De Sapa a Hau Thao con May y llegada a Hanoi.

Puntuales a las 8.55 llegamos al punto de encuentro con May, nuestra guía de la etnia Black Mong. La niebla en Sapa era presente como cada día, pero era nuestro último día allí y habiamos dado nuestra palabra a May que iriamos.

Nos ponemos en marcha y atravesamos calles llenas de gente arriba y abajo por Sapa, pero a los 5 minutos ya estabamos solos de nuevo. May enseguida se puso a explicarnos cosas sobre el bambú, los animales que tienen en los pueblos, que cultivan, etc. con lo cual el camino se hizo muy ameno.

Pasamos por ls zona de control de tickets que nos permite llegar hasta su pueblo atravesando todo el valle, hoy son 40.000 dongs, y nos explica que de ese dinero ellos no reciben nada, que todo va para los vietnamitas..y ¿ ella que es entonces?. Es curioso porque habla como si fueran de otro país, para ella los vietnamitas son todos los que no son de las etnias que pueblan la zona de Sapa, ataca bastante al gobierno de que enriquece a otras zonas y a ellos no, que son pueblos pobres, aunque disfrutan de escuelas gratuitas y otras facilidades, pero se sienten dejados.

A medida que vamos andando poco a poco la niebla va levantando y nos deja ver los primeros campos de arroz, y las casas de los pueblos a lo lejos. También empezamos a encontrar más mujeres de su etnia esperando el paso de algún turista a quien vender algo. Alguna se acerca, pero no insisten demasiado, ya hemos dicho a May que no tenemos intención de comprar nada, hay poco dinero y menos espacio en la mochila, y les dice algo, en su idioma que creo las avisa de ello, pues enseguida se van.

A medida que vamos tomando confianza vamos preguntado a May más temas personales sobre su cultura y su día a día, y como habla por los  codos nos explica un montón de cosas sobre la importancia de la mujer en las etnias, sobre como se casan y cuanto deben pagar las familias para casar a sus hijos, cuantos niños pueden tener, a que dedican sus labores los hombres, como es la relación entre etnias,....un montón de cosas que nos parecen superinteresantes....

De repente una serie de pequeños miradores  nos enseñan unas imágenes alucinantes...campos inmensos de arrozales y pequeños riachuelos que van a dar a un rio más grande que serpentea por un inmenso valle donde vemos los pueblos que vamos a pasar: Lao Chai, Ta Van y Hau Thao. La  vista es espectacular y May nos dice que antes de verano cuando está verde es precioso, pero que antes de la recogida del arroz está todo amarillo y aún es más bonito.

Bajando una gran cuesta nos acercamos a un puente que nos adentra en Lao Chai, pueblo donde vive la etnia Hmong. Vemos unas calles llenas de barro y niños que juegan sobre él, hombres arreglando tejados de casas y mujeres atendiendo sus tiendas.

Nos dice May que sin ningún compromiso podemos ir a una tienda donde ella misma nos enseña todo el proceso de como hacen sus vestidos. Del cáñamo sacan unos hilos que van uniendo, sin nudos, hasta hacer grandes ovillos, luego lo tejen, todo manual claro, y luego lo tiñen, sobretodo usando el índigo, planta que nos enseñó antes por el camino. Luego de tres dias, dos noches en remojo, lo dejan secar para seguidamente con diferentes técnicas decorarlo, cortarlo y confeccionar sus ropas.

Salimos de Lao Chai y nos damos cuenta que salvo unas chicas y una moto, no hemos visto occidentales por allí, genial!!!...nos sigue May explicando cosas, y se entremezcla con comparaciones con nuestras vidas, en muchas cosas parece que hable de la España de los 40-50...y eso nos hace gracia, pues al llegar a Tavan, siguiente pueblo de la etnia Tai, nos dice si queremos acercarnos a ver el colegio. Miramos por las ventanas y vemos los pupitres como los que usaron  nuestros padres. El tema escuelas es muy curioso porque las hay divididas en tres grupos de edad, y además los niños que viven en las montañas viven en la misma escuela pues las clases empiezan a las 6 de la mañana!!!...con lo cual el sábado al mediodia cuando acaban la escuela suben a sus casas, para el domingo tarde volver, ya que el lunes madrugan de nuevo.

Vemos también el hospital, ufff, lo poco que vimos nos devolvió también a tiempos remotos...pero lo más interesante era ver a cada paso como viven las gentes en esas zonas, el entorno es precioso y no dejamos de decir: mira aquí, mira allí,....

Desde Tavan vemos ya las primeras casas del pueblo de May, los Black Hmong aún queda un ratito y nos dice que si algo no nos gusta para comer, que va a llamar a su marido...nuestro cocinero de hoy.

Se nota que hemos andando varias horas, pero está siendo una chulada. Al llegar a su pueblo nos dice que su casa está tras unos bambús allá arriba...arriba es tan arriba que ni la vemos. Paramos en un mirador que hay delante del edificio del gobierno de su pueblo , hay una vista grandiosa, pero la mejor vista iba a ser la que veriamos desde su casa.

