viernes, 28 de noviembre de 2014

Ping 'an: los bancales de arroz.


Suena el despertador a las 6 de la mañana, tenemos un día largo por delante para ir a visitar las terrazas de arroz en Ping 'an.

Como las agencias y el hostel nos pedian una pasta por la excursión , nos hemos ido por nuestra cuenta, bien informados con los buses a coger y los nombres de los pueblos escritos en chino.

Primero un  bus urbano hasta la estación de autobuses, en la parada ya nos han querido vender la excursión un chino por 200 yuanes, cuando las agencias nos pedian más de 300..pero nada, a nuestra bola. Ya en la estación compramos el billete, y corre que en 4 minutos sale!!..otra pareja occidental y nosotros únicos ocupantes, que bien, solitos las 2 horas largas de viaje!!... pues no, el bus empieza a hacer paradas y más paradas y el minubús se empieza a llenar hasta los topes...y cuando ya no quedaban asientos, como no dejaba de subir gente, sacan unos taburetes de plástico que estaban apilados, y a sentarse en el pasillo,...aquello era el camarote de los hermanos Marx pero con chinos y dentro de un bus.

Nuestra siguiente parada era justo en el desvio de la entrada hacia los pueblos de las terrazas, Heping, donde nos bajamos para continuar en otro bus a Ping'an, pero como este bus no sube a ese pueblo sino a otro, pero pasa por el desvio, nos dejan en un puente en medio de la nada a esperar al bus que viene de Longshen y sí sube a Ping'an, ...fácil, no?.. pues si eso pasa sin que nadie te hable más que en chino y a primera hora de la mañana, pues para mondarse de fácil.  Pero como aquí no sabes como pero todo cuadra, al cabo de 10 minutillos aparece el bus famoso que nos sube al pueblo...bien!!,... hemos tardado 3 horas en total y hemos cogido 4 buses,... precio de la ida 2+21+10+8= 41 ¥...a lo que hay que sumar el precio de la entrada al recinto de las terrazas, 50¥ por cabeza, con carita de buenos estudiantes,  esta vez si ha colado, jijiji...




Una vez allí, y después de tener todo el camino un tiempo muy gris y niebla, vemos que a casi 1000 metros que estamos de altura, almenos no hace frio.

El pueblo es empinado, pero empinado de veras, con casas de madera, y lo habitan unas familias de la etnia Zhuang, que como curiosidad todos se apellidan igual, y además las mujeres no se cortan el pelo desde los 16 años nunca más, por lo que una de las atracciones es que te muestren sus cabelleras, pagando claro..no gracias...

Después de pasar por unas calles llenas de paradas vendiendo muchos productos locales, empezamos a subir escaleras sin parar, adentrándonos en el pueblo, para al rato dejar las casas y subir hacia los miradores donde hay las mejores vistas de los bancales.

Dos gotas mal contadas, y dos miseros rayos de sol nos acompañan, además de una buena sudada por la subida. Como los grupos suben hacia el mediodia, nos encontramos con poquísima gente, pero casualidad unos de ellos eran una pareja, ella  catalana y el argentino. Nos cuentan que llevan allí dos días recorriendo las terrazas, y que estas están mejor que las del otro valle porque tienen algo de agua, mientras que las del otro lado están secas, temas de la temporada en que estamos. Charlamos un rato intercambiando experiencias vividas en las visitas por China, y seguimos camino hasta el mirador.




Ya antes de llegar el paisaje era precioso, pero al llegar arriba se transformó en espectacular...que verdadera obra de arte hecha con la naturaleza, como se las habrán ingeniado para estructurar así la montaña. Con los bancales distribuidos así en terrazas, y la ayuda de el agua que les rodea, van llenando desde arriba y va decantando hacia abajo llenando todos los campos. La niebla y las nubes no nos dejaron ver los más lejanos, porque son montañas enteras llenas de estas terrazas,  pero nos  conformamos con lo que veiamos y nos pareció el mejor lugar para comer nuestro picnic..que lujo!!!...




