coreados por la mayoria de los presentes a excepción de un chico con camiseta del Madrid que se fué antes del final. Pasamos un buen rato y el camarero nos preguntó varias veces si queriamos algo más, pero fuimos moderados por aquello de que podia pasar a la hora de "pagar",...y al finalizar el partido llegó ese momento. Queriamos ser honrrados, la verdad, y aunque lo más fácil hubiera sido darle una propinilla al camarero e irnos igual que llegamos, con mi voz afónica por gritar los goles le pedí al que nos cobrara y ahí empezó el lio.
Lo primero que nos preguntó es que como y quien nos habian dejado entrar, que allí no cobraban las consumiciones porque todo el mundo está con el TI y que no sabia como podiamos arreglar el tema. Le comentamos que nos ibamos a ver con un directivo de la cadena amigo nuestro y él podria igual arreglarlo, nos pidió el nombre y llamó a un encargado de camareros que a su vez hizo una llamada telefónica...ay que lio por una cocacola y un café!!!!. Tras unos minutos vino el otro tipo y nos dijo que deberiamos pasar por recepción, explicar el tema y ellos lo arreglarian, y cuando salimos justamente nos encontramos con Sergi que nos estaba buscando. Le explicamos el tema y flipó que pudieramos haber entrado sin problemas y que por las bebidas ni nos preocupáramos; en ese momento salió el camarero y al ver que era cierto que nos esperaba Sergi se acabó el problema, jajaja....
Tras la alegria de vernos nos invitó a comer al buffet del hotel donde nos pusimos las botas....ensaladas, carne, guarniciones....y unos postres!!!!.... la foto es de mi plato y el de Carol aún estaba más lleno. Sergi debió pensar que no habiamos comido en dos dias.
Tras una muy agradable comida con vistas al mar y la playa del hotel fuimos a tomar el café al lobby del hotel y luego nos enseñó la zona exterior donde nos hicimos unas fotos. Siendo eso de las 5 él debia volver a otro hotel de la cadena para unas reuniones y nosotros a la casa a darnos una ducha e ir al concierto. Nos encantó de nuevo poder ver caras amigas en este viaje y disfrutar de ese momento lejos de casa. Quedamos en tratar de encontrarnos en Barcelona por las fechas navideñas en que irá a ver a la familia y estaremos en contacto a la espera de ver si nos puede conseguir un buen precio en un TI de su cadena para los últimos días de viaje.
Ya en la casa nos quedó el tiempo justo de una ducha rápida, cambiarnos e ir camino del Estadio donde era el concierto. Tardamos como media horita andando en llegar a la puerta donde habia ya una buena cola esperando que abrieran las puertas, algo que se retrasó más de una hora del horario previsto.
El Estadio Beto Ávila e un campo de beisball muy amplio pero con graderias no muy altas osea que desde la zona en que nos sentamos la visión era muy buena. Aunque debia comenzar a las 9 se retrasó el inicio más de una hora, rato que dedicamos a tomarnos una cervecita y charlar con un grupo de amigas mexicanas que estaban sentadas delante nuestro. Finalmente pasadas las 10 se apagaron las luces y empezó el concierto del Tour Cama Incendiada ( del cual no habiamos escuchado ni una canción).
Nos lo pasamos increible, bailamos y cantamos como locos, pues fueron muchas las canciones de albumes anteriores que tocaron junto a las del nuevo y es que lo éxitos de siempre es lo que al final nos gustá más a todos. Su directo es muy bueno, el guitarrista y el bateria se marcaron un par de solos increibles y en mitad del concierto aparecieró el grupo en el centro del estadio sobre un escenario muy pequeño a modo de cama gigante donde cantaron trocitos de canciones que la gente pedia desde las gradas. Algunas debian ser de los inicios del grupo pues no nos sonaban de nada, pero otras eran clásicos que todos coreamos.
Fueron algo más de dos horas en que disfrutamos mucho, nos reimos con sus expresiones puramente mexicanas, sus comentarios jocosos, sus descansitos tomando chelas y una gran conexión con el público... Carol acabó reconociendo que fué el mejor concierto al que ha ido nunca y para mi igual ( bueno es que tampoco recuerdo al último que fuí, ni al penúltimo,....).
Sudando la gota gorda por el calor y la humedad del caribe mexicano tomamos el camino de regreso con una sonrisa de oreja a oreja, paramos a comprar bebida fresca y llegamos a la casa a más de la 1; la familia allí estaban viendo la tele esperándonos pues no teniamos llave de la puerta exterior.
No nos pudimos resistir el enviar videos, fotos y mensajes a las familias y amigos sobre el concierto y a eso de las 2 nos fuimos a dormir. Mañana tenemos traslado a Playa del Carmen pero es sólo una horita de camino, osea que nos lo tomaremos con calma.
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