Chonquing: rios y ciudad

Antes que se nos olvide, os dejamos unas fotos de las vistas desde nuestro pisito en Chonquing. El día dos en Chonquing amaneció con ganas de que saliera el sol, pero no, enseguida el amago se fustró y quedó un día gris como los últimos que estamos viviendo en China. Nos dirigimos en el metro hacia la zona portuaria donde zarpan los cruceros por el Yangtsé, que además tiene la característica que es donde se unen el Yangtsé con uno de sus afluentes, con el fondo de varios megapuentes, grandes rascacielos y barcos de lo más moderno, hasta lo más cochambroso.

Para llegar hasta allí resulta que la parada de metro la están haciendo aun, osea que hay que bajarse una antes y andar por unas calles llenas de un gentio terrible, autobuses, tiendas, y un montón de gente cargando en carretillas o a la espalda unos fardos descomunales. Una vez allí, y con una la bruma de fondo, la zona tiene su encanto, muy tranquila de movimiento de gente a quellas horas, y con un montón de puestos vendiendo de todo, desde unos prismáticos, a recuerdos de China, o incluso unas marionetas de madera vestidos de gondoleros donde pone Venezia, jajaja..estos chinos son la monda... Decidimos volver calle arriba pero por diferente camino, pasando por todo el meollo de la zona comercial del puerto...uff, que barbaridad de lugar, China en estado puro: locales hasta arriba de fardos y cajas, porteadores, coches y camiones creando un atasco terrible, locales de comida...ummm...de película, y claro, tanto nos liamos que acabamos sin saber donde estabamos...una caminata terrible, un tunel largísimo, para por cosas del azar encontrar la calle del metro.

Buscanco donde comer pasamos de nuevo por la bulliciosa calle donde vimos una estampa que a los dos nos recordó a tiempos de años atrás,a Carol cuando con su madre iban a hacerse sus jerseis de lana, y cuando, David, mi madre y mi tia Marifé iban a pasar los ratos elaborándonos bufandas, mantas y jerseis...pues aquí un montón de mujeres en plena calle elaboraban sus artículos con un colorido muy poco discreto. Y de ahí a comer:dumplings de carne a la plancha, y carne de cerdo con patatas y arroz.

De camino hacia el metro, y después de buscarlo durante un buen rato dando vueltas y vueltas, visitamos un templo budista aun en activo, que queda rodeado de grandes edificios. No es muy grande, pero es bonito y tranquilo, y tiene una sala con 500 figuras hechas de terracota, Arhats, que simbolizan personas que por sus hechos son merecederos de vida eterna, no pudimos hacer fotos, pero imaginaros todas las figuras con rostro humano, todas diferentes, a casi tamaño real...impresionaba bastante!!! Ya de vuelta a recoger las bolsas y devolver las llaves de nuestro pisito, y de ahí a la estación de tren a nuestro maratoriano traslado a Zangjiajie.