Parque natural Zangjiajie

Habiamos leido bastante acerca del parque, sus recorridos, sus particularidades,..y habiamos visto bastantes fotos, pero la realidad supera todo lo anterior...es una pasada de lugar. Este parque se caracteriza sobretodo por sus columnas de piedras formadas durante miles de años, tanto por los movimientos de la tierra, como por la erosión del agua y el viento, formándose columnas que llegan hasta más de 200 metros de altura. Además su gran fama le ha venido dada pues se dice que sirvió de inspiración para los paisajes de la película Avatar.

El parque es enorme y dividido en varias zonas a visitar, pero está muy bien organizado para moverte por él. La entrada, aunque no es nada barata, da acceso para tres días, así como para usar los autobuses internos que te llevan de una zona a otra del parque. Para acceder a otras partes hay telecabinas, o un mega ascensor, son caros pero te ahorran palizas de caminar cuesta arriba. El chico del hostel nos dió un mapa del parque y nos explicó que ruta hacer el pimer día, los enlaces de los autobuses, los precios de la entrada, ascensor, telecabina, etc. y que fueramos previstos de comida y bebida pues allí todo es muy caro. Como buenos catalanes, ya nos habiamos previsto de todo ello la tarde que llegamos aquí,jijiji..

El día amaneció pronto y soleado!!!!..y además el acceso al parque lo tenemos a 5 minutos andando del hostel. No más llegar para comprar las entradas vimos la cantidad de gente que habia. Es un parque que tiene mucha fama entre el turista chino, y son cantidad los autocares que llegan hasta aquí llenos de ellos. Pero no tuvimos que hacer nada de cola para las entradas, y solo un poquito para coger el telecabina y luego el primer autocar que nos llevó hasta la primera zona del parque. El conjunto está lleno de caminos señalizados hacia diferentes miradores sobre el paisaje de las montañas, y al llegar al primero la imagen sobrecoge...y a la vez es curioso porque a los dos nos recuerda a nuestra famosa montaña de Montserrat, por los pínaculos que la forman. Cada uno de los caminos están llenos de paradas de todo tipo de souvenirs y comida, e incluso de un MacDonals, increible, no?....y claro, miles de turistas chinos cámara y móvil en mano, que hacen lo imposible por lograr el mejor espacio para hacer sus fotos, como sea y a costa de lo que sea.

Y mira que el parque es grande, y que China es grande...pues resulta que allí nos encontramos a un matrimonio chino que habiamos ido juntos en el tren el dia anterior, y a los cuales les "dijimos", que si nos podian avisar de cual era nuestra parada, y así lo hicieron. Y claro, como desapercibidos no pasamos, pues enseguida vinieron a saludarnos y como no a hacerse una foto con nosotros. Para más casualidad, horas después, mientras comiamos nuestro picnic al solecito, nos los volvimos a encontrar. Pero es que hace gracia, porque días antes en Chengdu, visitando los pandas, nos pasó lo mismo con una pareja que habiamos ido con ellos en el tren, la que ella se ponia la mascarilla por la noche, y a la cual apodamos, la esteticién, y claro, cuando nos vieron, se sonrieron, pero no fueron tan efusivos ni nos hicimos fotos. Pero con los de aquí en el parque sí!!

El día dió para mucho por todos sus caminos, algunos más concurridos por su fácil acceso, y otros solos o casi solos por sendas retorcidas, estrechas, pero chulísimas, escaleras empinadísimas arriba y abajo, y miradores con vistas increibles. Además el sol nos seguia acompañando y hasta en ciertos momentos pudimos ponernos en manga corta... Realmente valió mucho la pena el madrugón para poder hacer la visita, y esperamos que los dos días que nos quedan aquí nos permitan ver el resto del parque. No sabemos si realmente se inspiraron o no en esta zona para hacer la peli de Avatar, pero viendo imágenes de la peli, son clavaditas algunas localizaciones, lo que si es cierto, es que el lugar es alucinante. Apuramos al máximo el día teniendo en cuenta que a las 17.30 aqui cae la tarde, y en nada es oscuro y no era plan de quedarse por el parque a pasar la noche, osea que al bus y hacia Wulingang, donde nos alojamos.

Una buena cena nos la teniamos merecida después de todo el día sin parar. Como hacia bueno, con el forro polar puesto, cenamos en una terraza: judias verdes salteadas, berenjenas al wok y carne de cerdo salteada con cebolla y calabacín, todo ello acompañado de un buen bol de arroz blanco, y bien baratito, 7 eurillos al cambio.

Y a descansar que ya toca, no sin antes ver en la tablet las fotos del día, contestar los wasups, y preparar el plan del día siguiente.