jueves, 20 de noviembre de 2014

Qibao y regateos.


Hoy hemos salido de Shanghai capital, pero no de su provincia, para visitar Qibao, una pequeña población cruzada por dos canales y estrechas calles llenas de vida gracias a las pequeñas tiendas sobre edificios tradicionales chinos y algunos lugares para visitar como un templo, un molino de lino, y casas de té.

El mismo metro nos acercaba hasta allí, eso sí, con un montón de paradas por delante. Una vez en el lugar y siguiendo los letreros por las calles, dimos con uno de los accesos...vaya mogollón de gente que había...pero aquí no trabaja nadie o que?... que barbaridad...





Nos armamos de valor ...y a recorrer la calle entre la multitud. Tampoco es que el lugar tenga un encanto especial,  pero tiene mucha vidilla de tiendas y puestos de comida, unos puentes sobre los canales con sus barcas para dar un paseo, un templo,...

Después de dar una primera vuelta, y degustar unas tapitas de pollo y una especie de canelones de col, nos fuimos a la vera del canal a degustar nuestro picnic mientras veiamos como los lugareños se entretenian pescando, no sabemos que tipo de peces pues no vimos pescar ninguno.

De ahí volvimos a recorrer la zona, vimos un templo, y acabamos encontrando una iglesia católica que la guia nos marcaba. Era no muy grande, pero bonita, y hace poco reconstruida coincidiendo con la Expo Universal de Shanghai. No habia nadie, pero probamos de abrir una puerta y...bingo. Es curioso ver una iglesia con las imágenes en escrituta china, es la primera que hemos encontrado abierta en China.




Ya de vuelta hacia el metro, por unas calles menos turísticas, pero más auténticas, decidimos ir al mercado de imitaciones que hay en la estación de metro del Museo de Ciencias.

Allí buscabamos unas chaquetas cortavientos para los días de frio que nos tocarán  pasar en próximos destinos: sur de China, Norte de Vietnam, Nepal,...
Aquello es un sinfín de pasillos llenos de tiendas, y de todo tipo de genero susceptible de ser imitado: bolsos, maletas, polos, camisetas, zapatillas, ropa deportiva,...

Nuestra sorpresa al llegar fue ver que aquello estaba casi vacio de gente, algunos guiris como nosotros, y poco más. Los vendedores sentados a las puertas de sus locales en sus hamacas con su cantinela a nuestro paso: watches, bags , jackets, sunglasses...Tras probar en varias de las tiendas y cansados de regatear, al final conseguimos nuestras North Face por 30 euros las dos, con tal que nos duren el viaje nos damos por satisfechos. Pero que llorones son los puñeteros con el regateo, y que ofendidos se sienten cuando les rebates sus inflados precios, ..hacen todos el mismo papel y dicen las mismas frases, al final ya ibamos a saco y nos reiamos de la situación, ...



Desde ahí, corriendo al hostel que a las 8 habiamos quedado para conectarnos por Skype con los alumnos de Turismo de la Escuela Prat donde da clases nuestro amigo Justi. Creo que ya lo explicamos, pero por si acaso lo repetimos: estos alumnos están haciendo un seguimiento de nuestro viaje, y a ellos los sirve para ir conociendo los
lugares por los que pasamos pues se informan antes de que llegemos a los sitios. A su vez nos ponen retos para hacer, y semanalmente intentamos conseguirlos y lo hablamos por Skype. Todo ello lo coordina Justi a través de Area Impuls, su empresa, cuyo enlace está en el blog por si quereis hecharle un vistazo.

Después de cenar y alguna compra en el super, toca planear la última mañana en Shanghai, pues por la tarde salimos en tren haciendo siguiente destino: Hong Kong.
18 horitas de tren, más pasar inmigración, pues Hong Kong es territorio no chino dentro de china, bueno un jaleo, hacen que salgamos de Shanghai a las 8 de la tarde y contamos llegar a destino el dia siguiente a eso de las 5- 6 de la tarde.





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