Tras un montón de fotos, vimos un caminito de regreso al pueblo que iba por el medio de los bancales llenos de agua, y allí que nos fuimos...que chula la perspectiva desde ahí. Nos cruzamos con una señora muy mayor del pueblo que cargaba un cesto lleno de verduras...como trabajan las mujeres de esa etnia. A la entrada del pueblo esperan a los turistas para subir sus maletas en los cestos a cuestas..y son pequeñitas y delgadas, parece mentira lo que aguantan.










Ya de regreso a la entrada del pueblo vimos el autocar que nos debia llevar de nuevo a Heping, y casualidades de nuevo, allí estaban la pareja que nos encontramos arriba. Nos sentamos junto a ellos y fuimos todo el camino con la conversación sobre China y nuestro viaje...ella alucinaba a cada momento que le explicabamos donde vamos a ir, etc...Nos despedimos al cabo de un rato pues debiamos bajar a enlazar con el bus que nos llevaba a Guilin.

Bus más grande y menos lleno que el de la mañana, y en el cual repusimos sueño con una buena siesta, jijiji... una vez en la estación, el bus local nos llevó junto al hostel. Total que para volver sólo cogimos tres buses: 10+21+2=33 ¥..con lo que la excursión, sumando la entrada, nos ha salido a 124 ¥  por persona...nada mal con lo que nos pedian, por mucho que incluyeran la comida, no?



Salimos a cenar por donde ayer pero chafardeando por la zona descubrimos lo que mañana será nuestro festín gastronómico desde que llegamos a China: un buffet libre de comida china. Estaba a reventar con gente esperando fuera, pero entramos a preguntar precios. Un chico que hablaba inglés nos dijo que valia 48¥ por persona, cerveza incluida, y nos invitó a que pasaramos a ver lo que tenian, y nos explicó varios platos, y nos enseñó la zona de carnes y pescados que los hacen a la plancha al momento...uffff, que pinta tenia todo, que bien montado, y presentado...nada de tipo woks chinos como los de Barcelona...osea que mañana festival!!!...

Al final repetimos los noodels y el megabuñuelo de ayer, hoy regado con una cerveza nacional, osea china, de 600 ml. que valia 4¥, unos 60  centimos de euro. Como las señoras nos reconocieron de ayer se han reido al vernos, y nosotros a su vez les hemos pedido que al plato les añadieran unas verduras. Carol se ha hecho entender muy bien, y al momento nos han traido una caja llena de verduras, hemos elegido las que que nos gustan, mini acelgas las llamamos nosotros, ...y al plato con todo lo demás.

Paseando camino del hostel para bajar la cena oiamos cantar a alguien, bueno a alguien más, porque aquí cada dos por tres te cruzas con gente que canta en la calle. Nos acercamos al lado del rio y vemos  un karaoke montado en plena calle, pantalla, altavoces, cuatro sillas y dos mesas..gente mirando, y allí que nos sentamos....madre que nivel...que galllos!!!...pero claro, se creen que lo hacen bien, y cantan otra, y otra, y otra.. nos petábamos de risa, y un chico que estaba delante nuestro, también al vernos, se reia.



Con tres  cancioncillas tuvimos suficiente. Volvimos al hostel, y jugamos un par de partidas en el futbolín que tienen, y a la habitación a descansar.

El día ha sido nuevamente genial!!...


2 comentarios:

  1. Impresionantes imágenes de las terrazas y "fantastic" el Karaoke Chino. Por cómo organizaís las excursiones ya podeís sacar el título de "Guia Turistico Chino"

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  2. El lugar es precioso y además habia muy poquita gente, lo cual se agradece.

    El karaoke forma parte de la diversión de la gente un viernes noche...mejor verlo que oirlo, aunque el video no se ve casi nada por falta de luz.

    Para montar las excursiones contamos con dos ventajas: tener tiempo para buscar información y la experiencia de Carol en viajes y saber moverse.

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