Empezamos a subir un caminito bien empinado, y bien embarrado...pero vamos, ella como si nada y nosotros que patinabamos a cada momento....y cuando veiamos una casa a lo lejos deciamos, es será, pues no, más arriba. Finalmente llegamos, lo que tiene que ser subir cada día ese camino en condiciones de todo tipo!!!.

Nos recibe su marido con una gran sonrisa, su hijo pequeño y  su nuera de 18 años con sus bebés de 2 años y medio y otro de 4 meses, y enseguida empiezan a aparecer cuencos con comida...algunos con sorpresa,jajaja....

La casa es humilde, pero grande. Comemos en la parte central, que es donde comen cuando son muchos, sino ellos hacen vida en la cocina. Desde esa zona vemos una serie de camastros a cada lado, y en la parte superior, en una segunda planta montones de sacos de arroz de su propia cosecha....cada saco les dura justo 10 dias, p todos comen arroz en cada comida.

La mesa se llena, sacan unos pequeños taburetes y nos sentamos a comer rodeados de gatos, perros, cachorros...allí conviven juntos como si nada. Nuestro menú además del arroz, rollitos vietnamitas, verduras con jenjibre, cerdo con cebolla y pimientos, y sorpresa...gusanos de la caña de bambú fritos!!!!. Se rien cuando nos ofrecen a que los probemos, ...pues los probaremos...están muy fritos y muy salados, y son buenísimos, ellos los deboran,  tanto los mayores como los pequeños.

Empieza la comida rezando la familia, ellos son cristianos, que lo diferencian de los católicos...y a comer. No paran de llenarnos los cuencos con comida y ofrecernos más arroz, ellos comen rápido y  mucho. Después de comer May nos enseña albunes llenos de fotos de gente que ha estado con ella de trekin o pasando días en su casa...esta mujer es famosísima!!.. Salimos a hacernos unas fotos con todos y su nuera nos saca unos bolsos que ellos tejen, pero rechazamos comprar nada. May nos regala una pulsera de tela a cada uno, y   otra más para nuestros hermanos...y Carol a su vez le regala una de las que nos regalaron en China..May se pone muy contenta.

Llega la hora de irnos, es una pena, el día ha sido chulísimo...Bajamos de nuevo a la parte baja del pueblo donde May nos enseña en el edificio del gobierno, lo que seria como el ayuntamiento, algunas fotos del pueblo, y trajes típicos de su etnia allí expuestos. Al salir fuera su marido y otro chico del pueblo ya están preparados con sus motos para llevarnos a Sapa de regreso...nos depedimos con unos besos de May no sin antes escribir en su libreta una palabras de recuerdo. Esa libreta la usa para enseñar referencias a posibles clientes.

Tomamos las motos y para Sapa. A medida que subimos de altura la niebla vuelve de nuevo, y casi llegando se hace difícil ver más allá de 5 metros. Nos despedimos de nuestros chófers y hacia el hotel a buscar las bolsas.

Llegando pasa algo muy curioso, en cuestión de dos minutos la niebla desaparece, y un cielo azul claro, el sol y las montañas que rodean Sapa aparecen...ahora que nos vamos, que rabia...pero bueno, al cabo del rato se puso de nuevo nublado.

Tomamos el bus que nos lleva a Lao Cai donde tenemos que coger el tren nocturno a Hanoi, cenamos algo al llegar y a las 20.20h al tren. Se parece bastante a los trenes de China, con la diferencia que las cabinas tienen puertas, con lo cual queda más privado, siempre que tengas suerte con tus vecinos, claro.

Nos instalamos en nuestras literas y al momento llega una parejita joven, nuestros vecinos de arriba. Una vez en marcha, nos preguntan de donde somos; no hablan un gran inglés, pero nos entendemos que es lo que vale. Empezamos a hablar de lugares y cosas sobre vietnam, y de repente nos dan unas mandarinas y un par de frutas que no sabemos que son, y que ellos las comen junto con un poquito de chili picante...tienen un sabor nada parecido a algo nuestro pero está bueno...¿ nos verán con cara de hambre en este país?. A cambio les ofrecemos unas barritas de cereales  con chocolate que llevamos.

La conversación deriva en si vais tal sitio pedir esto, si vais allí probar lo otro....son encantadores!!.. y nos dicen que al llegar si queremos ir con ellos a desayunar, pues claro!. Les preguntamos que si han ido a pasar el finde a Sapa, y nos comentan que han ido de Luna de Miel, que se casaron la semana pasada, y que han aprovechado porque sólo les daban 3 días de fiesta...pobrecillos...

Llega la hora de dormir, pues el tren llega a Hanoi a las 6 de la mañana.

Una vez en la estación vamos a desayunar lo típico en Hanoi, el Phó, una sopa con noddles, cilantro, verduras y la carne que quieras, pollo, ternera....a esas horas algo calentito apetece. Cogemos un taxi y nos a acompañan hasta cerca del hostel, y no nos ha dejado pagar nada..que cuando vengan a Barcelona, ya pagaremos....nos intercambiamos mails y telefonos y se van corriendo pues ellos hoy trabajan. Han sido encantadores!!!...gracias Thun y Minh.

Tras la despedida nos vamos andando al hostel.....