Sobre las dunas rojas despedimos el día de ayer, y sobre las dunas blancas le dabamos la bienvenida al día de hoy. Carmen debia venir pero ayer estaba medio malita y nos ha avisado que ha estado con una buena febrada por la noche, que luego nos veiamos.
4.30 de la mañana suena el despertador, vestirnos, moto y a correr antes que amaneciera. Casi 30 kms de madrugada y sin muchas indicaciones ni señales...teniamos todos los números para perdernos. No ha sido así exactamente, pero nos hemos pasado de largo, luego los últimos dos kms eran un camino de cabras,...y claro el sol no espera.
Justo llegamos cuando despuntaba, pero hemos disfrutado del amanecer subiendo por las dunas inmensas y con un lago a sus pies.
Habia gente que en ese momento ya se iba, pues organizan excursiones donde desde ahí les llevan a otras partes, lo cual ha hecho que nos quedaramos prácticamente solos al cabo de un rato..guau!!!...ha sido espectacular sentarnos en las dunas viendo como todo el paisaje iba tomando diferentes colores, nos hemos comido unas galletas y un poco de fruta, y nos hemos hecho muuuuuuchas fotos, jajajaja...
Y desde allí camino de vuelta hacia Mui Ne y el hostel por una carretera, ahora ya de día, que transcurre mucho rato al lado del mar, combinado con terrenos muy secos, rebaños de vacas,....vamos la mar de entretenido.
A las 11 de la mañana teniamos que devolver la moto a su dueño, por lo que hemos aprovechado a desayunar en el hostel mientras Carmen venia, y luego la hemos acompañado a dejar su moto. Osea, que a las 12 ya estabamos en la playita disfrutando del sol y el mar.
Estabamos bastante solos, unicamente un grupo de coreanos que hacian windsurf, y algún guiri de paseo, pero esa playa tiene algo especial con visitantes curiosos. Ya es raro ver en la playa pavos o gallinas con sus pollitos, que estaban por allí picoteando la arena, pero más raro es ver un rebaño de vacas pasearse por la arena para venir a comerse las pieles de unos cocos que estaban allí amontonados...que situación más tronchante ver las vacas paseando al borde del mar a su aire, jajajaja...
Llega la hora de comer y repetimos el sitio de anoche. Repetimos la misma mesa, repetimos de vecinos de mesa, cuatro señores mayores españoles y repetimos de encuentros con amigos: Anda y Amanda estaban comiendo allí!!!. Hay como 12 kilómetros de playa llenos de resorts y hostels, y justo han ido a quedarse en uno al lado nuestro, que casualidad.
Comemos juntos, nos ponemos al día de lo que hemos hecho cada uno estos dias atrás, y nos vamos a la playa a ver la puesta de sol, que ha sido preciosa. Una vez allí una nueva visita curiosa: aparece un lugareño con un carrito con sombrilla incorporada que vende mazorcas de maiz y que lleva en el carrito atado un mono que no para de saltar y moverse.
Después de la puesta de sol cada uno nos vamos a nuestros hostels. Ducha para quitarnos los kilos de arena, cenita ligera y a dormir que mañana a las 8 nos recoje el bus que nos lleva a Ho Chi Min, antigua Saigón, donde pasaremos Fin de Año!!!.